Por: Luis Velázquez
•Seis candidatos a la mini
•Sus edades y estudios
•Alardean de posgrados
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De hecho y derecho serán seis los candidatos a la mini/gubernatura, así llamada por los tlatoanis porque solo durarán 24 meses en el ejercicio del poder, de los cuales unos 17 se irán en la rebatinga por las alcaldías (2017) y la gubernatura sexenal y la candidatura presidencial (2018).
Y por tanto, sólo unos siete meses quedarán para, digamos, algún bienestar social en un Veracruz donde según el CONEVAL seis de cada 10 habitantes están atrapados y sin salida en la pobreza, la miseria, la jodidez, el desempleo, el subempleo, los salarios de hambre, la inseguridad, la impunidad y la indolencia, sellos con los que algún historiador escribirá sobre el duartismo.
Tal cual, una forma de medir y calibrar a los aspirantes a la mini es a través de la profesión estudiada.
Héctor Yunes Landa y Miguel Ángel Yunes Linares, por ejemplo, son abogados, ambos egresados de la Universidad Veracruzana con el cuadro de honor que ocuparon en los cinco años de la carrera.
Juan Bueno Torio es licenciado en administración de empresas egresado de la UNAN, en tanto, Armando Méndez de la Luz también lo es, pero egresado de la UV.
Elías Miguel Moreno Brizuela es cirujano, con una especialidad en cardiología, mientras Cuitláhuac García es ingeniero.
Toda la vida, el Yunes rojo y el Yunes azul, y Bueno y Moreno Brizuela han vivido de y para la política, a excepción de Brizuela, quien antes tenía su consultorio médico en San Andrés Tuxtla y cuando la víbora de la política se le atravesó con la curul federal lo dejó para siempre.
Cuitláhuac es maestro en la Universidad Veracruzana, en la que ahora está de permiso sin goce de sueldo a tono con su ideología.
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Héctor Yunes nació el 27 de septiembre de 1958 y tiene, por tanto, 57 años.
Miguel Ángel Yunes nació el 5 de diciembre de 1952, y tiene 63 años.
Bueno Torio nació el 21 de septiembre de 1953 y tiene 62 años.
Brizuela nació el 23 de septiembre de 1957 y este año cumplirá 59 años.
Armando Méndez nació un 27 de agosto, pero frívolo, omite el año de nacimiento en la página del Congreso, pero ha de estar cumpliendo unos 69 años, si Pitágoras está en lo cierto.
Cuitláhuac García omite en su facebook la fecha de nacimiento.
Tal cual, la edad de los aspirantes y suspirantes a la mini oscila entre los 57 años, los de Héctor, digamos, el más joven, hasta los 69 años, con Méndez de la Luz, el más viejito.
Claro, lo decía Miguel Alemán Velasco cuando fue nominado candidato priista a gobernador y le reviraron la edad: que en ningún momento lo contrataban como semental, y que tal fue la frase célebre de Adolfo Ruiz Cortines como candidato presidencial.
Además, y en todo caso, y luego del polvorín que ha significado el duartismo, nada mejor que un político maduro, con mucha experiencia y fogueo en el terreno de los hechos para ascender al poder.
En contraparte se recordaría que el gobernador más joven que hemos tenido en Veracruz de un total de 73 ha sido Miguel Alemán Valdés, quien asumieró el mando a los 33 años de edad, luego de que en el café Tacuba, de la ciudad de México, una mano negra asesinó a mansalva al góber electo, Manlio Fabio Altamirano.
Viejos, en todo caso, son los cerros y reverdecen…
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De los seis aspirantes, el único que ha ocupado puestos de mando superior, con presupuesto para ejercer y gobernar ha sido Yunes Linares.
Quizá también, por añadidura, pero en una dimensión mucho menor, Moreno Brizuela como secretario de Protección Civil con Marcelo Ebrard Casaubón como Jefe de Gobierno en la ciudad de México.
Incluso, Yunes Linares ya fue de hecho y derecho gobernador, cuando el titular, Patricio Chirinos Calero, se ganó el mote de “La ardilla”, porque todo el tiempo la pasaba en Los Pinos como asesor político de Carlos Salinas de Gortari.
Tiene, entonces, Miguel Ángel una experiencia de gobierno que rebasa a todos.
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De los seis, Héctor Yunes alardea de una Maestría en Derecho Internacional en el George Washington University y maestría en Ciencias Políticas en Madrid y Holanda.
Fue en el cuatrienio de Dante Alfonso Delgado Rannauro cuando, con Teddy Palacios, el gran porro de la UV, fueron enviados a estudiar.
Se ignora si cumplieron con el objetivo, pues muchos aseguran que más bien anduvieron paseando por ahí en un largo y extenso periplo.
Pero en fin, el hecho de que alguien tenga posgrados en ningún momento convierte en buena y mejor persona, respetuosa con hechos y en los hechos de las garantías constitucionales, de la libertad y la dignidad que son gemelas y de los derechos humanos.
El general Augusto Pinochet alardeaba de sus posgrados y como presidente de Chile fue un sátrapa.
El otro aspirante con estudios en el extranjero es Cuitláhuac García Jiménez, ingeniero mecánico electricista, con una maestría en Ciencias en Manchester, Inglaterra, una estancia doctoral en Alemania y una especialidad en la Universidad Pedagógica Nacional.
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Dos abogados (Héctor y Miguel Ángel), dos administradores (Bueno y Méndez), un médico (Brizuela) y un ingeniero (Cuitláhuac), ninguno disputaría que tiene una vocación social para servir a los demás fuera de duda, fuera de serie y mejor que los otros.
Salvador Allende, por ejemplo, era médico, y fue el primer presidente socialista en América Latina en llegar por la vía de las urnas.
Cuauhtémoc Cárdenas es ingeniero y fue Jefe de Gobierno en el Distrito Federal y está considerado el ícono de la izquierda.
El mundo político está repleto de abogados en derecho, como consta en los licenciados que han sido gobernadores en Veracruz, digamos, desde 1950 con Marco Antonio Muñoz Turnbell, con la sola excepción de Fernando Gutiérrez Barrios capitán del ejército.
Y el destino de los administradores de empresas es la operación administrativa, económica y financiera.
Quedaría pendiente irnos al zodíaco para que a partir del signo de cada uno calibrar posibilidades.
Pero tal opción solo quedaría para los jóvenes y en cosas del amor…, pues la política es de hechos y resultados, más allá de sueños esotéricos y brujeriles.