Ciudad de México.-Ha recomendado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en más de una ocasión implementar una “segunda ola de reformas estructurales” a México, para aumentar la productividad y el crecimiento mediante políticas educativas y laborales. Sin embargo, las primeras reformas, que prometían ser el sello de esta administración, no han logrado hacer espuma. La economía del país no creció más e incluso comienza a desacelerarse.
El Salinismo (1988-1994), se privatizó Teléfonos de México (Telmex), las carreteras y las aerolíneas, el sector siderúrgico (Altos Hornos de México), los seguros, las cadenas hoteleras, los medios de radiodifusión (Imevisión dio lugar a TV Azteca) y la banca, se firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Estados Unidos y Canadá, lo cual eliminó todos los aranceles al comercio trilateral. El Foxismo (2000-2006), también dejó su huella: se inauguró la Biblioteca José Vasconcelos, con un costo de más de 2 mil millones de pesos. Sin embargo, esa que fue la máxima inversión en infraestructura de ese sexenio tuvo que cerrarse por un tiempo debido a fallas en la construcción y en la seguridad para los visitantes.
Además, a pesar de que no se implementó una Reforma Energética, los altos precios del petróleo que superaban los 50 dólares por barril permitieron que los ingresos petroleros tuvieran una tasa media de crecimiento anual del 10.3 por ciento, de acuerdo con el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP). El dinero se destinó a las reservas internacionales y a los trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Durante el Calderonismo (2006-2012), se comenzó la construcción de el Puente Baluarte, ubicado en un tramo de la carretera Durango a Mazatlán y surgió la polémica Estela de Luz, en el marco de las celebraciones del Bicentenario de la Independencia, cuyo costó se elevó a mil 035 millones de pesos y se inauguró con retraso hasta el 2012. La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción calificó como obras emblemáticas del sexenio el Túnel Emisor Oriente, que va del Valle de México a Tula, Hidalgo; la Presa La Yesca, en Jalisco, y la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, la cual contó con recursos del Gobierno Federal.
México no se expandirá más del 2 por ciento este año en comparación con el 2.5 por ciento del año pasado y definitivamente no llegará al 5 por ciento prometido por el mandatario. Mientras, durante los tres años y ocho meses del Gobierno de Enrique Peña Nieto, los proyectos salvo la línea 2 del Mexibús y la segunda parte del Viaducto Bicentenario se descarrilaron. Y de las reformas, su gran apuesta, siguen sin brotar los resultados esperados.