sábado, mayo 4, 2024

Oficio en decadencia

Por: Editorial

San Andrés Tuxtla, Ver.- El señor Martín Cobix es una persona común y muy conocida en el centro sanandresino, él como muchos otros se dedica al aseo y limpieza del calzado, durante 20 años se ha desempeñado en esta actividad la cual le ha dado el sustento para su familia.

Comenta que años atrás, trabajaba en una fábrica de mosaicos, la cual tuvo un recorte en sus empleados y entre esos tantos estaba él. Esa situación y al verse con una familia que mantener, fue lo que lo llevaron a buscar para la comida de cada día, haciéndose de un cajón de madera sencillo en el cual metió lo indispensable e inició a recorrer las calles de esta ciudad en busca de clientes. Tiempo después logró establecerse en una de las esquinas del parque Lerdo, permaneciendo ahí desde hace más de una década.

A comparación de otros años, este tipo de servicio tenía una gran demanda, pero conforme pasa el tiempo el requerir del servicio de un lustrador de zapatos es cada vez más innecesario, esto se debe a los productos que la misma industria del calzado ha creado y que permiten a las familias limpiar los zapatos desde casa y con menos inversión económica y de tiempo.

Sin embargo, el entrevistado comenta que hay ciertos productos especiales para cada tipo de material en los zapatos, y que si uno lo hace desde casa, lo que se va a hacer es restarle al tiempo de utilidad a nuestro calzado.

Actualmente por lustrar los zapatos, el señor Martín cobra la cantidad de 15 pesos, y al día se realiza como mínimo 6 y 15 boleadas como máximo, es decir, una cantidad diaria de entre 90 a 240 pesos. Por ello el señor Martín Cobix invita a las personas a hacer uso de este servicio, ya que si bien es cierto se le da un mayor cuidado al calzado, también se apoya y reactiva la economía de las personas de nuestra ciudad.

Si bien es cierto, que algunas personas que se dedican a este oficio, lo hacen por distintas razones, entre las cuales puede ser su falta de oportunidades, o que no hayan tenido acceso a la educación, o que en algunos casos su edad sea un impedimento, también es de reconocer su visión de auto emplearse para salir adelante.

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