domingo, mayo 5, 2024

Barandal

•“El peje” tiene otro adversario

•Nuevo candidato independiente

•Álvarez Icaza le quitará votos…

Por Luis Velázquez

PASAMANOS: “El peje” tiene un nuevo adversario presidencial. Y es de la izquierda. Y de la izquierda radical. Y le quitará votos en las urnas camino a Los Pinos. Es Emilio Álvarez Icaza, un ombusdman prestigiado en México y el continente, pues también fue secretario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Y si cuando el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, EZLN, anunció que lanzaría a una mujer indígena de Chiapas como candidata presidencial, Andrés Manuel López Obrador, AMLO, se enojó y se lanzó en contra, ahora, con el ombusdman, también lo hizo y cayó en su propia trampa.

El autoritarismo. Incluso, la egolatría. Sólo él. Siempre él.

Y aun cuando otra mujer, Margarita Zavala, precandidata del PAN, dice que ella es la única que puede ganar a AMLO, se trata de fuegos artificiales, porque en el otro lado de la cancha, el PRI con su candidato bien puede dar la sorpresa, por más que la encuesta ubique al partido en el tercer lugar de la preferencia.

Con todo, un nuevo frente se ha abierto “El peje”, arrojando más gasolina al fuego, desde que agarrara bronca con el góber azul de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, y a quien se unieron varios políticos más, desde Miguel Ángel Osorio Chong hasta Felipe Calderón, ubicados como “la mafia en el poder”.

Incluso, camina en el país repitiendo el mismo discurso. Que la mafia me arrebató la presidencia. Que todos están contra él. Que los medios le hacen bullying, en tanto oculta su intolerancia a quienes en MORENA piensan diferente y/o le pudieran, digamos, hacer sombra.

En tanto, Álvarez Icaza, de 51 años, sociólogo y activista, también apuesta al hartazgo social, un combustible político y electoral fuera de serie pues está sustentado en la pobreza y la miseria.

Y más, en el tiempo que corre con los seis millones de mexicanos migrantes, sin papeles, en Estados Unidos, en la era Donald Trump.

BALAUSTRADAS: Será difícil que Álvarez Icaza ganara la elección presidencial. El mismo AMLO, Margarita Zavala y Miguel Ángel Osorio Chong (MORENA, PAN y PRI) le llevan ventaja.

Pero…ninguna duda existe que restará votos al tabasqueño.

Y en un país con elecciones tan competitivas en que suele ganarse por unos cuantos votos, el riesgo y el peligro está vigente.

Por eso, el ombusdam sólo animaría la indignación crónica de igual manera como en su tiempo Rosario Ibarra, Cecilia Soto, Heberto Castillo y Patricia Mercado fueron candidatos presidenciales y quizá habrían alimentado el fervor cívico, pero sin ninguna posibilidad de ganar.

Incluso, Heberto Castillo declinó en el camino por Cuauhtémoc Cárdenas, quien lo era por el Frente Cardenista Nacional ante el priista Carlos Salinas.

Icaza cumplirá la expectativa de un candidato independiente que por vez primera se abre para la presidencia de la república.

Faltaría ver si Jaime Rodríguez, “El bronco” gobernador de Nuevo León, que también anunciara su nominación a Los Pinos, se mantiene y registra.

De ser así, entonces, habría, digamos, tres candidatos independientes: la indígena del EZLN, “El bronco” y Álvarez Icaza, quien ha iniciado ya (por cierto, vestido con guayabera y paliacate rojo en el cuello, sombrerito jarocho estilizado) el levantamiento de las 80 mil firmas que el Instituto Nacional Electoral, INE, exige y reclama como requisito.

También abrió una página de Internet para informar sobre el avance de su movimiento anotando, entre otras cositas, el nombre de sus adherentes, entre ellos, que ya son, el poeta y activista Javier Sicilia, el analista Sergio Aguayo y una parte del “#Yosoy132”, aquel grupo de la UNAM.

De manera simbólica, el ombusman inició su periplo cívico en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco en la Ciudad de México, allí mismo donde en 1968 policías y soldados de Gustavo Díaz Ordaz mataron a un montón de estudiantes.

ESCALERAS: El nuevo candidato independiente apuesta a que “el sistema requiere una fuerte sacudida”.

Y es cierto. Pero en tanto la miseria, la pobreza y la jodidez en el país sigan causando estragos sociales, y mientras los padres de familia se metan la mano a la bolsa del pantalón para ver los centavos disponibles, el despertar cívico significa una utopía por demás inalcanzable.

Y es que con un pueblo hambriento ninguna posibilidad existe de una insurgencia.

Menos, mucho menos de “una fuerte sacudida” al sistema como dice el ombusdman.

Álvarez Icaza habla de proteger a los migrantes, pero a los paisanos ilegales en Estados Unidos interesa, ocupa y preocupa su destino en el otro lado en vez de votar por un candidato presidencial.

También se ocupa de las víctimas de la violencia (secuestrados, desaparecidos, asesinados y sepultados en fosas clandestinas), pero los familiares solo desean los restos de los suyos para la cristiana sepultura en vez de irse a la (presunta) revolución electoral.

En su discurso se refirió a la familia lésbica de la nación, pero ellos solo aspiran a que sus derechos civiles sean reconocidos en vez de andar en la revoltura presidencial.

Y habló de lo que calificó “las lacerantes cifras de la pobreza” un lugar tan común y tan manoseado que ningún efecto social causa en el alma colectiva.

Desde luego, si se mantiene y lo registran como candidato presidencial obtendrá votos. Algún día quizá será incluido en la historia de las luchas sociales. Pero nunca sería el Francisco I. Madero luchando ante los Porfirios Díaz del siglo XXI.

Ha de recordarse que AMLO va por la tercera cruzada, y por tanto, con sus 51 años de edad, Álvarez Icaza también podría jugar de nuevo en los años 2024 y 2030 que para entonces tendría 64 años, suficientes bríos para la contienda.

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