lunes, mayo 6, 2024

Expediente 2016

El desencanto

Luis Velázquez

¡Que jodidez están los pobres en Veracruz con los políticos que tenemos y padecemos!

Marcelo Montiel Montiel, como secretario de Desarrollo Social, cree que los pobres lo son porque quieren, pues habrían de mirarse en su ejemplo que le ha permitido acumular una fortuna de unos dos millones de pesos, suficientes para obsequiar al obispo una residencia en Coatzacoalcos.

Incluso, Montiel alucinó en la Sedesol cuando inventara un programita social que nunca se le ocurrió a Carlos Marx ni a Tomás Moro para transferir de clase baja a clase media a los indígenas de Soledad Atzompa con una estufa ecológica y piso ecológico y techo ecológico para sus viviendas.

Carvallo Delfín en su tiempo de titular de la SEDESOL jarocha fue a la sierra de Zongolica con un montón de reporteros y fotógrafos para abrazar a una indígena, tomarse la foto y publicarla pagada en la prensa escrita y hablada, y con lo que saldó su deuda con los pobres.

Ahora, la delegada federal de la SEDESOL, Ana Guadalupe Ingram, dice que hay pobres en Veracruz porque somos 8 millones de habitantes.

Y por eso mismo, el 58 por ciento de la población está en la jodidez, la pobreza y la miseria, que ya fue ratificado por el CONEVAL cuando documentó que seis de cada 10 habitantes de la tierra jarocha están atrapados y sin salida en la pobreza y la miseria.

Pero más aún, que un millón y medio de habitantes solo aplica una o dos comidas al día, y mal comidas, por el desempleo, que ha llevado a las mujeres de Veracruz, incluidas las zonas suburbanas y urbanas, a vender su cuerpo para llevar el itacate a casa.

Y como lo ha documentado la investigadora Patricia Ponce, a que Veracruz se convierta en el estado productor y exportador número uno de trabajadoras sexuales.

Ni hablar, las neuronas de la delegada de SEDESOL apenas y llegan a eso…

ORIGEN DE LA POBREZA Y LA MISERIA

El político que explica y justifica la pobreza porque el crecimiento población está fuera de control demográfico, otra falla del sistema, está perdido.

Hay pobreza y miseria a la que los políticos llaman “pobreza extrema”, dicen los científicos sociales, por grandes fallas en el sistema económico y social, educativo y de salud, que ha derivado que en Veracruz, por ejemplo, 200 familias sean dueñas del 60 por ciento de la riqueza.

Y que desde luego sigue multiplicando la terrible y espantosa desigualdad social en una tierra jarocha pródiga en recursos naturales.

Hay pobreza y miseria, porque la mayoría de los políticos aterrizan en el poder público con sentido patrimonialista para salir de pobres en un sexenio y/o en un trienio y mudar a la clase media alta y/o de plano, a la clase alta.

Y más porque al lado de la manifiesta corrupción hay impunidad. La impunidad que aportan el ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, y la Comisión de Vigilancia del Congreso.

Hay pobreza y miseria, porque los políticos desvían los recursos federales y estatales, como ha comprobado la Auditoría Superior de la Federación con la denuncia penal en contra de 19 duartistas ante la Procuraduría General de la República.

Hay pobreza y miseria, porque en cada obra pública los políticos en la cúpula suelen cobrar el diezmo y el doble diezmo, y por tanto, los constructores utilizan pésimos materiales de construcción, con lo que la infraestructura tiene vida efímera, y como en el fidelato, los puentes se caen al primer aguacero.

Hay pobreza y miseria, por la llamada “Operación licuadora” que permite desviar los recursos públicos, digamos, a otros programas en otras regiones, pero también, a los bolsillos y las cuentas bancarias.

Hay pobreza y miseria, por los altos privilegios económicos que los políticos se despachan para ellos, sus familias y sus barbies y reinis, sueldos exuberantes, viáticos exuberantes, compensaciones exuberantes, sin rendir cuentas a nadie.

Bastaría recordar que según Latinobarómetro, México, y por añadidura Veracruz, está considerado uno de los países más corruptos del mundo.

LOS JODIDOS LE VALEN A LOS POLÍTICOS

Hay pobreza y miseria, porque los jodidos les valen a los políticos. Un solo dato: en cinco años, dos meses y trece días de gobierno, nunca, jamás, Javier Duarte ha volteado a las regiones indígenas, que como en Veracruz están habitadas por un millón de personas.

Hay miseria y pobreza, porque los pobres significan clientela electorera a cambio de falacias y espejitos.

Hay pobreza y miseria, porque como sucede en las regiones indígenas, por ejemplo, privilegian a los caciques, dueños del día y de la noche, como el caso de Mario Zepahua Valencia y de Tomás López Landeros, ellos solitos propietarios del 80, 90 por ciento de la riqueza, además de que a los hijos y hermanos de Zepahua, todos los cargos públicos para seguir perpetuando el cacicazgo.

Hay miseria y pobreza, porque en cada nuevo gobierno aterriza una tribu sedienta de poder, poder político, económico y social, sin formación ni experiencia social, sin una biografía pública al servicio de los jodidos, y por tanto, para todos ellos gobernar es robar y saquear.

Ahora resulta que los pobres son porque “la marrana sigue pariendo”.

¡Pobrecita de Ana Guadalupe! ¡Más jodidos los pobres con su forma de pensar!

Publicidad




Otras noticias

SENTIDO COMÚN

Bitácora Política

Bitácora Política

Bitácora Política