viernes, julio 4, 2025

Barandal

Por: Luis Velázquez

•Precandidatos sin estrategia

•Sus discursos repetitivos

•Campañas sin ton ni son

PASAMANOS: Mientras el precandidato rojo a la mini/gubernatura (2 años), Héctor Yunes Landa, se descubre como el médico de cabecera de los graves pendientes sociales de Veracruz…

Y el precandidato del Movimiento Ciudadano, Armando Méndez, asegura que la corrupción en Veracruz ha llegado a “niveles demenciales”…

Y el precandidato independiente, Juan Bueno Torio, solo se reduce a decir que “Veracruz está dolido”…

El precandidato azul, Miguel Ángel Yunes Linares embiste con todos los cuernos y pujanza por delante y denuncia que debido al saqueo duartista del Instituto de Pensiones, IPE, y la Universidad Veracruzana, UV, las dos instituciones son “volcanes en erupción”.

Así, el cuarteto de discursos pronunciados el mismo día aumenta el rating del precandidato azul, porque está yendo directo, sin ambages, al meollo de la corrupción, pero más aún, ofertando en la pasarela soluciones concretas y específicas.

Y más porque el peor error de Javier Duarte es haberse metido con el IPE (800 mil personas en Veracruz son seniles, aun cuando más del 50 por ciento está fuera de las prestaciones sociales) y la UV (honra y prez de la tierra jarocha).

Más aún, los discursos se dieron el mismo día cuando la Auditoría Superior de la Federación entregara al Congreso de la Unión el informe de la cuenta pública y en donde quedara manifiesto que el virtual saqueo sexenal en Veracruz llega a 38 mil millones de pesos, como fue el titular de 8 columnas de La Jornada Veracruz.

Y no obstante que el escándalo se armó en el Congreso federal ninguno de los cuatro precandidatos ocupó del asunto.

Quizá, claro, por andar enfrascados en la aldea electoral se les pasó. Acaso, y como en el precandidato rojo, lo eludieron, porque Javier Duarte es priista.

Pero con todo, habría de referir que desde hace ratito, los Yunes azules, el diputado federal con licencia y el senador Fernando Yunes Márquez han interpuesto hasta una denuncia penal por tantas irregularidades del duartismo con los fondos federales.

BALAUSTRADAS: Los aspirantes están cayendo en su propia trampa, y lo peor, en lugares comunes que nada dicen ni significan.

Por ejemplo, hablan de la corrupción y “hasta en niveles demenciales” (que ya la población conoce), pero sin mostrar todos “los pelos de la burra” como tampoco una estrategia para acabar con tal jinete del Apocalipsis en caso de ganar en las urnas.

Hablan del desempleo, el subempleo, los salarios de hambre y la migración a Estados Unidos (que todo mundo sabe), pero sin definir una política económica para mejorar las oportunidades laborales en los dos únicos años que gobernarán y ejercerán el poder.

Hablan de la inseguridad y la impunidad, que está vista y comprobada en el territorio jarocho (y de la que estamos hartos) y de la que todo mundo sabe y está consciente y vive atemorizado, porque simple y llanamente la ha padecido.

Pero de igual manera, y salvo el caso del candidato azul, ninguno aporta una ruta crítica para disminuir, abatir, desaparecer la violencia delictiva en la mini, un tiempo demasiado corto para tantos pendientes sociales.

Hablan de que Veracruz es un desastre financiero (que los proveedores y prestadores de servicios están padeciendo), pero ninguno bosqueja un mapa crítico para evitar el colapso.

Se “desgarran las vestiduras” por la UV y el IPE y los pensionados y los derechohabientes y los maestros molestos con el atraso en los pagos que han devengado, y sin embargo, ninguno expresa un plan crítico para devolver al trío de instituciones la dignidad perdida por culpa del duartismo.

Los aspirantes a la mini han de pensar que de tal forma llenan el discurso, levantan la esperanza y se abren posibilidades electorales.

Pero mucho se duda, porque apenas están en la precampaña y han quedado atrapados y sin salida en el reality-show tan acostumbrado en cada jornada cívica.

ESCALERAS: La población jarocha ya sabe que Veracruz está mal. También que hay “un desorden administrativo, un caos financiero y corrupción política”. Y que parte de los duartistas se fregaron el erario. Y que entre Fidel Herrera y Javier Duarte integran “la Decena Trágica” como dice el politólogo Carlos Ronzón Verónica.

Y por tanto, un discurso así se vuelve insustancial, sin sentido. Mejor dicho, un discurso sin contenido, porque repite la misma realidad, cuando, se insiste, está por demás porque la jodidez está pegada a la piel.

Por eso, habría de revisarse si todos y cada uno están levantando expectativas en un pueblo demasiado herido por los secuestrados, desaparecidos y asesinados.

Demasiado ensangrentado por la impunidad y la indolencia.

Demasiado lastimado por la corrupción desenfrenada que se ha traducido en lo siguiente, y como lo denunciara el investigador Hilario Barcelata: el manoseo en la Reserva Técnica del IPE que ha llevado a la (posible) venta del Acuario, el estadio de fútbol, Luis “Pirata” de la Fuente y el parque de béisbol, “Roberto Ávila González”.

De continuar, los precandidatos solo abrirán paso al abstencionismo, y aun cuando en las urnas se gana con un sufragio así sea baja votación, el mini/gobernador incidirá en la ilegitimidad, pues habrá llegado al poder con la indiferencia y el desencanto ciudadano.

Hay muchos agravios en el alma colectiva. Pero al mismo tiempo, y por desgracia, se carece de grandes líderes sociales, no obstante uno de ellos alardee de que es el médico de cabecera que Veracruz necesita.

Publicidad




Otras noticias

Bitácora Política

Bitácora Política

Bitácora Política

Bitácora Política