Ciudad de México.– Luego de que el Banco de México (Banxico) presentó sus estados financieros del Ejercicio Fiscal de 2015 y determinó la transferencia de 239 mil 093 millones de pesos por concepto de remanentes a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), analistas y un funcionario del Gobierno Federal afirmaron que una parte será transferida para apoyar a Petróleos Mexicanos (Pemex), actualmente en agonía no solo por la caída de los precios del petróleo, sino por la ineficiencia y corrupción en su administración.
Pemex, cuyo sindicato petrolero vota por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), debe cubrir un adeudo por 147 mil millones de pesos con más de mil 300 proveedores.
Grupo Financiero Ve por Más no descartó que una tercera parte de los remanentes sean transferidos a la empresa que dirige José Antonio González Anaya. Y Alberto Ramos, economista de Goldman Sachs Group en América Latina, dijo a Bloomberg que si eso lleva a una empresa más ágil, “pienso que es comprensible. Pemex necesita ajustarse a la realidad del nuevo precio del petróleo y la mayor competitividad en el sector”.
El pasado 20 de marzo, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) planteó que la estrategia que proponga el Gobierno Federal para apoyar a Pemex debe fortalecer la capacidad financiera y reestructurar a la petrolera, así como erradicar la corrupción en su interior.
En días pasados, analistas en temas de economía consideraron la posibilidad de que un porcentaje de los remanentes, una vez en manos de Hacienda, fueran destinados a Pemex, a fin de contribuir en su capitalización. Anteriormente, el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, expuso que el Gobierno Federal evaluaba inyectar capital a la empresa petrolera si presentaba un plan de mejora operativa y ahorro de costos.
Por otro lado Hacienda informó en un comunicado que continuará evaluando los esquemas de capitalización a través de los cuales apoyará en el financiamiento de la empresa petrolera.
La dependencia detalló que 167 mil millones de pesos, equivalentes al 70 por ciento del total de los remanentes, se destinarán a recomprar deuda existente del Gobierno Federal y a disminuir el monto de colocación de deuda durante 2016.
Del 30 por ciento restante, 70 millones de pesos se destinarán a una aportación al Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios, y aproximadamente 1.7 millones de pesos (97 millones de dólares) se utilizarán para pagar aportaciones pendientes a organismos internacionales.
El apoyo del Gobierno para Pemex, que el año pasado reportó una pérdida neta de 521 mil 607 millones de pesos en 2015 frente a los 263 mil 819 millones de pesos durante 2014, está condicionada a la aplicación de un plan de austeridad para contener el gasto, dijo el funcionario a Wall Street Journal.
La petrolera enfrenta un ajuste a su presupuesto por 100 mil millones de pesos –como parte del ajuste preventivo al gasto por 132 mil 300 millones de pesos– el cual aplica principalmente en su área de producción.
Para algunos analistas, la medida permitiría apoyar la confianza en las finanzas públicas del país, después de Moody’s Investors cambió la perspectiva de calificación de la deuda crediticia de México de estable a negativa por los bajos precios del petróleo y la debilidad del crecimiento económico. Los ingresos petroleros reportaron una caída de 354 mil 289 millones de pesos en 2015.
Por el momento, la calificación del país sigue en A3. En los próximos dos años, la calificadora evaluará los progresos realizados en la consolidación fiscal y los resultados del ajuste preventivo al gasto público por 132 mil 300 millones de pesos, y el adicional por 175 mil 100 millones de pesos.
Moody’s señaló que ante el “posible apoyo” del Gobierno a la petrolera, que enfrenta un problema de liquidez, el impacto fiscal podría “elevar la deuda del Gobierno Federal por encima del 40 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB)”.
Tanto Moody’s como Standard and Poor’s han reducido la calificación de Pemex a la baja este año destacando el desplome de los precios del petróleo.
El pasado 30 de marzo se anunció que Petróleos Mexicanos estaba analizando la posibilidad de colocar hasta 15 mil millones de pesos en deuda en el segundo trimestre del año como parte de su programa de financiamiento. En los primeros días de marzo, en el marco de su ajuste por 100 mil millones de pesos, colocó una deuda por 2 mil 250 millones de euros en dos bonos de referencia.
El programa de financiamiento de Pemex, además de considerar la emisión de bonos en el mercado de deuda, también utiliza la contratación de líneas de crédito sindicadas, líneas de crédito revolvente y financiamientos reestructurados.
Las emisiones de deuda se podrán realizar a partir de instrumentos a tasa variable, tasa fija nominal y tasa fija real, detalló Hacienda.
De acuerdo con el último reporte, Petróleos Mexicanos tiene 153 mil 85 empleados y el pasivo laboral de la empresa por concepto de jubilaciones y pensiones fue por 186 mil 482 millones de pesos en 2015.
Analistas tienen tiempo advirtiéndole al Gobierno Mexicano que el sindicato petrolero, en manos del Senador priista Carlos Romero Deschamps, está acabando con la empresa. Romero Deschamps y su sindicato han servido como una gigantesca caja grande del Partido Revolucionario Institucional (PRI). En 1999-2000 se descubrió que desvió mil millones de pesos para la campaña de Francisco Labastida Ochoa a la presidencia; perdió ante Vicente Fox Quesada, quien perdonó al sindicato y lo hizo su aliado.
Recientemente, la SHCP creó una especie de Fobaproa para pagar una parte del pasivo laboral de los trabajadores de Pemex. A ese fondo destinó 50 mil millones de pesos. El Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), gremio liderado por el Senador Romero Deschamps, es el beneficiario.
El Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) fue creado en 1995 para rescatar a los bancos por alrededor de 552 mil millones de pesos.
El fondo viene de la Reforma Energética de 2014, en la que el Congreso instruyó al Gobierno para que asumiera parte de las pensiones y jubilaciones de Pemex en caso de lograr un acuerdo con el sindicato. El año pasado se acordó subir de 55 a 60 años la edad de jubilación para quienes tengan menos de 15 años en la empresa y sus nuevos empleados, desde 2016, aportarán a su retiro con un esquema tipo Afore.
El pasado 20 de marzo, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) planteó que la estrategia que proponga el Gobierno federal para apoyar a Pemex debe fortalecer la capacidad financiera y reestructurar a la petrolera, así como erradicar la corrupción en su interior.
El organismo de investigación y análisis del sector privado mencionó que los precios del crudo, que se elevaron a partir de 2002 y que llegaron a un máximo de 102 dólares promedio por barril en 2012, solo escondieron el desequilibro estructural que la empresa petrolera mexicana había iniciado tiempo atrás.
Dijo que desde 2008 ya se mencionaba que la productividad de Pemex era una de las más bajas entre las empresas petroleras del mundo.
El CEESP destacó que en los últimos años la producción de la empresa petrolera se redujo de 3.38 millones de barriles por día a 2.27 millones diarios, lo cual contrasta con la plantilla laboral que en los últimos años se incrementó 4.2 por ciento.