•Manto de impunidad en Veracruz
•Peña Nieto, protector de Duarte
•Góber tuitero, cartucho quemado
Por: Luis Velázquez
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La mitad de la población de Veracruz está inconforme con Javier Duarte, JD, y la otra mitad de igual manera.
En el Congreso de la Unión, el PAN, PRD y MORENA han solicitado juicio político en contra de JD, pues su estilo personal de gobernar y ejercer el poder ha sembrado el rencor y el odio, incluso, al grado de una cascada de abucheos y hasta en ausencia.
Incluso, y por vez primera, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, de quien depende la paz pública, ha expresado que les ocupa y preocupa la efervescencia social en el territorio jarocho.
El mundo político ha expuesto en la pasarela que mientras el presidente Enrique Peña Nieto asestó un manotazo en Guerrero y Michoacán y desaforó a los gobernadores Ángel Aguirre Rivero y Fausto Vallejo, y metió al orden a Gabino Cué de Oaxaca y Egidio Torre Cantú de Tamaulipas, en Veracruz, simple y llanamente está dejando hacer y dejando pasar.
El politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica se explica la actitud presidencial de la siguiente manera:
En Veracruz, dice, existe una orden de aprehensión en contra de los cuatro juniors que habrían ultrajado a una chica de nombre Daphne, y no obstante, el Fiscal se hizo tonto para aplicarla.
Y se hizo tonto, porque alguien superior ordenó dar marcha atrás.
Y encima del Fiscal solo está Javier Duarte, JD.
al cual, si el secretario de Gobernación tolera demasiado y en demasía a JD… se debe que alguien superior lo está blindado.
Y ese alguien superior solo es Enrique Peña Nieto.
Y si Peña Nieto lo está protegiendo se debe a una sola razón: a que un político del mismo peso de Osorio Chong abogó por JD en Los Pinos.
Y ese alguien solo es Aurelio Nuño Mayer, secretario de Educación Pública, a través del diputado federal y asesor político de JD, Enrique Jackson Ramírez, quien fuera jefe de Nuño Mayer en su tiempo senatorial.
Pero además, dice Ronzón, está clara otra hipótesis: el dinero.
Y el dinero público que JD habría aportado a la campaña presidencial de Peña Nieto en el año 2012.
Y un dinero público millonario para alcanzar tales dimensiones de protección en que Los Pinos prefieren mantener a JD en la gubernatura en perjuicio de los 8 millones de habitantes de Veracruz.
Por eso el manto de impunidad.
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Más aún:
En Tabasco, el presidente del CEN del PRI, Manlio Fabio Beltrones, pidió que JD rindiera cuentas del estado revuelto y turbulento de cosas en que tiene a Veracruz.
Y al día siguiente fue obligado a recular, al grado que primero se desdijo inculpando a la prensa tabasqueña de mal interpretar su declaración porque se refería a todos a los gobernadores.
Luego, viaje a Boca del Río y en el café “La Parroquia, 207 años” pidió que nadie linchara a JD.
Y tal recule solo se explica a partir de que alguien superior se lo ordenó.
Y ese alguien superior se llama Enrique Peña Nieto.
Y/o en todo caso, Miguel Ángel Osorio Chong, acatando órdenes de arriba.
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Todavía más dice Ronzón:
Ninguna duda hay de que la pasarela mediática de Héctor Yunes Landa en la Ciudad de México clamando rendición de cuentas a JD fue operada por Beltrones.
De pronto, el Yunes rojo fue obligado a recular.
Y reculó en el WTC de Boca del Río cuando delante de la militancia priista se le tiró al piso a JD, incluso, de manera reverencial, su tlatoani, su gurú, el plus priista para ganar en las urnas, ajá.
Y tal revire solo se entiende a partir de que alguien superior se lo ordenó al Yunes rojo.
Y ese superior se llama Manlio Fabio Beltrones.
Javier Duarte protegido desde Los Pinos, gracias a Aurelio Nuño, quien de pronto y luego de que la encuesta lo ubicó en el sótano de cara a la carrera presidencial, ahora se ha retirado de la pasarela mediática y únicamente lo proyectan pero como candidato priista a Jefe de Gobierno en el DF para suceder a Miguel Ángel Mancera.
El padrino de JD descarrilado en la encuesta y descarrilado en su, digamos, legítimo sueño faraónico de gobernar la nación.
Perdió Aurelio Nuño, perdió JD.
Pero JD se mantiene.
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A estas alturas, observa el maestro en Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de España, donde JD cursara, dice, el doctorado en Economía, JD es un cartucho quemado para Los Pinos, pero sin embargo, lo mantienen blindado.
De entrada, el sexenio ya se le acabó y por tanto en 8 meses se irá.
Además, se irá desacreditado en Veracruz, en el país y en una franja del extranjero.
Y por tanto, ningún argumento político, social, administrativo, educativo, de salud, de seguridad y de justicia explica su permanencia en el poder.
Pero como Los Pinos lo protegen, entonces, y dada la cultura política, ahí seguirá, así merezca el irrespeto de la ciudadanía y tenga el repudio popular.
Incluso, al grado de que constituye un plus en contra de Héctor Yunes como candidato a la mini.
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Al lado de Javier Duarte, Fide Herrera es un santo.
Por tanto, es hora de solicitar el perdón al góber fogoso, porque creíamos que era el peor.
Viejo lobo de mar, mañoso, el fogoso se ha confinado en Barcelona en donde se está reinventando para el futuro post/duartiano.
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En la lógica del profe, el Peñismo está creído que con JD en la silla embrujada de palacio, el Yunes rojo ganará en las urnas.
Pero está corriendo mucho riesgo, dice.
El hartazgo ciudadano. La inseguridad. La impunidad. El desempleo y el subempleo. El cierre de empresas particulares y oficiales. El despido, por ejemplo, de 30 mil trabajadores de Pemex en Veracruz. El desorden administrativo, el caos financiero y la corrupción política. El enriquecimiento ilícito de duartistas. Los carteles, dueños de los pueblos y ciudades, las calles y carreteras.
Tal cual, y por más que el PRI recurra, por ejemplo, al voto del miedo y la compra del voto, y lance a mujeres discapacitadas de candidatas a diputadas locales esperando el voto de la misericordia y la compasión católica, la realidad es la siguiente, dice Ronzón:
La población de Veracruz será muy pendeja… si vota por el candidato del PRI a la mini.