•La marcha por la UV
•Un pueblo en pie de lucha
•Muchos agravios a Veracruz
Por: Luis Velázquez
PASAMANOS: Será “una marcha monumental”, cierto, por la autonomía y la defensa del patrimonio de la Universidad Veracruzana, UV, pero al mismo tiempo, será emblemática, o mejor dicho, aglutinará el dolor y el sufrimiento, el desencanto y la indignación de un pueblo que en los últimos cinco años, tres meses y nueve días ha sufrido al peor gobernante en su historia.
En efecto, será “una marcha monumental” exigiendo “el respeto irrestricto al derecho humano de la educación” luego de tantas tomaduras de pelo de Javier Duarte a la UV, pero de igual manera, significará un rechazo a tantos agravios que el llamado sexenio próspero ha desparramado en contra de los 8 millones de habitantes de Veracruz.
Será mañana jueves 10 de marzo, a las 11 horas, en cada campus de la UV la marcha por la dignidad universitaria, pero en cada estudiante y académico y burócrata y cada padre de familia y ciudadano solidario estarán representadas todas y cada una de las familias con un pariente desaparecido, secuestrado, ejecutado y sepultado en fosa clandestina.
Pero, al mismo tiempo, emblematizará el más sintomático rechazo al “desorden administrativo, el caos financiero y la corrupción política” que la Auditoría Superior de la Federación ha documentado, incluso, hasta con una denuncia penal en contra de 19 duartistas en la procuraduría General de Justicia de la nación.
Será la comunidad académica de la UV, integrada por 80 mil personas entre estudiantes, maestros y burócratas quienes se lanzarán a las calles y avenidas de varias ciudades, en un ejercicio pleno de “la libre manifestación de las ideas” para reclamar “la entrega mensual de los recursos” estatales y federales, pero a la par, será una marcha en contra de la inseguridad, cierto, pero también de la impunidad.
Y en contra de la impunidad, además de tantas muertes sin castigo, en contra de la impunidad con que los duartistas “han ordeñado la vaca” como nunca antes en la historia pública de un Veracruz por donde han caminado 73 gobernadores.
Será “la marcha monumental por la UV”, pero considerando que en Veracruz “Todos somos UV”, porque el atropello de Javier Duarte a la máxima casa de estudios ha agraviado a todos, sin excepción.
BALAUSTRADAS: Será una marcha pacífica por tantas agresiones del gobernador en contra de la UV.
Pero en cada estudiante y cada maestro y cada funcionario de la UV en la marcha encarnarán los 1,200 desaparecidos, de los cuales 144 son menores de edad, de los que todavía hoy se ignora su destino.
Será una marcha, como dijo el obispo de Córdoba, Eduardo Patiño Leal, a su feligresía que permitirá “encauzar el coraje y la indignación en contra de la violencia, el crimen y las desapariciones forzadas… de manera razonable y racional”.
Una marcha que en cada lona o cartel que sea expuesto por los manifestantes convoquen al duartismo, y en la lógica del obispo de Córdoba, “a dar respuesta a los reclamos de la ciudadanía”, entre ellos, la desaparición de personas en el triángulo de la muerte que va de Omealca a Tierra Blanca.
Una marcha que significará la continuidad a las cientos de quejas interpuestas por los pensionados de Veracruz en la Comisión Estatal de Derechos Humanos “por la violación sistemática del gobierno de Javier Duarte” que mucho se teme sean, no obstante, congeladas por la presidenta Namiko Matzumoto.
Un marcha que reclamará, incluso, sin citarlo, pero que tal significa, la aparición de las cinco personas levantadas en Coatzacoalcos, al parecer, por la Fuerza Civil, hace nueve meses, de igual manera como la aparición de los cinco jóvenes secuestrados por los elementos policiacos de Arturo Bermúdez en Tierra Blanca el 11 de enero.
“Todos somos UV” y a todos los habitantes de Veracruz la UV representará en su “marcha monumental”.
ESCALERAS: Una marcha pacífica, pero en protesta, además, al menosprecio del duartismo “por la formación universitaria” como asienta la rectora Sara Ladrón de Guevara en el comunicado expreso.
Una marcha en la que cada manifestante expresará su coraje, sin máscaras ni pasamontañas como ha sido, entre otras, la guerra sucia del duartismo en contra de los inconformes en Veracruz, entre ellos, los estudiantes apaleados aquella madrugada en Xalapa y los enmascarados que tomaron por asalto las instalaciones de la USBI-Xalapa.
Una marcha en que todas las eventualidades han sido previstas, entre ellas, y por ejemplo, que cada estudiante y cada maestro y cada burócrata porte su credencial de la UV para evitar infiltrados, porros, gorilas, provocadores, que intenten distorsionar el espíritu universitario.
Una marcha en que la rectora está solicitando que nadie, porfis, lleve niños, por si las dudas, con todo y que para un padre de familia nada más significativo que mostrar al hijo el mundo tal cual es, sórdido, revuelto y turbulento, pero al mismo tiempo, formativo cuando en la edad infantil se asiste a una protesta colectiva, inolvidable en la memoria y el recuerdo.
El jueves 10 de marzo, a las 11 horas, un pueblo demostrará que está en pie de lucha en contra de uno de los peores gobernantes en la historia nacional.