jueves, mayo 2, 2024

Expediente 2016

Por: Luis Velázquez

Hectorizados

MÁS PECADOS QUE VIRTUDES DE YUNISTAS

He aquí un breve repaso a unos miembros del equipo de Héctor Yunes Landa, candidato priista a la mini.

Jorge Moreno Salinas. Su segundo apellido es Puga. Pero con su madre, Aracely Puga, QEPD, tenía conflictos, entonces, se quitó el apellido Puga y se puso el apellido Salinas, lo que manifiesta su integridad. Su última chamba fue en el alemanismo como empleado del capitán Alejandro Montano Guzmán. La fama pública es que traiciona a los amigos con tal de quedar bien. Su nadir es en el CDE del PRI, único espacio donde ha ocupado cargos partidistas. Nunca ha tenido un cargo en el gobierno del estado.

Rubén Pabello Rojas. Exalcalde de Xalapa y ex diputado local, también fue director de Turismo, sabrá Dios la fecha. Durante muchos años ha vivido en la Renata. Arrojado del paraíso periodístico del “Diario de Xalapa”, muchos años después reapareció en “El Martinense” que al cobijo del duartismo se ha extendido, y al mismo tiempo, apenas la llave oficial fue cerrada, achicado. Se habla de acciones en la Universidad Xalapa con Carlos García Méndez, secretario de Desarrollo Económico en el Alemanismo.

Carlos Aguirre Gutiérrez. Su último cargo de lujín fue como rector de la Universidad Veracruzana, elegido por dedazo, fast track, de Agustín Acosta Lagunes. Después, por ahí, enchufado al aparato gubernamental en cargos menores. Su última fama pública fue cuando el ex rector de la UV, Víctor Arredondo Álvarez, lo madreó en un restaurante de Coatepec. Siempre dijo que se vengaría a la primera oportunidad y por eso mismo trae en la bolsa de su traje una navaja filosa para matar cochinos, lista para.

Arturo Matiello Canales. Su último y único cargo público fue como diputado local hace años diluvianos. Dueño de varias universidades privadas inventó una encuesta que cacareó anunciando al mundo que Héctor Yunes iba y se mantenía de puntero en la encuesta histórica para la mini. Su fama pública es de coleccionista de RVOE para escuelas privadas, donde suele ofrecer descuentos de hasta el 60 por ciento.

Ricardo Ahued Bardahuil. Ex alcalde de Xalapa, ex diputado federal, diputado local. En el fidelato, la Casa Ahued, de su propiedad, alcanzó “la plenitud del pinche poder” con compras fabulosas, sobre todo, en los días de fiesta patria. El día del niño, el día de la madre, el día del maestro, etcétera. Como legislador local, la fama pública registra que suele ponerse en venta. Primero, se opone a las iniciativas de ley de Javier Duarte, caso la mini y la ley anti-aborto. Luego, de pronto, en la víspera, se declara a favor y/o a la hora de la votación en el Congreso. Soñó con la candidatura priista a gobernador y hasta organizó una comelitona con sus compañeros ex diputados federales en su mansión. No obstante, ha rechazado que vaya a coordinar la campaña de Héctor Yunes, al mismo tiempo de asegurar que el PRI “es un lastre”, luego de que por tal partido ha sido alcalde y diputado federal, y ahora, local.

MÁS YUNISTAS, MÁS PECADOS

Manuel Fernández Ávila. Empresario de abolengo histórico su único cargo público fue la presidencia municipal de Xalapa 450 años antes de Cristo. Tal cual, debut y despedida. Digamos, en todo caso, una medallita política para la prosapia, pues su fuerte son los negocios.

Yolanda Gutiérrez Carlín. Su paso por el SAS, Sistema de Agua y Saneamiento en el puerto jarocho dejó un solo estigma: el saqueo de la dependencia, utilizada en el fidelato como caja chica para las campañas priistas. Llenó el SAS de la diversidad sexual con cargos ejecutivos. Jamás fue evidenciada por el ORFIS, Órgano de Simulación Fiscal, ni por la Comisión de Vigilancia del Congreso. Es más, luego fue premiada con la secretaría de Protección Civil. Signo ignominioso: cuando el duartismo se fue a la yugular de Héctor Yunes Landa como aspirante a la candidatura priista, ella permaneció callada y sumida en Protección Civil. Antes que el despido, la ignominia.

Carlos Rodríguez Velasco. Ex alcalde de Xalapa y ex comandante policiaco, parece, en el IPAX. De ahí pa’lante, la Renata. Ni un cargo público desde hace muchos años. Muchas, demasiadas vacas flacas en su vida. Fue, en todo caso, un plus para el tricolor. Ahora, los jóvenes dominan el escenario.

Crisóforo Hernández Cerecedo. Ex alcalde de Tuxpan y ex diputado local, y pare de contar. Hectorizado, a morir. Bragado, se opuso al hijo predilecto de Tuxpan, luego de Jesús Reyes Heroles, Pericles Namorado Urrutia. Pero gracias a su bravura, tiempo después el PRI lo premió con un par de cargos públicos. Desde entonces, igual que Rodríguez Velasco, la RENATA.

Gustavo Filobello Niño. La primera víctima de su estilo personal de hacer, digamos, periodismo televisivo, fue Jorge Faibre, el conductor noticioso estelar de TV Más, ahora, y además, director general. Su fama pública gira alrededor de los negocios al cobijo del periodismo, la publicidad política y la política, en competencia con Omar Chang.

Juan Carlos Molina Palacios. Carrera meteórica de Fidel Herrera a Javier Duarte. Así tenía el poder económico y el poder social; pero le faltaba el poder político. Ahora, lo tiene como presidente de la Liga de Comunidades Agrarias. Compadre de Héctor Yunes, es el mecenas del PRI. En su rancho ganadero, ubicado en Medellín, aplica experimentos genéticos con tanto éxito que está a punto de cerrar la venta de semen de ganado a ganaderos de Alemania. Es uña y carne de Javier Duarte.

Ellos son algunos de los nombres que llegarán a la mini al lado de Héctor Yunes, si gana, claro, en las urnas.

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