Por: Ignacio Carvajal

Coatzacoalcos, Ver.-Debes proceder contra Javier Duarte de Ochoa y su pandilla, de lo contrario, te conviertes en cómplice y así no puedes ser Fiscal.

Así encaró Miguel Ángel Yunes Linares, candidato del PAN-PRD al Gobierno de Veracruz, a Luis Ángel Bravo Contreras, fiscal general del Estado, el pasado 27 de mayo, cuando ambos se reunieron en el despacho de Braco Contreras para hablar sobre las denuncias contra su jefe y amigo, Javier Duarte de Ochoa.

Por primera vez, pese a varias asistencias a la Fiscalía, Yunes Linares fue atendido en persona por el otrora litigante cordobés, quien le abrió las puertas de su oficina para escuchar lo relacionado a la ampliación de la denuncia presentada contra Duarte de Ochoa y varios de los integrantes de su gabinete, y algunos más que ahora son diputados federales.

«Cuál fue mi sorpresa, que al entrar a su oficina, el expediente con mi denuncia, lo tenía aun lado, en su escritorio, igual, lo que quiere decir que lo tenía en la congeladora.

Yunes Linares, en visita de cortesía al Liberal del Sur, sopesa los datos sobre desaparecidos, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, infiltración de la delincuencia en la policía, todo un caldo de cultivo que mantiene a Veracruz en la peor crisis de violaciones a los derechos humanos.

De Coatzacoalcos el aspirante está enterado de los comentarios en torno al caso del abogado Jorge Álvarez Javier, quien supuestamente fue sustraído de su vivienda por policías, y después apareció muerto en un enfrentamiento con la Fuerza Civil.

Yunes Linares está seguro de que Veracruz está marcado por las injusticias, y muchas de ellas provienen del sistema de gobierno creado por Duarte de Ochoa, pues de entre todo lo malo cometido por su gobierno, entre lo peor, figura la «destrucción de las instituciones».

Aclara que no anda haciendo campaña con el dolor de los padres de los desaparecidos, de las madres de los ejecutados extrajudicialmente, y de las víctimas de las injusticias «no quiero usar ese elemento para pedir el voto, sólo les digo que en mi gobierno, habrá respeto al estado de derecho, se aplicará la ley, se hará una limpia en la Fiscalía, y haremos justicia al que está lastimando».

En esos minutos con el Fiscal General, el pasado 27 de mayo, Yunes Linares -cuento- le hizo una exigencia y le entregó un aviso:

«Le dije algo que hoy hago público, público: ‘a usted, señor fiscal, el primero de diciembre, lo llamaré a cuentas. Usted puede ser muy autónomo, pero yo seré el gobernador del estado, y si usted no actúa contra Duarte y su pandilla, usted se convierte en cómplice, se convierte en delincuente y un delincuente no puede ser Fiscal de Veracruz'».

Quince días antes, Luis Ángel Bravo Contreras dijo en Coatzacoalcos, que ante el escenario de un cambio de gobierno, él no se siente preocupado, «yo soy el fiscal general de los veracruzanos, y no me meto en grillas».

Yunes Linares finalizó la entrevista diciendo que la «forma de sanar las heridas de las personas lastimadas, en las familias de los desaparecidos, la única vía, es la justicia. Hacer justicia comenzando por el Gobernador, por el secretario de Seguridad Pública, por el fiscal mismo, pues no han actuado de acuerdo con la ley, que se han vuelto cómplices».

Recordando el pastelazo

El ex presidente Felipe Calderón ya se encontraba en el aeropuerto listo para retoñar a la Ciudad de México después de haber encabezado el cierre de campaña de Miguel Ángel Yunes Linares en el Boulevard Vicente Fox de Boca del Río, el domingo por la tarde.

«Tanto le gustó el evento, que ya como a las ocho de la noche, me llamó por celular y me dijo: ‘oye, me gustó mucho el cierre, me recordó mis días de candidato, y si quieres, ahorita mismo me regreso a cenar contigo'», dijo Miguel Ángel Yunes.

El candidato al Gobierno de Veracruz por el PAN-PRD entonces pidió que le reservaran una mesa en el restaurante Las Velitas, en Boca del Río, ubicado sobre el Boulevard Adolfo Ruiz Cortines.

Hasta ese lugar, y con un operativo discreto de seguridad del Estado Mayor, llegó el ex presidente panista para cenar con su ex director del ISSSTE.

La gente reconoció a Calderón, y casi todos se pusieron de pie, otros más le aplaudieron y le felicitaron por su trabajo cuando vivió en Los Pinos.

«Calderón es una persona que cuida mucho las formas, es un ex presidente sobre valuado al que la ciudadanía respeta, y felicitan cuando lo ven», dijo Yunes Linares mientras recorría los pasillos de Liberal del Sur.

A las seis de la mañana había salido de su residencia al sur de Veracruz para acompañar a los integrantes de la CMIC en una mesa de trabajo para exponerles sus propuestas. Apenas había dormido unas cuantas horas, pues la cena con el ex secretario de Energía y ex dirigente del PAN nacional, se prolongó casi de las 8:30 hasta la medianoche.

Durante el encuentro, Calderón recordó el evento del pastelazo, que fue interpretado por muchos columnistas nacionales como una mofa del Presidente al director del ISSSTE en ese entonces.

«Yo ya me disculpé contigo una vez, pero lo quiero hacer de nuevo», dijo Calderón a Yunes.

«Nombre, no te preocupes, fue un acto de confianza, a mí me dio mucha risa», respondió Yunes Linares.

«Pero en verdad, no quiero que te ofendas, no fue así».

«Claro que no, fue como estar en casa, con los amigos, con la familia, lo primero que haces, en esos casos, es arrojarlo sobre el pastel», repuso Yunes, y le remacho:

«No me ofendió, me dio mucha risa».

«Claro que no fue una ofensa, fue una muestra del cariño que te tengo», concluyó Calderón, quien posteriormente se retiró a pasar la noche en un hotel de la zona turística.