- Héctor Yunes, con la llave cerrada
- Ni un quinto de Javier Duarte
- Así será venganza del Yunes rojo
Luis Velázquez
PASAMANOS: De acuerdo con las versiones, Javier Duarte, JD, tiene cerrada la llave financiera a Héctor Yunes Landa como inminente candidato priista a la mini/gubernatura.
Está claro que nunca fue su favorito para la sucesión.
Pero está del cocol que como priista le esté regateando el apoyo económico, cuando Fidel Herrera Beltrán le puso la secretaría de Finanzas y Planeación, SEFIPLAN, en bandeja de plata para hacer y deshacer.
Por eso, el Yunes rojo anda tocando puertas a diestra y siniestra, incluso, hasta asistiendo a comelitonas y cenas para recabar dinero, de igual manera como en su tiempo, y además, Carlos Salinas reuniera a los empresarios más ricos del país para financiar la campaña de Luis Donaldo Colosio, y en una de las cuales, Emilio Azcárraga Milmo aportara 25 millones de dólares, porque Televisa era soldado del PRI.
Tal cual, los mismos priistas cercanos al búnker hectorizado están sorprendidos de que JD ni un quinto les haya pasado al momento.
Claro, están conscientes de que la SEFIPLAN está tronado, pero además, envuelto en la sospecha a partir de la denuncia de la Auditoría Superior de la Federación y de cuyo atolladero parecen estar saliendo, quizá, acaso, con dificultades.
Lo peor del asunto es que la mayoría de empresarios y comerciantes fuertes con quienes el Yunes rojo se ha reunido le han expuesto el mismo argumento:
“No tenemos dinero. Duarte nos tronó”.
Y, por tanto, las cositas se están volviendo un círculo vicioso que pudiera añadirse al repudio popular al gobernador, como fueron los gritos de la comunidad académica de la Universidad Veracruzana y de los pensionados del café de “La parroquia”: “Duarte, fuera”, y “Duarte, devuelve lo robado”.
BALAUSTRADAS: No obstante, resulta inverosímil que el número de mecenas fue limitado, veinte y las malas que todos, sin excepción, recuperan el billete aportado, sea con obra pública fast track y concesiones, así sean por dos años.
Ni modo, por ejemplo, que los grandes constructores de Veracruz se resistan a un donativo excepcional al Yunes rojo si saben que les será devuelto con creces.
Claro, nadie dudaría de que el estado de cosas con JD es tan aterrador que lo mismo ganaría la silla embrujada el Yunes rojo que el azul y/o con un milagro alguno de los otros cinco aspirantes al trono imperial y faraónico.
Además, si el candidato priista tuviera cerrada la llave estatal, entonces, ni modo, el altiplano habría de entrar, además de que varios gobernadores, amigos de Héctor Yunes, de igual manera.
Por ejemplo, Jaime “El bronco” Rodríguez, el góber independiente de Nuevo León, fue líder juvenil del PRI en Monterrey cuando Yunes Landa era el dirigente nacional del MNJR.
César Camacho Quiroz, coordinador de la bancada priista en el Congreso federal, ex gobernador en el estado de México, también fue dirigente juvenil en el EDOMEX en tiempo de Héctor Yunes.
Desde luego, en la lista de mecenas también se anotaría a la beltronista gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich.
Y ni se diga al profe Humberto Moreira, ex presidente del CEN del PRI y ex gobernador de Coahuila, quien fuera líder del MNJR en tiempo de Héctor Yunes.
Es más, y para acabar pronto, bastaría referir que el jefe máximo del grupo Atlacomulco, Alfredo del Mazo González, tío del presidente Enrique Peña Nieto, fue jefe y amigo de Héctor, y por tanto, si la llave está cerrada en Veracruz estaría abierta a todo lo que da en otras entidades federativas.
Más aún, según las versiones en el año 2010, el gobernador de Edomex, Enrique Peña Nieto, financió a Héctor para la contienda interna en que Fidel Herrera impusiera a Javier Duarte.
Y si en el año 2010 así lo aplicó, entonces, ahora, con más, muchísima razón.
Más porque el riesgo de que Miguel Ángel Yunes Linares gane en las urnas se multiplica, y ni modo que el PRI de Beltrones pierda Veracruz cuando significa la gran potencia electoral, luego de que de cara al 2018 la Ciudad de México y Jalisco están en manos de la oposición.
ESCALERAS: Más temprano que tarde, JD abrirá la llave al Yunes rojo.
Por una sola circunstancia política y penitenciaria: si Héctor pierde la elección, el Yunes azul entraría a palacio.
Y JD estaría seguro, sin duda alguna, con un pie en la cárcel, igual que algunos duartistas, incluso hasta el mismo góber fogoso.
Y si bien es cierto que ningún borracho come lumbre, también es verdad que el resentimiento de JD a Héctor sea tanto que esté dispuesto a ofrendar en bandeja de plata la silla embrujada de palacio al Yunes azul.
Yunes Landa, cierto, ha advertido que si hay pruebas confinará a Duarte en el penal de Pacho Viejo, pero si “El bronco” ha sido incapaz de encarcelar a Rodrigo Medina y Claudia Pavlovich a Guillermo Padrés y Arturo Núñez a Andrés Grannier, a quien solo tiene reclutado en un hospital, Héctor bien podría negociar la impunidad para Duarte, en tanto uno que otro duartista sería refundido en una mazmorra penitenciaria.
En tres semanas iniciará la campaña formal y a JD sólo queda soltar el billete a Héctor, pues de lo contrario, el candidato a la mini tendrá más razones de peso para vengarse.
Y más, porque en política el rencor alimenta más al mundo que una Barbie exuberante, sabrosa y traviesa.