lunes, mayo 6, 2024

Barandal

Por: Luis Velázquez

•Peor sexenio para las mujeres

•Javier Duarte y su club de Tobby

•Omisión de candidatos a la mini

PASAMANOS: Si el duartismo es el peor sexenio en la historia política de Veracruz en materia de inseguridad e impunidad, igual o peor le ha ido a la población femenina, que suma el 55 por ciento de los 8 millones de habitantes.

He aquí algunas razones:

1) El gigantesco número de mujeres desaparecidas, secuestradas y asesinadas.

2) El creciente feminicidio, que tan solo en la región de Orizaba y Córdoba suman 70.

3) El rechazo a la Alerta de Género, incluso, tirando la papa caliente a la secretaría de Gobernación, que de acuerdo con la normatividad toca pronunciar las últimas palabras, siempre y cuando, claro, el gobernador esté de acuerdo, y/o en todo caso, deje hacer.

4) La ley anti-aborto y que prohíbe por todos lados y conceptos que una mujer disponga de su cuerpo.

5) Veracruz ubicado en uno de los primeros lugares nacionales en adolescentes embarazadas, sobre todo, chicas en la escuela secundaria.

6) La prohibición a las bodas gay, lo que significa un atentado a la diversidad sexual, tan boga en el mundo, legítimo derecho humano en los cinco continentes, lo que ha obligado a muchas parejas a contraer nupcias en la Ciudad de México, en tanto unas pocas, unas cuantas, se han amparado, ganado el pleito y casado en algunas ciudades de Veracruz, como Xalapa, el puerto jarocho, Boca del Río y Coatzacoalcos, a pesar de Duarte, incluso, y del rechazo de la iglesia.

Y más, cuando la orientación sexual y la identidad de género son categorías protegidas por la Convención Americana de Derechos Humanos promulgada en 1969.

7) La prohibición a las parejas gay para adoptar niños.

Y más porque México pertenece al club de países de la OCDE, que permiten tal conquista social y que en el Veracruz duartista se niega para quedar bien con la elite eclesiástica.

8) El acoso sexual en las escuelas oficiales y en donde cuando se han dado denuncias, la secretaría de Educación opta por reubicar al profesor en otras latitudes del territorio jarocho, que es más grande que varias naciones de América Central.

BALAUSTRADAS: 9) La discriminación política para acceder a cargos públicos.

Sólo un par de mujeres despachan en el gabinete legal duartista, a saber, las secretarias de Educación y de Protección Civil.

Sólo 13 de los 50 diputados locales son mujeres.

Sólo 13 de los 30 diputadas federales son mujeres.

Por fortuna una de los tres senadores es mujer.

Sólo 33 de los 212 presidentes municipales son mujeres.

10) En contraparte, el reino triunfante de las barbies que por sus atractivos físicos disponen de cargos públicos, pero también, de privilegios económicos, sociales y gubernamentales.

11) El machismo expreso de la elite duartista que se ha manifestado en el club de Tobi, el legendario cuento infantil con La Pequeña Lulú.

12) Un número incalculable de mujeres esposas de hombres migrantes enfermas de Sida que sus parejas les han transmitido y lo que corrobora el fracaso de la política de salud pública, sobre todo, en el área de prevención.

13) Veracruz convertido en el primer lugar nacional en prostitución femenina.

14) El desamparo oficial de las madres de las desaparecidas y que las ha convertido en activistas sociales reclamando el regreso de sus hijas a sus casas sanas y salvas.

15)  La injusticia laboral cometida con la mayor parte de mujeres trabajadoras que con frecuencia desempeñan los mismos trabajos que los hombres y sin embargo, les pagan mucho menos.

16) La desigualdad social, económica, educativa, de salud y política hacia las mujeres, como queda constancia, por ejemplo, con la lucha que ahora sostienen con la ley anti-aborto.

ESCALERAS: Queda expuesto así el menosprecio duartista a las legítimas conquistas que las mujeres han tenido en la historia y que en otras latitudes ejercen a plenitud.

No obstante, resulta impresionante el silencio de la presidenta del DIF estatal que habría como parte de su código ético y moral de abanderar esas causas sociales ante el gobernador.

También resulta inverosímil la existencia del Instituto de la Mujer, cuya efectividad se desconoce en tales pendientes.

Y ni se diga el silencio de la mayoría, el 90 por ciento de las diputadas locales, cada una, cada parte, llevando agua a su molino, con sentido patrimonialista y sobrevivencia política.

Bastaría recordar que una sola legisladora abanderó la ley anti-aborto, mientras el resto se sumió en su curul.

El caso es que la pobreza, la miseria y la jodidez de las mujeres indígenas, campesinas, obreras y de clase media baja en todos los órdenes, desde la calidad de vida hasta el ejercicio de la libertad y la dignidad, está por los suelos, sin que ninguna posibilidad exista de que la situación mejore en los próximos años.

Al momento, por ejemplo, ninguno de los seis precandidatos a la mini/gubernatura (Juan Bueno, Moreno Brizuela, Cuitláhuac García, Armando Méndez, Héctor Yunes y Miguel Ángel Yunes Linares) se han pronunciado con políticas concretas y específicas y una estrategia definida sobre una política de desarrollo para las mujeres.

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