viernes, abril 26, 2024

Expediente 2016

Pecados de omisión

Por: Luis Velázquez

Mucha pólvora ha estallado en las neuronas del duartismo por simple descuidos. Quizá, indolencia ex profesa. Acaso, principio de Peter. Quizá, mirada corta para ver el bosque. Yo soy el Estado. Yo soy la ley. Yo soy el gobernador. Y si me equivoco, me vale, no obstante que en política, dice el de junto, una fisura es un abismo.

Por ejemplo:

Hasta donde se sabe, Javier Duarte, JD, encargó a Érick Lagos, entonces secretario General de Gobierno, estar pendiente de la sucesión del rector en la Universidad Veracruzana.

Una de las aspirantes era la doctora Sara Ladrón de Guevara. El otro, el maestro Porfirio Carrillo.

Ladrón de Guevara lo era porque de los 9 miembros de la Junta de Gobierno seis son sus amigos. Antiguos conocidos. Uno de los puentes había sido su esposo, Guillermo Heitler, quien fuera director de RTV y director de Comunicación con Manuel Bartlett Díaz, secretario de Gobernación. Incluso, las versiones son que cada vez que Bartlett baja a Veracruz, se reúne con el matrimonio.

Tal cual, la información llegó a JD. Pero JD lo dudó. Y ningún resorte movió Lagos para que el Jefe Máximo del Priismo tomara un café con la ahora rectora, entonces, aspirante.

De pronto, en el último informe del doctor Raúl Arias Lovillo, unos jóvenes enmascarados le tomaron la USBI de Xalapa.

El mundo político acreditó la autoría a Érick Lagos, confabulado con el doctor Víctor Arredondo Alvarez, quien era su candidato.

Resultado: las máscaras que tumbaron a Porfirio Carrillo de la rectoría fueron las mismas que descarrilaron a Víctor Arredondo.

Más se afianzó Sara Ladrón.

Elegida por la Junta de Gobierno, a JD solo le quedó, digamos, por cortesía política, invitarla a desayunar.

Desayunaron.

Pero entonces los enemigos emboscados que JD tiene en el mismo palacio le hablaron al oído.

Y entre otras cositas, le dijeron lo siguiente:

El esposo de la rectora, Guillermo Heitler, es amigo de Miguel Ángel Yunes Linares, el enemigo público número uno de Fidel Herrera y de JD.

Así, informaron a JD que Heitler había trabajado con el Yunes azul cuando era rojo, en el chirinismo.

Incluso, que Heitler, en trabajo conjunto con el (ex) yunista, Enrique Ampudia Mello (secretario particular de JD por recomendación de Héctor Yunes Landa) habían creado “El Palomar”, una especie de KGB jarocha para espiar a la oposición, a los disidentes, a los críticos y a toda la fauna incómoda.

Nadie, claro, dijo a JD que fundado “El Palomar”, Heitler se decepcionó de alguna patraña y renunció.

Pero que no obstante, la amistad entre Miguel Ángel, Heitler y Ampudia se conservaba.

Y que por eso mismo, cuando la rectora de la UV abrió la puerta a los diputados federales, Cuitláhuac García y Erick Lagos, también a Yunes Linares.

Y JD pegó el brinco en el cielo.

Por eso, varios políticos aseguran que JD ha desatado la tercera guerra mundial, más que en contra de la UV, en contra de la rectora por abrirse a la pluralidad predicada por su esposo.

Otros también han azuzado a JD, asegurando que la rectora le habría entregado al panista Miguel Ángel Lleras la proveeduría de medicinas y que obtuviera luego de un concurso público.

Panista Miguel Ángel Lleras, panista Yunes Linares, JD ardió.

RELEGADO Y EXCLUIDO EL ARZOBISPO

 

Otro descuido, insensiblidad, valemadrismo, sabrá Jesús de Nazareth, es la relación con el arzobispo Hipólito Reyes Larios.

De pronto, el arzo se sintió relegado. Mejor dicho, menospreciado. Mejor dicho, excluido del paraíso duartista.

Primero, en la secretaría de Educación negaron un par de RVOE a uno de sus hermanos, el rector de la Universidad del Golfo con sus 23 filiales.

Y más, porque el arzo había desafiado a Dios cometiendo pecados mortales, entre ellos, y por ejemplo, levantar la mano y pronosticar que Erick Lagos sería el mejor diputado federal…, camino a la candidatura priista a la mini.

El segundo ramalazo vino cuando el filósofo Enrique Ampudia Mello fue nombrado secretario particular de JD y despidió personal, entre ellos, al jefe de la agenda de JD, un ex monaguillo que había sido de Reyes Larios.

Pero, además, su único contacto, en el momento político, con el duartismo.

Y, lo peor, que al cesar al monaguillo, Ampudia asestó el golpe mortal al arzo, quien lo sintió como una ofensa personal.

Y lo peor, que JD ni siquiera conoció el asunto y seguía apostando a sus “99 cosas buenas”.

Muchas semanas después, apareció por ahí un cabildero y luego de una comelitona, la paz resucitó entre Reyes Larios y JD.

De aquella comida, el arzobispo se levantó con el par de RVOE en la bolsa.

EL GOBERNADOR ESTÁ LOCO: ENRIQUE LEVET

 

Eran los días de la madriza a los pensionados que reclamaban el pago oportuno, pero además, sin cheques de hule.

Flavino Ríos Alvarado, secretario General de Gobierno, había “tirado su espada en prenda” y revelado al mundo que él, solito, por sus pistolas, dio la orden para la madriza, a la que él, doctor en Derecho Constitucional por la UNAM, llamaba “repliegue”.

Entonces, JD citó al consejo del Instituto de Pensiones, IPE, en la Casa Veracruz.

El bombardeo empezó así:

JD reprochó al cacique académico, Enrique Levet Gorozpe, líder del Fesapauv desde hace 20 años, el grito callejero de los pensionados.

–Me estás fallando y para eso estás. Por eso te procuro.

–No estoy fallando, gobernador.

–Estás fallando. Los pensionados se rebelaron.

–Sí, pero esa no es mi chamba.

–Pues arregla el asunto. Para eso te pago.

–Sí, señor.

Entonces, JD se lanzó contra Eloína Vargas, la otra perpetua dirigente sindical.

–A mí, dijo Eloína Vargas, no me hable así, gobernador.

Sentado a la diestra como Santiago con Jesús, Flavino Ríos dijo:

–Pero, Eloína, lo que el gobernador quiso…

–Tú te callas. Ya sé lo que el gobernador quiso decir, Flavino. Me lo acaba de decir ahorita de frente.

Días después, Levet Gorozpe diría a uno de sus huestes sindicales:

–¡El gobernador está loco! ¡Me quiso regañar!

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