Hillary Clinton exhibía ayer una leve ventaja en los sondeos para las elecciones presidenciales de mañana en Estados Unidos, al tiempo que Donald Trump realizó una maratón por cinco Estados en un esfuerzo para cerrar las diferencias a horas de los comicios.
Los dos principales candidatos organizaron para los dos últimos días de la campaña una agenda frenética, concentrada en aquellos estados donde los sondeos no indican un claro favorito o donde la disputa está más ajustada.
Entre ayer y hoy, Trump viene realizando paradas en Iowa, Minesota, Michigan, Pensilvania, Florida, Carolina del Norte y New Hampshire, estados considerados fundamentales para conseguir la victoria.
«El impulso está de nuestro lado», dijo ayer el presidente del Comité Nacional del partido Republicano, Reince Priebus, a la red de televisión ABC. «Si ganamos un estado como Michigan ya lo verán, esto está liquidado».
Para el equipo de campaña de Clinton, sin embargo, la insistencia de Trump en el estado de Michigan es apenas un acto desesperado.
«Nos sentimos bien, estamos cerrando la campaña de forma muy fuerte, pero es obvio que tenemos una increíble cantidad de trabajo que hacer», expresó ayer el coordinador de la campaña de Clinton, John Podesta.