El amor entre Sofía Castro y Jorge Álvarez es fuerte y sólido. La actriz ha abierto su corazón en redes sociales para demostrar que pasa por una de las mejores épocas de su vida, pues además de disfrutar de los éxitos profesionales que sus más recientes proyectos le dejaron, la hija de Angélica Rivera, también triunfa en el amor. Con una instantánea publicada en su cuenta de Instagram, la actriz de 19 años demostró lo enamorada que está de su novio a quien describió en la imagen como ‘Mi mejor mitad’.

En la fotografía, Sofía toma del cuello a su novio, mientras que él la mira con una sonrisa. Así, la joven da por sentado que su relación va viento en popa, pues además, el chico respondió “Te amo” a su publicación. La cuenta de Instagram de Jorge, hijo del ex Secretario de comunicaciones,  Jorge Álvarez Hoth, también se ha llenado de las imágenes de su relación.

En su relación han existido altibajos, pero los chicos han sabido superarlos con madurez y, sobre todo, con amor. Así, con el paso del tiempo, Sofía y Jorge han demostrado que son una pareja que sabe resolver dificultades, aun cuando estas incluyen tierra de por medio, pues han estado separados físicamente en más de una ocasión y al parecer, esto está a punto de ocurrir nuevamente.

Hace unas semanas, Sofía manifestó sus planes de mudarse a Los Ángeles para seguir preparándose profesionalmente, así que la pareja tendrá que hacer un esfuerzo por mantenerse unidos y en sincronía. Su historia comenzó en 2010, cuando los dos eran apenas unos adolescentes. Sofía tenía 14 años cuando él le declaró su amor con mariachi y por supuesto, ella no se pudo resistir.

Durante dos años, del 2010 al 2012, fueron pareja, sin embargo, la carrera de la actriz y sus estudios en Madrid, impidieron que la relación creciera y, sin hacer mucho ruido, se separaron para seguir cada quien su camino. Sin embargo, en 2015 volvieron a verse y retomaron su relación más fuerte que nunca, pues se les ha visto juntos en eventos importantes para sus familias, como la graduación de Alejandro Peña, a la cual acudieron de la mano y sonrientes.