martes, abril 30, 2024

Barandal

•Escuadrones de la muerte

•473 narco/policías jarochos

•Horror vivir en Veracruz

Por: Luis Velázquez

PASAMANOS: Según la Procuraduría General de la República, PGR, de los años 2011 a la fecha, en Veracruz han sido despedidos 473 policías estatales… por sus vínculos con la delincuencia organizada.

Y aun cuando la secretaría de Seguridad Pública dirá que si tienen unos 20 mil policías en la nómina, 473 malos policías nada significan y serían tanto como “una golondrina anunciando el verano”, una gota de agua en el océano, un frijolito en el arroz.

Pero al mismo tiempo, y según relato bíblico fue suficiente que Luzbel fuera lanzado del paraíso para crear y recrear el infierno.

Desde la mirada oficial, 473 narco/policías constituyen diríamos, un hecho aislado, pero según la población que ha sufrido y padecido tales excesos, se trata del infierno mismo.

Entre ellos, y por ejemplo, los padres y familiares de los cinco jóvenes originarios de Playa Vicente levantados en Tierra Blanca y entregados por el comandante Marcos Conde Hernández al jefe de plaza del Cartel Jalisco Nueva Generación de acuerdo con la revelación de Javier Duarte.

También están los 8 policías que en Papantla levantaron a tres jóvenes que hasta anoche permanecían en calidad de desaparecidos, ignorándose, por ejemplo, si de igual manera terminaron con los malandros.

Y más porque luego de la fuga de Joaquín “El chapo” Guzmán del penal de alta seguridad de Almoloya de Juárez, muchos capos fueron reubicados, entre ellos, “El Lucky”, el amiguito del diputado federal, Érick Lagos Hernández, internado ahora en el penal de Papantla.

Por eso es que el maestro en Ciencias Políticas, Carlos Ronzón Verónica, asegura que en Veracruz existen de hecho y derecho escuadrones de la muerte, al mejor estilo de cuando, por ejemplo, en la dictadura militar del general Jorge Arturo Videla en Argentina establecieran  un récord mundial con 30 mil desaparecidos.

BALAUSTRADAS: La reportera Melissa Díaz obtuvo la información de los narco/policías en base a la ley de Transparencia y Acceso a la Información ante la PGR.

En el año 2011, 166 policías estatales al mando de Arturo Bermúdez Zurita fueron consignados por sus relaciones con la delincuencia organizada.

En el año 2012,162, manteniendo el récord.

En el año 2013, habría bajado a 121.

En el año 2014, descendió, oh paradoja, oh milagro superior, a 40.

En el año 2015, se conservó en 40 y, que por lo pronto bastaría referir que en este año ocho policías estatales, incluido el delegado de Seguridad Pública están confinados en varios penales acusados de desaparición forzada en Tierra Blanca.

Además, los 8 policías municipales de Papantla recién detenidos por el levantón de tres jóvenes.

De cualquier manera, 473 elementos policiacos, sean estatales o municipales, significa el terror y el horror, la incertidumbre y la zozobra, para la población, pues está segura de que al toparse con un policía y/o una patrulla en la calle o en la avenida, nadie tiene la certeza de que son, digamos, buenos elementos.

Más si se recuerda que los policías municipales de Papantla detenidos por desaparición forzada aprobaron los exámenes de calidad, y por tanto, formaban parte de ese mundo utópico denominado policía acreditada.

Y más por lo siguiente:

En el tiempo de Fernando Perera Escamilla como presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, los policías ocuparon el primer lugar en atropellos, abusos y excesos en contra de los derechos humanos.

Y ahora, con la duartista Namiko Matsumoto, tía política de Érick Alejandro Lagos, nada se espera en la legítima defensa de la libertad y la dignidad humana, si se considera su ignominiosa estadía en la llamada Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas.

ESCALERAS: Según la PGR son 473 policías consignados en Veracruz por sus ligas con la delincuencia organizada.

Pero en la percepción ciudadana, en el imaginario social, en la creencia de la población la cantidad es mayor.

Por ejemplo, los agentes del Ministerio Público, los jueces, los secretarios de las barandillas, los litigantes, los Colegios y Barras de abogados, las ONG, los colectivos, saben con certeza que mucha población prefiere condenarse al silencio ante un atropello y se abstiene de una denuncia penal por miedo a que los policías se venguen.

Claro, nunca el padre del cantante de “La Voz México”, Gibrán Martiz, se deje atemorizar por el miedo al miedo hasta lograr que la Comisión Nacional de Derechos Humanos atrajera la desaparición y asesinato de su hijo y expidieran el dictamen declarando que el secuestro era parte de una desaparición forzada en Veracruz a cargo de los policías estatales del secretario de Seguridad Pública.

También los padres de Playa Vicente y ahora de Papantla derrotaron el miedo al miedo y están firmes en su denuncia.

Pero son hechos aislados.

Cada familia atropellada en sus derechos humanos, víctima de las corporaciones policiacas, tiene más hijos y hermanos y sobrinos y tíos y padres en contra de quienes los policías y los malandros asociados en una sola identidad pueden proceder.

Pero, bueno, si nos quedamos con la lista de la PGR de los 473 narco/policías en el duartismo la cantidad por sí sola apabulla y se convierte en una pesadilla.

  

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