sábado, mayo 18, 2024

Barandal

  • Mucho coraje ha sembrado Duarte
  • Gritos en la marcha universitaria
  • Cada frase expresó el repudio

Luis Velázquez

PASAMANOS: El grito callejero de miles de estudiantes de la Universidad Veracruzana el viernes 26 de febrero, en Xalapa, anunció la hora de encender las farolas así sea de día, porque con todo y libertad de expresión, y aun cuando se haya incidido en el libertinaje, significa la cosecha que Javier Duarte, JD, está levantando en Veracruz luego de cinco años, tres meses y un día de gobierno.

Se dirá que pudiera tratarse de gritos ofensivos y lesivos a la dignidad humana, lo que en todo caso, reproduce el estado de ánimo social que el mismo JD ha sembrado con los derechos humanos de tantos secuestrados, desaparecidos, asesinados y sepultados en fosas clandestinas.

Y por supuesto, en ningún momento se trata de aplicar la ley de Talión, sino por el contrario, en un político con vocación de Estadista, lleno de prudencia y serenidad como ha de ser, repasar la vida pública inmediata para ver si fuera posible, digamos, enmendar la plana.

Fernando Gutiérrez Barrios, quien era su propio jefe de prensa, lo decía con claridad: más vale el ejercicio de la libertad que la represión.

Y más, como en el caso si se coteja la marcha del jueves 25 de académicos en defensa de la UV, y la del día siguiente, con alumnos, y que además de que la rebasara en magnitud, también en intensidad.

Pero al mismo tiempo, con una gran pureza estudiantil, porque como dice Carlos Fuentes Macías en su libro de cuentos “Cantar de ciegos”, son jóvenes y tienen derecho a vivir a plenitud.

Además, si cuando eres joven te retraes y reprimes, caray, se pierde la esencia espiritual del estado biológico.

BALAUSTRADAS: La semana anterior un montón de pensionados se manifestaron en el café “La Parroquia” en el puerto jarocho y lo más que gritaron fue la siguiente frase bíblica. “¡Fuera, Duarte, fuera!”.

Pero el viernes 26 de febrero, los miles de universitarios se expresaron con el frenesí biológico que caracteriza tal estado de la vida.

En su marcha del área de Humanidades a palacio empezaron, digamos, con gritos light.

Por ejemplo, “El pueblo/ educado/ jamás/ será engañado”.

Pero conforme miles se incorporaban a la marcha, los decibeles fueron aumentando.

“Gobierno ratero, devuelve el dinero”.

“Puerca marrana devuélvenos la lana”.

“Paga y vete ya”.

“Duarte, déjate de chingaderas”.

Así, y frente a palacio, una piñata de la cochina “Peppa” fue pisoteada y luego quemada, porque “el pueblo, gritaron los muchachos, ya está cansado”.

Cada frase, pues, manifiesta el grado de indignación y coraje que Javier Duarte ha sembrado con su estilo personal de gobernar y ejercer el poder.

Diríase, entonces, que simple y llanamente, está cosechando lo que sembró, a partir, digamos, de su bipolaridad, pero más aún, de su espíritu represivo como joven doctorado en Economía en la Universidad Complutense.

Hacia el final de los dos años que gobernó Veracruz, a Fernando Gutiérrez Barrios lo miraban con respeto.

Y hacia el final del sexenio, a Marco Antonio Muñoz Turnbell las mujeres se le iban encima nomás para apapacharlo, galán caballeroso que era.

Fernando López Arias se fue con el más profundo respeto ciudadano.

Claro, en San Luis Potosí, Fausto Zapata Loredo debió salir huyendo, en tanto, Mario Villanueva, de Quintana Roo, tuvo como destino el penal de Almoloya.

Y Andrés Granier, de Tabasco, sigue encarcelado en un hospital de Tabasco, porque luego de ser acusado de pillaje por el sucesor, el perredista Arturo Núñez, enfermó de gravedad.

Y por lo pronto, Eugenio Flores Hernández y Tomás Yarrington, de Tamaulipas, son buscados por la DEA, agencia antinarcóticos de Estados Unidos, acusados por la vía penal de ligas con el narcotráfico.

Y Rodrigo Medina cruza los dedos para evitar la cárcel a la que el sucesor, Jaime “El bronco” Rodríguez, lo ha sentenciado en Nuevo León.

Y en Sonora, la gobernadora Claudia Pavlovich alardea que tiene más de 500 expedientes en contra de su antecesor, Guillermo Padrés, en tanto, y por ahora, ha detenido a su jefe de prensa.

El grito callejero de los alumnos de la UV es apocalíptico.

ESCALERAS: Por fortuna, Duarte está igual que los conquistadores españoles que aterrizaron con Hernán Cortés y que en una mano traían la espada para matar a los indígenas, como la masacre de Cholula, y en la otra la cruz para evangelizar.

Así, mientras a la UV, por ejemplo, ha sometido a la peor villanía política, social, educativa y moral de su política-política, en contraparte es generoso con otros actores políticos, llegando a lo insólito, por ejemplo, hasta con Andrés Manuel López Obrador, el político de izquierda que enloqueciera a Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

Tal cual, y para congraciarse con AMLO, una de sus cuñadas, Jessica Moreno Torres, esposa de su hermano Arturo López Obrador, avecindado en Xalapa, ha sido paseada de manera meteórico, tipo Carolina Gudiño Corro con Fidel Herrera, en varios cargos públicos.

Jefa del Departamento de Nómina, subdirectora de Nómina y directora de Nóminas, y ahora cuando el Oficial Mayor, Vicente Benítez, “El señor de las tangas” y “El hombre de las maletas voladoras” renunció para asumir la candidatura a diputado local, la cuñadita del tabasqueño fue nombrada en su lugar.

Por eso, si los alumnos de la UV gritan a Duarte “Puerca marrana devuélvenos la lana”, los tabasqueños avecindados en Xalapa, y hasta los diputados federales, Rocío Nahle y Cuitláhuac García, le han de ofrecer todas las mieles, gratitudes y bendiciones de la vida.

Ya decía Érick Lagos que los caminos de Dios para expresarse son inescrutables…

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