viernes, abril 26, 2024

Barandal

  • Coscorrones de la prensa a Duarte
  • Todos han descrito el infierno
  • Veracruz, para Peña Nieto, el paraíso 

Luis Velázquez

PASAMANOS: Todos los días y desde hace un ratito, la prensa defeña ha asestado un coscorrón a Javier Duarte, JD.

Y JD, como el dinosaurio del escritor uruguayo, Tito Monterroso, sigue ahí, lleno de vida.

Incluso, JD ha resultado un político más sólido y compacto que, por ejemplo (y una disculpa por la irreverencia) que Francisco I. Madero, a quien la libertad que respetara en la prensa de su tiempo lo descarriló, aun cuando, claro, también lo desplomó el dinerito que el sobrino de Porfirio Díaz Mori, Félix Díaz, repartía a los medios, además de la satrapía de Victoriano Huerta.

JD, sin embargo, inamovible.

El último coscorrón ha llegado con la editorial de un medio. La Jornada México. Se intitula: “Veracruz: Duarte, en declive”.

Desde luego se refiere a la marcha monumental de más de 50 mil personas en los campus de la Universidad Veracruzana de norte a sur y de este a oeste del territorio jarocho, y que sentara un gran precedente, porque nunca antes el repudio popular alcanzó tal magnitud.

Pero JD ahí sigue, apoltronado en la silla embrujada de palacio que el hermano de Emiliano Zapata, Eufemio, confundió con una silla de montar caballos, porque a todos, sin excepción, a unos más, suele enloquecer.

Y como en el caso de Carlos Salinas de Gortari, los lleva a terminar como unos tránsfugas del poder y como el caso de Fidel Herrera a soñar con un Maximato jarocho tipo Plutarco Elías Calles.

Y en el caso de Augusto Pinochet ha perpetuarse más de 25 años en el poder y de Francisco Franco a rebasar a los dictadores de su tiempo con 33 años en el trono imperial y faraónico.

JD, la nueva revelación de los políticos de América Latina para hacer y deshacer a su antojo.

BALAUSTRADAS: De los días polvorientos y revueltos que Veracruz ha padecido con el bipolar JD, nunca como ahora la prensa defeña se ha ocupado de esta isla jarocha.

Isla, porque mientras en otras latitudes geográficas, Enrique Peña Nieto ha asestado manotazo para desaforar, incluso, a gobernadores, aquí deja hacer y deja pasar.

Desde enviados especiales y columnistas ocupándose del lodazal duartiano hasta editoriales como en el caso de La Jornada México se han referido al llamado sexenio próspero.

Una de dos:

JD pesa mucho, demasiado, en Los Pinos, o por el contrario, la prensa escrita, hablada y digital ha perdido su fuerza periodística, la fuerza de la palabra, la fuerza de la razón.

Claro, durante más de 30 años, Ricardo Flores Magón, director del periódico “Regeneración” se ocupó de Porfirio Díaz, quien lo encarcelara 41 ocasiones.

También Filomeno Mata, director del “Diario del Hogar” a quien enviara 36 ocasiones a prisión.

Ignacio Ramírez, “El nigromante”, y su maestro, Ignacio Manuel Altamirano, y Francisco Zarco y Guillermo Prieto, etcétera, se lanzaron a la yugular del dictador porfirista, y nada.

Porfirio Díaz solo cayó cuando se le atravesó Francisco I. Madero, aun cuando unos académicos aseguran que Flores Magón sembró la semilla creadora de la revolución a través de las páginas de su modesto, modestísimo periódico, que solo era de 8 páginas y era publicado cuando Dios se descuidaba.

Ahora, la gran prensa escrita, hablada y digital, los mejores cronistas del país, los columnistas más respetados y respetables, todos, han planteado incluso la renuncia de JD.

Y por más coscorrones JD sigue pitorreando en su mundo color de rosa ante un presidente de la república que todo le tolera, todo le pasa, todo le permite, todo le aplaude.

ESCALERAS: Días tormentosos ha padecido Veracruz con JD y algunos han rebotado en la Ciudad de México, la sede de los poderes centrales, y hasta en una parte del extranjero.

Por ejemplo, en los últimos tres años, el periódico El País, filial América Latina, le ha publicado unos 70 crónicas y reportajes describiendo la inseguridad con los secuestrados, desaparecidos, asesinados y fosas clandestinas.

Don Julio Scherer García, QEPD, director fundador del semanario Proceso, lo encaró cuando el asesinato por asfixia de la corresponsal Regina Martínez Pérez, y le dijo la frase bíblica de “No les creemos”.

Trabajadores de la información en el DF se han amotinado tanto en el Ángel de la Independencia como frente a la oficina del duartismo sonando los tambores de guerra por un Veracruz “convertido en el peor rincón del mundo para el oficio reporteril”.

La periodista Denise Maerker, de Televisa, “Punto de partida”, le ha dedicado reportajes estremecedores.

En la prensa escrita se han publicado crónicas, reportajes y notas informativas contando la historia sórdida del llamado sexenio próspero.

Un montón de enviados especiales han caminado por aquí describiendo el infierno.

Y JD, trepado en su nube, gracias a Peña Nieto, a quien, todo indica, le vale el destino social de los 8 millones de habitantes de Veracruz.

¡Honor y gloria al presidente de la república!

¡Hosanna, hosanna!

Que los evangélicos con su Jesús de Nazareth sigan bendiciendo su oficina en el palacio de Xalapa.

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