¿Un paso más hacia la vuelta de los dinosaurios a la Tierra? Por el momento un equipo de investigadores de la Universidad de Chile liderados por el brasileño Joâo Botelho y Alejandro Vargas ha sido capaz de modificar en un laboratorio la anatomía de las gallinas hasta asemejar sus extremidades a las de los extintos dinosaurios. ¿Cómo? Manipulando el crecimiento de la fíbula, uno de los huesos de la parte inferior de las patas de jóvenes gallos o gallinas.
Botelho descubrió que los mecanismos moleculares de maduración se hacían activos muy temprano en la parte inferior, evitando el crecimiento y la división de las células. Tras el experimento los científicos inyectaron en las gallinas el gen de la maduración IHH (Indian HedgeHog), lo que causó el crecimiento de la fíbula, que alcanzó el tamaño de la tibia y quedó conectada directamente al tobillo. De esta forma, los huesos se desarrollaron de la misma forma que las extremidades de los dinosaurios, informa el portal Science Daily. Los resultados del estudio han sido publicados esta semana en la revista ‘Evolution’.
Se trata del segundo experimento en el que hay una alteración genética en gallinas que Botelho ha llevado a cabo con éxito. Anteriormente, el investigador brasileño había logrado alterar los genes de los embriones de las aves, paralizando su movimiento en el huevo y permitiendo que sus huesos y el dedo posterior no se desarrollaran de manera normal. Ello provocaba que la apariencia de las extremidades se asemejara a la de los habitantes del Parque Jurásico. Sin embargo, el científico destaca que con sus estudios no pretende hacer realidad la famosa película estadounidense y que su objetivo no es otro que investigar en profundidad el proceso evolutivo.