•Marliz Platas, para la curul
•Jugará contra Yunes azules
•Singular batalla política
Por: Luis Velázquez
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Salvo un tsunami, Marliz Platas, presidenta del comité municipal del DIF en Alvarado, será la candidata tricolor a la diputación local por el distrito de Boca del Río, mudado en el feudo de los Yunes azules.
Incluso, según las versiones, la esposa del alcalde Gustavo Ruiz aceptó la nominación, luego de que equis número de priistas se arrugaron ante tantas derrotas sufridas por el partidazo y ninguno aceptó la nominación, digamos “nacidos para perder”.
La última gran derrota, como se recuerda, fue la de Carolina Gudiño Corro como candidata del góber fogoso, y que llevara al delegado del PRI en la Comisión Electoral, Reynaldo Escobar Pérez, a exclamar “¡paren esta masacre”!, luego de mirar y vislumbrar la madriza electoral asestada por los Yunes azules a través de su candidato, Francisco Gutiérrez de Velasco.
Marliz Platas, sin embargo, había acariciado la posibilidad, pero cuando viera la rebatinga por la curul, la misma denunciada por el líder campesino, Juan Carlos Molina Palacios, en el sentido de que el CDE del PRI tiene secuestrado al tricolor, dio marcha atrás.
Ahora, no obstante, la elite priista en turno la necesita. Y ella aceptó lanzarse, quizá, acaso, bajo la mística de su esposo quien cuando viera la disputa irracional en el PRI por la candidatura a la presidencia municipal de Alvarado “dejó hacer y dejó pasar”, se cobijó en el PRD y los derrotó.
Hoy, Tavo Ruiz ha regresado a su antiguo partido, el PRI, y desde ahí su esposa se lanzará por la curul.
Y se lanzará con los vientos en contra, si se consideran las derrotas acumulados por sus colegas priistas, entre ellos, claro, la Gudiño, pero también Sergio Pazos Navarrete y Oliver Aguilar Yunes.
Y más, como en el caso de la Gudiño, en que tuvo al fogoso como el coordinador general de su campaña, y un montón de generales boqueños del PRI a su servicio, más el billete suficiente para comprar lealtades, conciencias y sufragios.
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Marliz Platas es hija del doctor Ángel Platas, un pediatra respetado y respetable, eficaz y competitivo.
Y ahora cuando su esposo despacha como alcalde se arraigó en Alvarado, pero sus amistades y relaciones las tiene en la zona conurbada, con lo que ha alternado.
Para su fortuna, el distrito de Boca del Río fue reestructurado de igual manera como el resto en la entidad, y ahora el voto de la zona rural será definitivo.
Y en el campo, con Juan Carlos Molina Palacios, presidente de la Liga de Comunidades Agrarias, domiciliado por cierto en Boca del Río, la posibilidad electoral se multiplica, pues ha dado nueva vida, una nueva inyección social, a la vida rural.
Pero, además, en el tiempo revolcado y turbulento que se vive, ha llevado fiesta al corazón social.
Por ejemplo, el reality-show de Julión Álvarez en Carlos A. Carrillo y Poza Rica y de Lupita D’Alessio y Óscar de León en Tlacotalpan, con asistencia impresionante de más de 15 mil personas cada evento.
Nada fácil será que en los grandes mítines de Marliz Platas la CNC jarocha se exprese para el bailongo con artistas renombrados.
Además, del trabajo social que la presidenta del DIF municipal ha efectuado en Alvarado.
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La candidatura de Marliz es un rostro fresco en política que tanto se necesita en tiempos borrascosos cuando por lo regular los partidos políticos lanzan las mismas caras de siempre.
Y como es mujer, la posibilidad electoral y de servicio social se agiganta y multiplica, pues si la fama pública de los políticos está ligada a la corrupción como lo testimonia la encuesta anual de Latinobarómetro en América Latina, una mujer significa garantía de un gobierno honesto, transparente y rendidor de cuentas.
Es el caso, por ejemplo, de Amanda Gasperín Bulbarela, quien será candidata priista a la curul local por el distrito de Santiago Tuxtla, pero también de la periodista Maryjose Gamboa, quien es candidata del PAN por el distrito de Veracruz urbano.
Y de la priista Corintia Cruz Oregón que buscará un escaño en el Congreso local por el distrito de Xalapa rural.
Y, bueno, a estas alturas, ni se diga el gran trabajo legislativo que en el Congreso de la Unión está realizando la diputada federal, Rocío Nahle, del partido Movimiento de Regeneración Nacional, MORENA.
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Marliz ha aceptado el desafío político, social y electoral más importante de su vida pública.
En su campaña mucho significará la experiencia de su esposo, el alcalde, pero también de los amigos, entre ellos, Molina Palacios, el huracán de la Cuenca del Papaloapan, brioso y bragado y ansioso de tragarse el Veracruz político de un solo bocado.
Tan es así que “sin pelos en la lengua” se lanzó en contra del CDE del PRI, y de paso, de Harry Jackson, un alfil del Yunes rojo, por bloquear tanto las huestes cenecistas en eventos políticos, pero más aún torpedear a los aspirantes de la Liga de Comunidades Agrarias a las curules locales.
La misma bravura habrá de sentirse en el distrito de Boca del Río, de tal manera que la pelea de gallitos será estelar.
Un Yunes azul que siempre ha jugado desde las cañerías y un dirigente cenecista dispuesto a todo, abanderando la legítima causa de una mujer política.