Ciudad de México.-La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH)invisibiliza las violaciones graves a los Derechos Humanos; por ello determina como violación a éstos (recomendaciones) menos del 1% de las quejas que tramita, aseguró la organización Efecto Útil al presentar el Informe Previo Efecto Útil sobre la CNDH.
La organización no gubernamental desglosó el documento que consta de 64 páginas, en éste afirma que la CNDH tiene prácticas institucionalizadas que revictimizan a las personas que solicitan su apoyo y evitan el conocimiento de situación de los Derechos Humanos en el país.
El informe señaló que la evaluación del desempeño de la CNDH fue sobre el cumplimiento del mandato constitucional que se otorga a la CNDH, el cual abarca las tres áreas: promover, supervisar y proteger los Derechos Humanos según los Principios de París.
Al respecto Cuauhtémoc Rueda Luna, director de la ONG Efecto Útil, Monitoreo de Organismos Públicos de Derechos Humanos, precisó que “el problema central que afecta a esta institución para la atención de quejas es la negación de las violaciones graves de los Derechos Humanos, convirtiéndose la misma CNDH en un ente violador de Derechos Humanos”.
El especialista señaló que este informe fue turnado al Subcomité de Acreditación del Comité Internacional de Coordinación de las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para su observación.
Al respecto Cuauhtémoc Rueda reflexionó que hasta este momento, la CNDH es la única institución que puede vigilar la actuación de los restantes 32 organismos públicos locales de Derechos Humanos. “Sin embargo, es preocupante este criterio ya que también implica que la CNDH no puede ser vigilada en el cumplimiento de sus obligaciones respecto de las víctimas de violaciones de Derechos Humanos”, señaló.
Opacidad en la CNDH
Por otra parte de acuerdo con información de la misma CNDH el número de expedientes totales de los que tuvo conocimiento en el periodo 2004-2015, fueron 83 mil 418 de estos 5 de cada 10 casos son considerados como no violatorios de Derechos Humanos, y menos de 1 de cada 10 habría sido violación a Derechos Humanos.
Para Cuauhtémoc Rueda estos números son una alerta amarilla en la actuación de la CNDH, “esto debería preocupar a cualquier observador si se atiende a que la CNDH ha determinado que sólo en 0.8% de sus expedientes se ha comprobado la violación de Derechos Humanos.
“Los problemas que representan la falta de transparencia de la CNDH, no sólo respecto de las conciliaciones sino respecto de otros ámbitos de su trabajo, genera que las víctimas de abusos y el público no obtengan acceso a información crucial que la CNDH tiene.
De acuerdo a la información del periodo 2004–2015 en la CNDH existe una dinámica institucional que no da cuenta adecuadamente de la obligación de investigar y determinar si existieron o no violaciones de Derechos Humanos.
El universo de la CNDH indica que de 10 mil 087 casos de presuntas violaciones graves en un importante número de casos, la CNDH no investiga y determina si existieron o no violaciones de derechos humanos, pues a pesar de ser violaciones graves resuelve en cada 4 de cada 10 mediante el enfoque de intereses o conciliación.
A manera de conclusión el informe señala que la CNDH tiene acceso a información importante respecto de las violaciones de Derechos Humanos en el país, pero ésta información carece de publicidad como consecuencia de que sólo sus recomendaciones reciben la publicidad adecuada. Así las inadecuadas prácticas de investigación y de determinación de los casos en la institución, producen una baja emisión de recomendaciones, lo cual genera un preocupante ámbito de opacidad.
Finalmente el texto señala que el uso excesivo de la conciliación muestra prácticas institucionalizadas que inciden en que un número importante e indeterminado de víctimas de violaciones graves de Derechos Humanos, se vean sin acceso a sus derechos a la verdad, justicia y reparación, además existe una preocupante práctica de subcalificación de los casos de tortura para calificarlos como tratos crueles, inhumanos o degradantes, estos últimos, que son la inmensa mayoría, son tratados bajo el enfoque de intereses, por lo que se encuentran sujetos a un ámbito de opacidad que no es apropiado para las víctimas ni para el interés público.