sábado, noviembre 16, 2024

Diario de un reportero

  • Un oficio para neuróticos
  • Pasión superior de la vida
  • Amenazados 14 periodistas 

Luis Velázquez 

DOMINGO

Cartitas a la Redacción 

Muchas penurias ha vivido Héctor Fuentes, como tantos otros, en el ejercicio periodístico, pero que sin embargo, hacia el final del día, como se consuela el clásico, sirven para formarse en el oficio reporteril.

Por ejemplo, aquellos años cuando en el diario lo condenaron a escribir las Cartas de “los lectores” que antes, mucho antes, estaba seguro eran reales, y de pronto, descubriera que por lo regular son un invento de la dirección general, no más para alardear de una circulación imaginada.

Incluso, el director editorial hasta le daba los tips, diciéndole que de vez en vez algunas cartitas halagarían al periódico y a sus directivos, y de paso, le partiera la madre a uno que otro político para que en caso de un reproche el argumento fuera que el lector escribía y se manifestaba en nombre de la libertad de expresión.

Meses después se resignaría cuando supo que José Pagés Llergo, el legendario director de la revista Siempre! que entrevistara en exclusiva a Adolf Hitler en Alemania, dedicaba un día a la semana para escribir él mismo las Cartas a la Redacción, que de igual manera inventaba.

LUNES

Un oficio para neuróticos 

Fue duro el aprendizaje, pero peor la explotación obrera.

Por ejemplo, de día Héctor Fuentes reporteaba información general y como deseaba aprender el oficio en la sala de redacción, entonces, luego de escribir las notas se quedaba hasta el cierre de la edición.

Pero si faltaba el reportero de deportes, por ejemplo, el Jefe de Redacción lo enviaba a recolectar las notas del día.

Y si faltaba el reportero de la fuente policiaca también lo enviaba en las noches a la barandilla judicial y a la comandancia policiaca.

Y ahí estaba, tecleando como un loquito todas las noches, por el mismo sueldo de reportero de información general, cuando su legítimo deseo era aprender el manejo de la Redacción.

Salía del periódico hacia las 3 de la mañana cuando la rotativa estaba imprimiendo y a las 8 de la mañana ya debía estar en el aeropuerto que cubría como una de sus fuentes de información.

Tal cual, todos los días de todos los meses de todos los años de todos aquellos años.

Un día, sin embargo, y otro también, el Jefe de Redacción empezó a faltar y el director editorial lo lanzó al frente de batalla, que es el único lugar donde se aprende, trabajando y creando al mismo tiempo en un oficio predestinado exclusivamente para neuróticos, pues todos los días se empieza de cero.

MARTES

Los hijos al poder 

Un día, los hijos del dueño del periódico llegaron al periódico y mandaron.

Y los hijos tenían amigos a quienes les abrieron la puerta y compartieron el poder.

Y los amigos recomendaron a sus amigos trabajadores de la información y la vida fue imposible.

Y todos los años entregados con pasión y lealtad al propietario del periódico se descarrilaron de un día para otro, de una edición a la siguiente.

Y los viejos reporteros, fotógrafos y editores, incluso hasta los jóvenes, fueron desplazados, despedidos, y lo peor, sin liquidación y de la noche a la mañana.

Un antiguo reportero lo dice de la siguiente manera:

“Una cosita es trabajar con el papá y otra con los hijos”.

Tal es la historia de la vida cotidiana en el periodismo, de igual manera como en la mayoría de las empresas.

Los hijos al poder.

Y como son los hijos, por lo general, salvo excepciones, toda batalla está perdida para el trabajador si comete el delito de lesa humanidad, como es reclamar su libertad.

Entonces, ni hablar, nada como aplicar el principio juarista del “respeto al derecho ajeno es la paz”.

Y por tanto, antes, mucho antes de ser humillado, la prudencia aconseja irse, simple y llanamente, irse del periódico.

MIÉRCOLES

La letra con sangre entra 

Durante muchos años, Héctor Fuentes trabajó en periódicos ansiosos de un destino, pero al mismo tiempo, precarios.

Muchas madrugadas la rotativa se descomponía a la mitad de la edición.

Entonces, salir corriendo para buscar al mecánico que por desgracia tenía dos mujeres con un hijo cada uno y significaba una locura adivinar el hogar donde le había tocado dormir.

Y así hiciera norte, lloviera, la ciudad inundada, de cualquier forma llevar al mecánico al periódico para un milagro en la rotativa que databa de 450 años antes de Cristo.

En otras tardes/noche, faltaba algún linopista, dado el grado de alcoholismo en la tropa de talleres.

Y el jefe de Redacción le ordenaba rastrear su pista de cantina en cantina, a veces en la casa de alguna trabajadora sexual, porque el linotipista era muy querendón.

Fue su aprendizaje en la sala de redacción, que también incluía estar pendiente de que el personal de talleres llegara puntual todos los días, y al mismo tiempo, que la rotativa estuviera impecable para la edición.

JUEVES

Pasión superior de la vida 

Fueron días y noches de mucha soledad, atrapado siempre en el periodismo, que significa la pasión superior de la vida, por encima de la relación familiar y la relación social.

Todos los días y parte de las noches pensando en la noticia, y más, cuando de pronto, el periódico de enfrente ganaba una exclusiva y de portada y de 8 columnas, tiempo cuando el trabajador de la información obsesionado con el periodismo queda como un perrito apaleado y el menosprecio y la furia del dueño.

Pero, bueno, la vida es así en todos los oficios. El médico que mira el amanecer en la guardia. El ingeniero que construye un camino trazando la ruta bajo el sol ardiente. El arquitecto a quien de pronto el subsuelo se le hunde más. El profesor a quien atrasan el pago de la quincena. El migrante detenido en un país extranjero.

Y es que solo la vocación al oficio, el amor intenso y frenético al oficio, hacer periodismo, contar las historias sin maquillaje, alimentan el entusiasmo y la alegría en cada nuevo amanecer.

VIERNES

Amenazados 14 reporteros 

Hay, sin embargo, otra realidad peor en el mundo reporteril.

Alberto Silva Ramos, llamado “El misógino aberrante” por la secretaria General del CEN del PRI, primita de Enrique Peña Nieto, entonces vocero de Javier Duarte traía una lista en el bolsillo con el nombre de 14 periodistas de Veracruz en la mira de los carteles… que por traidores.

Según el diputado federal, fallido aspirante a la candidatura priista a la mini/gubernatura, el alcalde de Tuxpan más gastalón de Veracruz y con la mayor deuda pública, aseguraba que los 14 colegas habían sido detectados en sus amistades peligrosas por la secretaría de Marina, con lo que la lista de trabajadores de la información asesinados en el duartismo aumentaría a niveles insólitos.

Y, por tanto, pretendía anticiparse a los hechos trágicos para en automático exonerar a su jefe, el góber tuitero.

La lista por ahí anda, pues fue entregada a un reportero de la ciudad de México que la guarda como oro molido.

Al momento, y como ha quedado constancia, hay 17 reporteros y fotógrafos asesinados, más 3 desaparecidos, la mayoría en la impunidad, por más que el Fiscal jarocho se lave las manos asegurando que la Procuraduría General de Justicia atrajo los casos.

Publicidad




Otras noticias