sábado, julio 12, 2025

Proclamaron santo a ‘El Niño Cristero’

Vaticano.- Desde la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco proclamó al nuevo santo mexicano, José Sánchez del Río, mejor conocido como ‘El Niño Cristero’, quien fue asesinado a sus 14 años en 1928 en medio de la Guerra Cristera.

Tras proclamar la santidad en latín para el mexicano, el nombre del santo fue incluido en el libro de los santos de la iglesia, convirtiéndose en el santo número 32 para México.

En el transcurso de la ceremonia ante decenas de miles de fieles fueron proclamados santos, ‘El Niño Cristeo’, el argentino José Gabriel del Rosario Brochero, conocido como el ‘cura gaucho’. y otros cuatro hombres que fueron presentados como propuestas meses atrás.

Fue el prefecto de la Congregación  para la Causa de los Santos, el cardenal Angelo Amato, acompañado de los postuladores que en el caso de «Joselito» fue el español Fidel González, presentó a Francisco la petición de canonización y leyó una breve biografía de cada uno.

Luego de ser nombrados santos, se procedió a llevar hacia el altar las reliquias de los nuevos santos.

Las ofrendas estuvieron a cargo de Ximena Guadalupe Magallón Gálvez, la niña que se curó por la intercesión de Joselito, y que fue considerado el segundo milagro para que fuera canonizado.

José Sánchez del Río, también conocido como el “niño cristero” o «Joselito», nació en Sahuayo, Michoacán, el 28 de marzo de 1913. En 1926, cuando estalló la Guerra Cristera, José y sus hermanos se adhirieron a las fuerzas rebeldes al régimen anticristiano.

El 25 de enero de 1928, «Joselito» fue capturado y trasladado a Sahuayo para encarcelado en la iglesia parroquial, la cual había sido profanada y devastada por los federales. Le propusieron negar su fe a cambio de huir y evitar la condena a muerte, pero él rechazó la propuesta.

El ahora santo fue torturado y obligado a asistir al ahorcamiento de uno de sus compañeros de prisión.

Al «niño cristero” le desollaron las plantas de los pies y lo obligaron a caminar hasta el cementerio donde se encontraba la fosa donde sería enterrado. Al ser apuñalado José gritaba “¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Virgen de Guadalupe!”. Finalmente, fue asesinado con un disparo de arma de fuego el 10 de febrero de 1928.

El 20 de noviembre de 2005 fue beatificado por el papa Benedicto XVI en la ciudad de Guadalajara.

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