La doctora Aleida Azamar Alonso investigadora de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), en Estudio Colectivo ‘Carga económica de la obesidad y sus comorbilidades en pacientes adultos en México’ arrojó que la obesidad en México genera costos por 120 mil millones de pesos, sin contar gastos indirectos por pérdida de productividad ni de los asumidos por los propios enfermos y familiares en medicamentos o cuidados hospitalarios.
La profesora expuso la ausencia de programas de prevención, aun cuando llevándolos a cabo representarían un ahorro que nos convendría mucho más que seguir invirtiendo en tratar el mal, el costo ascendería a 216 pesos per cápita.
En el mundo existen mil 700 millones de personas con sobrepeso, de las cuales 132 millones padecen obesidad, desde la década de 1980 se incrementó exponencialmente.
La Dra. Azamar Alonso, explicó que 90 por ciento de esos casos reporta diabetes mellitus tipo 2, 70 por ciento hipertensiones, padecimientos cardiovasculares, cáncer de mama y próstata.
Entre comorbilidades, las hipertensión es la más peligrosa y común.
Después de los 20 años de edad; 86 por ciento de la población inicialmente analizada mediante el modelo falleció por alguno de los trastornos descritos, abundó.
En el estudio se retomó el Índice de Masa Corporal, en un parámetro que ubicado entre 25 y 30 indica sobrepeso en la persona, mientras que por arriba de 30 revela obesidad.
“Son externalidades negativas que la gente no toma en cuenta”, indicó el Dr.
De entre los gastos indirectos se cuenta con el desembolso por pérdida de productividad, que estimó en 300 mil millones de pesos anuales, recursos económicos desperdiciados por faltas o ausencias en el trabajo asociadas a complicaciones por obesidad.
“Somos el segundo país a nivel mundial en enfrentar esta problemática, incluso estamos por arriba de algunos de Asia y América Latina. La obesidad está presente tanto en niños como en adultos y cada día genera muertes prematuras”, señaló la académica del Departamento de Producción Económica.
En la investigación participaron economistas, médicos y actuarios del Instituto Nacional de Salud, el Hospital Infantil de México Federico Gómez, de la Ciudad de México, la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Nacional y la UAM, los coordinadores por Herman Soto de HS Estudios Farmaeconómicos.