Expediente 2016

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Vienen años peores

Luis Velázquez

Los dos años que vendrán de la mini/gubernatura serán los peores en la historia local y los habitantes de Veracruz habremos de dormir con las luces encendidas para evitar una sombra tenebrosa en la noche.

Por ejemplo, ninguno de los aspirantes a la silla embrujada de palacio se ha ocupado de temas fundamentales, entre ellos, los feminicidios, los desaparecidos, la pobreza, la miseria, la jodidez, la migración y la impunidad.

Para ellos, ninguno de los asuntos esenciales en la vida les interesa, pero, bueno, ahí se están calibrando, mostrando como son.

Y si la vida cotidiana es lo más importante, entonces, ni el Apocalipsis será peor.

Veracruz es asombroso y fantástico, pero ni la bamba ni el tilingo lingo han servido para lograr que sus mejores hombres se hayan inscrito en la contienda electoral, ni siquiera vaya como candidatos independientes.

Los aspirantes a la mini desempeñarían papel estelar si concursaran, digamos, para otras cositas, por ejemplo, los nuevos gladiadores del circo romano.

Héctor y Miguel Ángel Yunes, por ejemplo, escenifican la lucha de “la máscara contra la caballera”, pero de igual manera, actuarían con chanche del Oscar en un filme sobre Caín y Abel.

Armando Méndez sería candidato ideal para un concurso de sonrisa Colgate.

Cuitláhuac García sería un éxito en una película sobre el falso profeta.

Juan Bueno Torio nunca pudo luchar por los grandes valores democráticos del PAN y ahora desde afuera encarnaría a Jaime “El bronco” Rodríguez de Veracruz, luego de que en el otro bronco está desencantando a Nuevo León, porque apenas se trepó a la silla ya está soñando con Los Pinos.

Elías Miguel Moreno Brizuela anda atrás del eslabón perdido, luego de su fallida aventura política con Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard Casaubon, de quien la última noticia lo perfila cenando en un lujoso restaurante de París.

Alejandro “El pipo” Vázquez Cuevas filmaría el papel estelar del Arca de Noé como el descubridor de un nuevo mundo, mi pequeño Hernán Cortés, mi gigante Cristóbal Colón.

ADORAN DIOSES TERRENALES

Además, cada uno tiene sus dioses terrenales a los que servirán, antes, mucho antes, de procurar el bienestar social en un Veracruz, donde según el CONEVAL, seis de cada 10 habitantes están atrapados y sin salida en la miseria, la pobreza, la jodidez, el desempleo, el subempleo, los salarios de hambre, la migración y la prostitución como gran política económica para llevar el itacate a casa.

Héctor Yunes, con su dios Manlio Fabio Beltrones.

Miguel Ángel, luego de su orfandad con Elba Esther Gordillo, la primera presa política de Enrique Peña Nieto, jugaría con todo, digamos, por Ricardo Anaya, aun cuando también por Rafael Moreno Valle.

Juan Bueno se cobijaría en su dios Vicente Fox para definir el siguiente paso en el año 2018.

Moreno Brizuela solo se tendría a sí mismo como dios de bronce y de madera.

Armando Méndez seguiría, como los pescadores a Jesús, a Dante Delgado Rannauro.

“El pipo” se adoraría a sí mismo, como el gran ególatra, el narcisista.

Y Cuitláhuac García, por el caprichudo Andrés Manuel López Obrador.

Claro, bastaría la presencia de ellos en el trono imperial y faraónico para que los suyos (sus familias y amigos y compadres y vecinos) sean felices.

Y es que los siete buscan el cetro, el bastón indígena de mando, la corona del rey, pero también en una mano cobijan una espada y en la otra una hacha para aplicar su ley en un Veracruz, en un país, donde el sentido autoritario del poder ha vuelto a Los Pinos.

Tal cual, ningún jarocho estaría dispuesto a sacrificar su vida ni su felicidad para inmolarse por alguno de ellos, pues son tan malos que ni a quién irle.

Y más porque ellos y sus dioses se asemejan a los dioses que Jeremías advirtió en el relato bíblico a los presos de Jesuralem que serían deportados a Babilonia donde hallarían dioses de oro y plata, pero también de piedra y madera.

Dioses falsos, pues. Figuritas de papel.

 Y falsos, porque como escribe Baruc en el Antiguo Testamente, “no pueden librar a un hombre de la muerte ni amparar al débil contra el poderoso.

Ni tampoco se compadecerán de la viuda ni serán bienhechores de los huérfanos.

Ni restituirán la vista a un ciego ni sacarán de la miseria a nadie.

Serán, entonces, la vergüenza de su país y a sus descendientes solo dejarán mentira y oprobio”.

COMISIÓN JAROCHA DE BABEL

En realidad, los aspirantes a la mini han dejado sentir que forman parte de una Comisión de Babel, porque andan como loquitos pegando todos a la piñata llamado Javier Duarte, con advertencias de la cárcel y devolver el dinero robado, y al mismo tiempo, de espaldas a los grandes pendientes de la vida cotidiana, y que es la urgencia de un pueblo que sueña con lo más sencillo de la vida, que es recuperar el paraíso perdido.

Y más cuando en lo único que los 7 se han puesto de acuerdo y sin sentarse a platicar ni debatir es que Duarte, JD, debe pasar de palacio al penal de Pacho Viejo para que así la población le lleve Frutsis y Pingüinos porque quedará tan pobre devolviendo lo robado que ni para tales dulcecitos tendrá unos centavos; tan glotón que es.

Como en una torre de Babel cada uno entiende la democracia a su modo, pero algo más preocupa. Andan tan metidos en sus rollos que todos han olvidado reír y todos parecen atrapados en un timbal pozolero de grillos caníbales.

Y más, porque sus discursos electorales más bien parecen una guía espiritual para pillos y ladrones, forajidos y saqueadores. Tú, Duarte, como político corrupto, apartado del bien, irás a la cárcel. Tú, Duarte, devolverás el dinero robado. Yo, soy honesto a prueba de bomba.

En el fondo, Duarte es el único culpable de lo que está pasando con los 7 aspirantes a la mini, porque JD fue elegido para gobernar y Veracruz parece estar gobernado por extraterrestres, que viven regidos por el karma, la buena y la mala vibra, los santeros y los brujos, los telepatas y los ventrílocuos, incluso, desde el consulado de Barcelona donde despacha Nostradamus Herrera Beltrán.

Y así, cualquier ser humano termina enloquecido.