Esta lesión que sufre el cerebro se debe a un traumatismo que altera su manera de funcionar y puede darse debido a un golpe muy fuerte, indicó el organismo de salud en un comunicado.

Los efectos en su mayoría son temporales y pueden incluir: dolores de cabeza, así como problemas para concentrarse, con la memoria, el equilibrio y la coordinación.

Incluso meses después pueden darse secuelas como cambios en la concentración y en la conducta, como irritabilidad o trastornos del sueño, semejantes a los síntomas del estrés postraumático y que en realidad pueden coexistir o confundirse con este.

Las conmociones cerebrales suelen ser producto de un golpe en la cabeza o cuando esta parte del cuerpo sufre una sacudida violenta y un ejemplo claro es durante los partidos de futbol americano.

De acuerdo con estadísticas en el periodo de 2012-2014, la tasa de conmociones cerebrales entre los jugadores descendió 36 por ciento, donde 59 de ellas fueron provocadas en 2014 por choques de casco contra casco u hombro contra casco.

Mayo Clinic indicó que este es un motivo para que algunos jugadores jóvenes con futuros prometedores tomen la decisión de abandonar su carrera profesional, aquejados por su seguridad a raíz de los riesgos que la práctica de este deporte conlleva.

Aunque las lesiones pueden provocar pérdida del conocimiento, la mayoría no lo presenta ni se percata que sufrió una, por lo que es substancial acudir con regularidad a chequeos médicos.