domingo, mayo 5, 2024

Escenarios

•Mercenarios de la política

•Desertores del PRI

•Alcaldías por otros partidos

Por Luis Velázquez

1

El PRI perdió la gubernatura y la mayoría en el Congreso de Veracruz y sigue como el dinosaurio de Tito Monterroso. “Mira la tempestad y no se hinca”.

De cara a la elección de candidatos a presidentes municipales el (ex) partidazo está en el filo de la navaja.

Por un lado, saca la cresta para cuando menos sobrevivir, o por el otro, de plano, descarrilla por completo.

Y si pierde los municipios más importantes, entonces, por añadidura, en el 2018 está derrotado dice la politóloga Blanca Mejía.

Y más, con las señales tan indicativas y significativas, como es, por ejemplo, entre otras, la traición en su más alta dimensión política, ética, moral y social.

Primer caso. El cacique norteño, Ricardo García Guzmán, ex presidente municipal en Pánuco, ex diputado local y dos veces Contralor, con Miguel Alemán Velasco y Javier Duarte, se registró como candidato a la alcaldía (otra vez) por el PAN.

Ni Judas, vaya, era tan traidor porque luego de recibir las 30 monedas y comprarse un ranchito en las goteras de Jerusalem, se tiró a un pozo, dicen otros, en tanto otros aseguran se colgó de un árbol.

Segundo caso. El doctor Pablo Anaya Rivera, ex diputado local y federal, ex presidente municipal de Poza Rica, secretario de Salud con Javier Duarte, 17 años delegado del IMSS en la región norte, se registró como candidato a la alcaldía por el Movimiento Ciudadano.

Tercer caso. Daniel Velasco Chedraui. Priista, ex diputado local y ex alcalde de Xalapa se registró como candidato al Ayuntamiento por el PRD en alianza con el PAN.

Y cuarto caso. El capitán Alejandro Montano, ex diputado federal, ex secretario de Seguridad Pública. Alemanista, se registró como candidato edilicio por Xalapa, pero dado el descrédito que arrastra “se puso de pechito” para que MORENA o el PAN, con buenos candidatos, lo desplomen.

De ñapa, en nueve municipios, entre ellos, Alvarado, Medellín y Tierra Blanca, el PRI de Renato Alarcón se abstuvo de nombrar precandidatos, a menos, claro, que lo hagan en los días restantes.

Lo peor del asunto, dice la politóloga Blanca Mejía, es que las tribus priistas de Veracruz olvidan que tienen un bono a su favor en Los Pinos con Enrique Peña Nieto y los programas federales en el territorio jarocho.

Y aun cuando el Peñismo está casi en la lona electoral, de algo servirá, digamos, y cuando menos, para financiar una que otra campaña.

Con todo, ¡pobrecitos, pues viven en la luna, sin darse cuenta de que son partido de oposición!

2

Ricardo García, “Papá Porky”, Pablo Anaya y David Velasco han quedado como unos desertores al tricolor que ahora cuando lo miraron descalabrado se tiraron al agua.

Pero una cosita es quedarse callados y retirarse a la vida privada, pues ya fueron todo, y otra es largarse a otro partido.

Y más aún, en el caso de García Guzmán y Velasco Chedraui, porque se fueron con el partido en el poder político… por un bienio, aun cuando al mismo tiempo estarían pensando en que el año entrante, el Yunes azul ganaría la candidatura a gobernador de seis años para uno de sus hijos.

Se cumple así la sentencia de Giovanni Sartori de los tránsfugas del poder.

Mesiánicos y oportunistas.

Sin ningún sentido social.

En el caso de los dos quizá la Yunicidad se les abrió porque habrían argumentado que Fidel Herrera Beltrán se excedió y abusó en el trato con ellos, cada uno por razones diferentes, pero asestada la puñalada.

Y si en los sexenios anteriores era una virtud que abría puertas hablar mal y hasta pelearse con Miguel Ángel Yunes Linares, ahora el atributo es despotricar en contra de Javier Duarte y el fogoso.

3

Ningún respeto merece el trío de ex priistas vergonzantes, y Alejandro Montano, pobrecito, delirando en su utopía, como todas, imposible.

Y más, porque cobijados en el PRI alcanzaron fuerza y esplendor.

Y lo más indicativo, se habrían enriquecido, y/o de plano, multiplicaron su fortuna. Y lo peor, en la impunidad.

Más todavía, García Guzmán, con un hijito, ex diputado local y presidente municipal, y el otro, diputado local y con varios cargos públicos, ni más ni menos, en el duartazgo.

Todavía peor: ha de preguntarse el lado de la indignidad: si García Guzmán nominado por el PAN o Yunes Linares que lo cobija, por más que sean amigos desde cuando noviaban con un par de estudiantes de la facultad de Odontología de la Universidad Veracruzana.

Ni hablar: lucran con la miseria, la pobreza y la jodidez. Lucran con el hambre, el desempleo y los salarios de hambre. Lucran con la esperanza.

Y lucran con una despensita y con la promesa de un mundo mejor… siempre incumplido.

Mercenarios de la política y del poder público.

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