sábado, mayo 4, 2024

Expediente 2016

Desasosiego en Veracruz

Por: Luis Velázquez

Durante 27 días, en ningún momento Veracruz ha conocido la paz social. De por medio se ha atravesado el juicio político, social, penal y moral a Javier Duarte y a su padre putativo, el cónsul de México en Barcelona. Y un solo objetivo, hundir en el sótano, mejor dicho, en el fondo del infierno, al tambaleante gobierno de la llamada “Decena Trágica” del Golfo de México.

El manotazo de Los Pinos, la PGR, la Auditoría Superior de la Federación, el gobierno local y el CEN del PRI ha sido retumbante. Duarte, por ejemplo, cumple hoy 72 días como prófugo de la justicia, sin que nadie pueda cobrar los 15 millones de pesos de recompensa por datos que lleven a su captura. Todavía peor, Duarte se ha convertido en un genio del mal, pues a todos se les ha evadido. Y, de ñapa, el pitorreo. Que lo vieron en Costa Rica y que antes en Guatemala y que en España y que en un rancho de Chiapas.

En medio de todo, y contra viento y marea la tormenta mediática. Si el fugitivo más famoso de la PGR todavía enfrentará el proceso penal cuando “tarde o temprano” sea capturado, los medios ya lo han sentenciado, quizá, acaso, como una expresión popular.

Por eso, incluso, el presidente del comité del carnaval jarocho ha anunciado que Duarte será quemado la noche de Juan carnaval, porque sólo así la población alcanzaría la dicha y la felicidad, digamos, y en todo caso, como un simple desahogo.

Y mientras el PRI sigue expulsando a duartistas (ya lanzó a Arturo Bermúdez Zurita, Gabriel Deantes Ramos y José Antonio Chara Mansur y seguirá con Tarek Abdalá), hasta las esposas han salido mal paradas.

El góber azul, por ejemplo, reveló al reportero de Televisa, Carlos Loret, el calambre al prestanombre de Duarte, José Juan Janeiro Rodríguez, de que iría por su esposa, y a Moisés Mansur, de que iría por la suya, y uno y otro se arrodillaron y despepitaron todo, absolutamente todo, del ex góber tuitero, cuando, caray, Judas sólo se volvió traidor por 30 monedas.

EL PETATE DEL MUERTO

Fiel a su sicología, el góber azul todavía sigue “asustando con el petate del muerto” con más calambres. Entre ellos, el caso de “las maletas voladoras” en helicópteros volando del aeropuerto de Xalapa a la zona conurbada de la Ciudad de México y el estado de México, y en donde, ninguna duda hay de que el diputado local, Vicente Benítez, sabe demasiado, y por eso mismo, quizá, su esposa también se amparara.

Se trata, entonces, de grabaciones en su posesión y que según la conseja popular le habrían entrado tanto Jaineiro y Mansur como, digamos, Érick Lagos y Jorge Carvallo junior en un intento por salvar el pellejo.

Y es que con la fama pública del Yunes azul de peleador callejero y fajador de cantina, el límite de la angustia y la desesperación trascendería todos los umbrales del dolor humano de ver a la esposa, a los hijos, a los padres, por ejemplo, en la cárcel.

Así, se ha llegado a la humillación humana en que todos quien evitar una celda penitenciaria en tanto el góber azul y los suyos son los únicos que alcanzan la felicidad plena, porque los otros están atrapados y sin salida en el infierno y ni siquiera la paz deseada en la misa cuando la misa ha terminado les consuela.

Y más, cuando en este proceso de delaciones se actúa como un agente del Ministerio Público siniestro y perverso argumentando, como en “la guerra sucia” que otros han delatado y entregado grabaciones.

EL 2018 BIEN VALE UNA MISA

El discurso espinoso y simbólico, incendiario, ha descabezado por completo a los duartistas y los fidelistas “han puesto las barbas a remojar”.

Además, los priistas andan sin un líder y una estrategia definida hacia el futuro inmediato con la elección de los 212 alcaldes y 3,500 síndicos y regidores, mirando la conversión kafkiana de un PRI rojo azulado.

Y es que el huracán de la Yunicidad sigue estremeciendo a decenas de políticos de todo el arcoíris tricolor, a excepción del presidente del CDE, lejos, muy lejos, de los vaivenes políticos.

El viento huracanado que sacude a Veracruz desde principio de año y que se dimensionara el 5 de junio en las urnas y se reinventara después hasta la fecha ha desacredito en todos los terrenos al priismo, en tanto el índice de popularidad del góber azul va para arriba.

Tanto va para arriba que, por ejemplo, sin tener una bola de cristal le dará para ganar la mayoría de alcaldes el año entrante y la gubernatura para uno de sus hijos en el sexenio 2018/2024, sin que el ruido del nepotismo lo cimbre.

Y más, si de por medio aplican de norte a sur y de este a oeste la estrategia de Boca del Río de despensas cada mes para los pobres y los miserables, en que están 6 de cada 10 habitantes de Veracruz según el CONEVAL.

El año terminará sin que se conozca la paz social y que se deriva de un proyecto social apegado a un Plan Estatal de Desarrollo del que ya nadie se acuerda, más allá del grave pendiente de pacificar cada uno de los rincones geográficos y garantizar el empleo, la educación y la salud de los jodidos, porque “los ricos, como dice Lula, solitos se cuidan”.

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