El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), calificó como preocupante las carencias en los servicios básicos que enfrentan más de la mitad de las escuelas primarias mexicanas.
Alrededor del 3.1 por ciento de los centros educativos a nivel primaria carecen totalmente de los servicios básicos; sólo el 52.6 por ciento son considerados seguros por el tipo de material de construcción en techos, pisos y muros; ocho de cada diez escuelas tienen energía eléctrica todos los días y el 7.7 por ciento no tiene acceso a la electricidad, informa la Evaluación de Condiciones básicas para la Enseñanza y el Aprendizaje (ECEA) 2014.
Entre 30 y 40 por ciento de las primarias no tienen garantizados los servicios básicos como agua, luz, drenaje y tienen problemas con barandales, escaleras, muros, techos y pisos, lo cuales sufren daños por la humedad.
Asimismo también son preocupantes las condiciones de higiene, ya que el 33.8 por ciento de las escuelas primarias nunca ha fumigado; sólo el 42.5 por ciento de las escuelas tiene agua purificada para dar de beber a los alumnos; y en 11.5 por ciento no han dado mantenimiento ni limpieza a tinacos y cisternas.
Se registra en dicho estudio que 13.7 por ciento de las primarias tienen un déficit de aulas por lo que no pueden cubrir con la cifra requerida de alumnos en un salón de clase; por lo que tres de cada 10 maestros considera que el espacio del aula es pequeño en función al número de estudiantes que aprenden en éste.
En lo que refiere a la seguridad de los planteles, el 20.9 por ciento de estos no cuenta con recursos para afrontar medidas en caso de emergencia.
Si bien se plantea como preocupante las carencias en las escuelas primarias, es importante recalcar que con el recorte de presupuesto anunciado la semana pasada, el mensaje es contrario, ya que afectarán programas prioritarios, entre ellos la educación, donde se redujo en un 14.4 el gasto para rehabilitar planteles, así como el Programa Escuelas de Tiempo Completo con una reducción del 4.7 por ciento, que repercutirá principalmente estados como Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca.