jueves, noviembre 14, 2024

Barandal

•Güiri güiri del Yunes rojo

•”Conmigo, tu salario alcanzará”

•Se vale soñar, pero sueños posibles

Por: Luis Velázquez

PASAMANOS: Con todo y que el Yunes rojo alardea de ser “un niño de dieces”, merece unas largas y extensas orejas de burro.

Por ejemplo, mientras desde hace 450 años antes de Cristo el CONEVAL ha dictaminado que la miseria y la pobreza en Veracruz, como en el resto del país, se debe, entre otras cositas, a los salarios de hambre, ahora el Yunes rojo ha descubierto “el agua tibia” y dice que si gana la mini, “te va a alcanzar tu salario”.

Y, al mismo tiempo, escupiendo para arriba, dice que Veracruz “necesita menos güiri güiri y más chamba. Menos plática y más trabajo”.

Así, y de acuerdo con la maldición bíblica descrita en la novela de Miguel Alemán Velasco, “Si el águila hablara”, antes, mucho antes de sentarse en la silla embrujada de palacio (que el hermano de Emiliano Zapata confundiera con una silla de montar caballos), el Yunes rojo ha empezado a transformarse.

Y, por tanto, se cree y siente, digamos, más fregón que Carlos Marx y Federico Engels que juntos anunciaron “la dictadura del proletariado” camino a la justicia social para que los trabajadores dejaran de ser explotados por los patrones y renaciera a una nueva vida.

Nunca, claro, como tampoco, jamás, en dos años de la mini, apenas, apenitas 24 meses, 17 de los cuales se irán en procesos electorales, el Yunes rojo, ni tampoco los otros aspirantes, redimirán a Veracruz de los salarios de hambre.

Y más en un país, en una tierra jarocha, donde la leyenda registra que siempre han existido patrones ricos con empleados jodidos, y por tanto, la realidad expuesta por el Yunes rojo de que el 49 por ciento de la población gana aquí, entre nosotros, de entre uno y dos salarios, de 73 a 219 pesos diarios, seguirá cumpliéndose al pie de la letra.

Y más porque el desempleo y el subempleo es tan canijo que afuera, en la calle, hay un ejército de jarochos urgidos de un salario mínimo, por ejemplo, de los 70 pesos que en la sierra de Zongolica pagan por un jornal iniciado antes de que el sol salga y terminado cuando la luna ilumina el surco.

BALAUSTRADAS: El Yunes rojo pinta el mundo color de rosa que el duartismo, y por tanto, incurre en el pecado mortal del güiri güiri.

Sólo faltaría que en el desfile del primero de mayo apareciera al lado de los obreros con una gigantesca cartulina repitiendo su dicho utópico de que “conmigo te alcanzará tu salario”, y que, por supuesto, ni él mismo se la cree.

Y más cuando mesiánico anuncia que en su bienio como gobernador (si gana, claro, en las urnas) habrá “alimento diario, vivienda decorosa y nivel de vida digno” para todos.

¿Para todos? ¡Claro, para todos!, entre ellos, y por ejemplo, para el millón y medio de habitantes de Veracruz que según el CONEVAL sólo hacen dos comiditas al día, y mal comidas, debido, en efecto, a los pinches salarios de hambre pagados por los patrones enriquecidos.

Pero también, para los seis de cada 10 habitantes que según el CONEVAL están atrapados y sin salida en la pobreza y la miseria bíblica.

Y de igual manera, la fantasía del Yunes rojo alcanzaría, digamos, al millón de indígenas que viven en las ocho regiones étnicas de Veracruz.

Es más, el número incalculable de paisanos migrantes en los campos agrícolas del Valle de San Quintín, en la frontera norte, campos de concentración, y en Estados Unidos, estarán desde ahora alistando maletas para regresar al Veracruz del Yunes rojo.

Más aún: si Veracruz se ha convertido en la entidad número uno productora y exportadora de trabajadoras sexuales que venden el cuerpo para llevar el itacate a casa según ha documentado la investigadora Patricia Ponce, entonces, para todas ellas, y gracias al Yunes rojo, el paraíso terrenal está a punto de aparecerse.

No más venta de sus cuerpos. No más aventuras intrépidas a EU, y más, cuando Donald Trump con su xenofobia empieza a ocupar y preocupar a Enrique Peña Nieto.

El güiri güiri le está ganando al Yunes rojo.

¡Que alguien, porfis, controle su lengua!

ESCALERAS: Lenin lo decía: se vale soñar, siempre y cuando los pies en la tierra. Es decir, sueños posibles.

Y aun cuando Ernesto “El che” Guevara decía que millón de veces preferible “soñar lo imposible” (por cierto, uno de los lemas en las paredes de Nanterre en el movimiento estudiantil del 68), si los compitas indígenas de Mixtla de Altamirano, el municipio de Veracruz más jodido del país, escucharon en la XEU (la única estación que se oye) el anuncio del Yunes rojo pensarían que un loquito anda en campaña.

Y más si se consideran los datos siguientes expuestos en los Cuadernillos Municipales de la SEFIPLAN:

El 55.5 por ciento de los diez mil 800 habitantes son analfabetas. El 80.3% por ciento están atrapados y sin salida en la pobreza extrema, es decir, en la miseria. El 72.19 por ciento tienen incompleta la educación primaria. El rezago social está considerado como “muy alto”. Y seis y siete de cada 10 hombres (5,594 personas tienen de 15 a 64 años) son migrantes en EU.

Por eso, la presidenta municipal de Mixtla, María Angélica Méndez Margarito, ha de pensar que el Yunes rojo fumó mota y de la mala para caer en tales extravagancias que ni siquiera a Javier Duarte se le ocurrirían comiendo Pingüinos con Frutsis y mirando la tele a las 2 de la madrugada.

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