El candidato presidencial republicano, Donald Trump, evidenció su inexperiencia política al no prepararse para el primer debate que tuvo con su contrincante demócrata, Hillary Clinton. Sin embargo, el enfrentamiento de sus compañeros de fórmula -a principios de esta semana- parece haber sido una señal para el magnate sobre la relevancia que tiene la preparación de cara a la siguiente instancia, que se repetirá este domingo.

El gobernador de Indiana y candidato republicano a vicepresidente estadounidense, Mike Pence, fue -según las encuestas- el ganador del primer y único debate entre los compañeros de fórmula de Trump y Clinton. Esto le servirá al empresario como punto de partida para el debate que él protagonizará junto a Hillary este domingo.

La instancia se llevará a cabo en la Universidad de Washington, en St. Louis, Missouri, y será moderado por dos periodistas: Anderson Cooper (CNN) y Martha Raddatz (ABC), ambos de tendencia liberal.

El debate no tendrá el mismo formato del anterior, realizado el 26 de septiembre. Si bien también durará 90 minutos, esta vez tendrá un estilo denominado de «junta de vecinos», en el que la mitad de las preguntas serán hechas por ciudadanos y las otras basadas en temas de interés público.

Los candidatos tendrán dos minutos para responder a cada pregunta y los ciudadanos que intervendrán fueron seleccionados previamente por Gallup, una empresa que realiza encuestas de opinión.

Si bien el primer debate presidencial siempre tiene mayores ratings que el resto, el segundo se considera como la última oportunidad de los aspirantes a la Casa Blanca para darse a conocer y posicionarse: después del segundo debate la cantidad de televidentes tiende a disminuir drásticamente.

A eso se le suma que hoy, casi a la misma hora, se televisará un partido de fútbol americano entre los New York Giants y los Green Bay Packers, lo que probablemente reste público al debate.