Maicear a reporteros
Por: Luis Velázquez
La política de comunicación social de la Yunicidad alcanzó su plenitud. Los diputados locales contando la billetiza. Uno de los poderes públicos, la presidenta de la Mesa Directiva, María Elisa Manterola, barajeando el billete para los medios ante la mirada fiscalizadora del legislador de MORENA, Amado Cruz Malpica.
¡Qué bonita familia!
Nunca antes en la historia del Congreso. Casi casi, digamos, a la altura de Porfirio Díaz Mori. “Los reporteros están contentos, decía, si se les maicea”. Y los maiceaba. Incluso, hasta financió el primer periódico moderno del país con rotativas compradas en Estados Unidos. Se llamaba “El Universal” y el director era Reyes Spíndola, su cuatazo. A tono con la predica de Benito Juárez, su paisano y maestro que había sido. “Para los amigos, justicia y gracia. Para los otros, justicia a secas”.
Y es que en la historia local, como en la viña del Señor, hay de todo. Por ejemplo, he aquí algunas filosofías de vida con que algunos políticos se han relacionado con los medios.
La fidelista Carolina Gudiño Corro en su tiempo de presidenta municipal de Veracruz. En cada cumpleaños de un reportero solía enviarles “Trompos de pastor”.
Elizabeth Morales, la delegada federal de la PROFECO, en su alcaldía de Xalapa. El día de la libertad de prensa solía rifar una velada romántica en un hotel con suite de lujo.
Mario Tejeda Tejeda, el líder de los Viagra. Suele regalar a los reporteros tamales de masa que compra a orilla de carretera en los Llanos de Sotavento, su feudo.
Renato Tronco, en su tiempo de diputado local y de alcalde de Las Choapas. En el cumple de un trabajador de la información llegaba trepado en su caballo y sintiéndose Joan Sebastián interpretaba canción ranchera. Luego, rifaba un cochecito de lo más austero.
“UN MAL MOMENTO”
Jon Rementería Sempé, cuando era alcalde jarocho. Regalaba liposucciones y operaciones quirúrgicas a las reporteras y que consideraba el mejor obsequio del mundo.
José Ramón Gutiérrez de Velasco, otro alcalde jarocho. Regalaba viajes a La Habana, incluidas una que otro jinetera según el grado de confianza y afecto y servicios prestados por el diarista.
Enrique Romero Aquino como presidente del CDE del PRD. Rifaba cacerolas y sartenes entre las tundeteclas.
Miguel Ángel Briones, ex regidor en Xalapa en el tiempo de Elizabeth Morales. Enviaba cajas de jabones con una despensa alimenticia.
Marlon Ramírez como presidente del CDE del PRI, años ha. Rifaba tanques de gas.
Fidel Herrera Beltrán. Repartía automóviles entre los reporteros y fotógrafos cercanos.
Javier Duarte. Rifaba coches entre los trabajadores de la información.
Héctor Yunes Landa. Sólo hablaba por teléfono para felicitar y eso como un relámpago. Entrada por salida, porque tenía prisa.
Juan Carlos Molina Palacios. Envía cientos de tamales de barbacoa en el cumpleaños del periódico para así festejar a todos.
Entre otros.
Con todo, ninguno puede compararse con la LXIV Legislatura que en “una pollita” juntaron el suficiente dinerito en efectivo para obsequiar sobres con tres mil pesos a los reporteros de la fuente.
Y, de ñapa, el folclore. Contar uno tras otro en público, dejándose fotografiar para inmortalizar lo que luego la diputada María Elisa Manterola llamó “un mal momento” en tanto el vocero del Congreso justificó diciendo que únicamente se trató de una cortesía navideña a los medios.
Sólo faltó invitar a los reporteros a una comelitona en la cantina “La doña”, en las faldas del río Bobos, a la altura de Martínez de la Torre, con todo y show, por ejemplo, con Paquita la del barrio cantando “Rata de dos patas”.
Y más porque la Manterola representa al Poder Legislativo que junto con los poderes Ejecutivo y Judicial significan la trilogía del Estado de Derecho.
EL CARTEL DE PALACIO…
Desde entonces, los medios de Xalapa se fracturaron una vez más.
Unos, contando la historia noticiosa del día conocida como “La billetiza”.
Y los otros, enervados contra quienes describieron la historia, digamos, por su indiscreción y/o por la exhibida…, que cada quien habla de la fiesta según le va.
Como quien dice, el mismo cuento del duartismo en que fue creado el llamado “Cartel de Palacio”, y al que pertenecían los reporteros que solían tirar incienso al góber tuitero… a cambio de privilegios y canonjías.
El “Cartel de Palacio” que también llegaba a la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas, la dichosa CEAPP que con un presupuesto anual de 21 millones de pesos sólo sirvió para “tirar incienso” al duartismo, empezando por al jefe máximo del priismo.
“La billetiza” se ha dado en medio de la austeridad. Recorte de personal y sin liquidar ni tampoco pagar el aguinaldo, plazas congeladas, feroz persecución de “aviadores”, nuevos préstamos solicitados, ninguna obra pública iniciada ni continuada, promesas de que el futuro inmediato será mejor y funcionarios públicos trabajando sin cobrar su salario.
En todo caso, se entendería que los diputados locales, que sí estarían cobrando su dieta, dispusieron de parte de su sueldo y/o del aguinaldo proporcional para entregarlo a los reporteros de la fuente.
Y como son tan honestos a prueba de bomba en nombre de la transparencia y la rendición de cuentas lo contaron en público para que nadie dudara entre ellos de irse al monte.
Un nuevo estilo de gobernar y ejercer el poder se ha instaurado.
Sólo faltaría con tal ejemplo que de aquí para adelante, el diezmo y el doble diezmo y el billete de los trastupijes (“Operación licuadora”, narcoingresos, “chupaductos”, desapariciones forzadas, empresas fantasmas, constructoras, etcétera) sea ventilado en público.