Síndrome de Estocolmo

Por: Luis Velázquez

El Yunes rojo ha sufrido un grave ataque psicológico, psiquiátrico y neurológico. Se llama Síndrome de Estocolmo y consiste en quedar seducido, incluso, hasta enamorarse de su enemigo, adversario y/o carcelero.

Tal cual, el Yunes rojo ha quedado alucinado ante el Yunes azul.

Se entiende: son la misma sangre. El mismo carácter y temperamento. Las mismas raíces del Medio Oriente.

Es más, el resentimiento que el Yunes rojo tenía, digamos, contra el góber fogoso (Fidel Herrera) y el góber tuitero (Javier Duarte) ha sido rebasado por el Yunes azul.

Por ejemplo:

Desde hace unos días, quizá más de una semana, el Yunes rojo ha recrudecido su discurso en contra del Yunes azul.

El lunes 7 de marzo, 2016, el Yunes rojo publicó un desplegado, “dirigido a la Convención de Delegados del PRI” para nominar al candidato oficial y que ante Héctor Bustamante, el otro aspirante, significa una farsa, una tomadura de pelo, una falacia.

Pero… lo importante, sin embargo, es el contenido de la publicidad en la que el Yunes rojo se centra en el Yunes azul como eje de su campaña electoral por la mini.

En unos cuantos renglones de su telegrama a la militancia tricolor acuña las siguientes frases bíblicas y crípticas dirigidas al corazón, las neuronas y el hígado del Yunes azul:

“No vengo en esta elección interna a resolver mis problemas personales.

Quienes tengan obsesiones… que las resuelvan entre ellos y pierdan el tiempo.

No quiero ser gobernador por odio, sino por amor, un amor infinito a Veracruz”.

El rafagueo, pues, en contra del Yunes azul, su primo hermano, como si el resentimiento fuera el móvil de sus días y noches, en ningún momento, digamos, para dignificar la vida de la población de Veracruz.

VIVIR PARA ODIAR, VIVIR RESENTIDOS

Durante 23 años la población ha conocido el roñoso pleito entre el góber fogoso y el Yunes azul.

Durante unos 6, 7 años, también ha vivido el diferendo entre el góber tuitero y el Yunes azul.

En el año 2010, el Yunes rojo despotricó con todo en contra del fogoso y el tuitero.

Ahora, los papelitos han mudado y el David y el Goliat, quizá el Caín y el Abel son escenificados por los Yunes rojo y azul.

Tendrán el par de Yunes el voto duro de los partidos políticos a los que pertenecen.

Pero al mismo tiempo, el ciudadano todavía indeciso con su voto, el ciudadano apartidista, el contribuyente, los miles de padres de familia adoloridos por el hijo desaparecido y/o asesinado, mucho dudarían en sufragar por alguno de ellos cuando ellos están atrapados y sin salida en sus dimes y díceres, vivir para odiar, vivir resentidos.

Según el Yunes rojo en su comunicado “dirigido a la Convención de Delegados”, en su bienio, si gana, “no habrá perdón, no habrá olvido”, digamos, si creer fuera posible, a los políticos “pillos y ladrones” en el duartismo.

De igual manera, el ciudadano tampoco olvidará ni perdonará el rafagueo entre los primos hermanos, en ningún momento porque sean solidarios con uno o el otro, sino porque convierten la pre/campaña electoral es un desahogo, de espaldas a la miseria, la pobreza, la jodidez, el desempleo, el subempleo, los salarios de hambre y la migración.

Lo peor del asunto es que al ratito algún pastor griego, el patriarca yunista de la familia, el arzobispo Chedraoui, cabildeará entre ambos para “la pipa de la paz” y la población electoral que haya tomado partido quedará vestida y alborotada.

El peso de la sangre es superior a la rebatinga política.

37 AÑOS TRABAJANDO POR EL BIENESTAR SOCIAL. AJÁ

El Yunes rojo alardea de llevar “37 años trabajando por generar el bienestar para todas las familias”.

Ok.

Descríbase con puntualidad el nombre de un solo pueblo, una sola comunidad indígena, por ejemplo, campesina, obrera, donde haya dignificado la vida cotidiana con sus acciones de gobierno.

Tampoco se conoce del Yunes azul ni del resto de los aspirantes y candidatos ya definidos a la mini.

Y más, si se consideran los años de todos en el servicio público, años en los que el CONEVAL fue categórico: seis de cada diez habitantes de Veracruz en la miseria y la pobreza. Un millón y medio de los 8 millones de paisanos haciendo solo dos comidas al día y mal comidas. Los padres de familia, migrando a Estados Unidos. Los hijos, durmiéndose en el salón de clases por la anemia y la desnutrición.

La desigualdad económica, social, laboral, educativa, de salud y de seguridad en un pueblo pródigo en recursos naturales, pero mal repartidos, mal distribuidos.

Y, por eso mismo… que ningún político aspirante a la mini/gubernatura se cure en salud proclamándose “el único que puede” engrandecer el destino común.

¡Vaya desgracia para la población que el Yunes rojo despotrique contra el Yunes azul, y viceversa, para ganar las urnas!

Además, todo indica que el Yunes rojo está desoyendo los “Consejos para ganar una elección” que Manlio Fabio Beltrones ordenó pegar en los peldaños de las escaleras camino a su oficina en el CEN del PRI, entre otros, los siguientes:

“No subestimes a tus contrincantes. Habla poco y escucha mucho. Haz propuestas atractivas”.