Por: Luis Velázquez
•La mini según Héctor Yunes
•La mini según Yunes Linares
•El reparto de los bienes…
1
Si Héctor Yunes Landa gana en las urnas la gubernatura, entonces, el gabinete legal quedaría así:
La mitad de cargos públicos… para la gente de Héctor. La otra mitad, para la gente de Pepe Yunes.
Los cargos públicos claves y jugosos (Secretaría General de Gobierno, Seguridad Pública, SEFIPLAN, SIOP, entre otros) para hectorizados y los cargos menores para pepistas, con el riesgo, incluso, de que ninguno tenga juego. En todo caso, nomás pa’cobrar. Los 15-30.
La mitad de los candidatos a diputados locales para la gente de Héctor y una cuarta parte para la gente de Pepe. El resto, para duartistas.
Los municipios más jugosos para la sucesión en el año 2018 para la gente de Héctor Yunes y una parte más o menos jugosa para la gente de Pepe. El resto para los sectores priistas, los líderes sindicales, las centrales campesina, obrera y cenopista y uno que otro sector productivo.
Las tesorerías municipales más fuerte para Héctor. Una que otro, menos fuerte, para la gente de Pepe.
Una partecita de la obra pública para pagar pendientes, deudas políticas y económicas, de Héctor. Amigos, socios, aliados, constructores generosos que le entraron. Pepe, desde lejos, mirará, pues en todo caso, la gubernatura de seis años será suya.
El manejo del presupuesto anual (cien mil millones de pesos) a discrecionalidad de Héctor. También, el diezmo y el doble diezmo. De igual manera, los negocios lícitos e ilícitos. Pepe, ni baranda tocará.
Para los amigos de Héctor, justicia y gracia. Para los otros, justicia a secas, entre ellos, los amigos de Pepe. Héctor y Pepe son uno, pero todo tiene un límite. Hacia el final del día, cada quien ante la historia.
Javier Duarte y Fidel Herrera tuvieron, tienen, sus medios favoritos. Igual, Héctor, pues ni modo escape al sentir de la historia. Allá él, sin embargo, si se cobija a los llamados apologistas, que tanto lo denostaron por órdenes superiores.
Duarte y Fidel tuvieron sus constructores favoritos. Quizá, acaso, también Héctor, aun cuando, bueno, en nombre de la rendición de cuentas, todo lo transparentaría.
2
Si Miguel Ángel Yunes Linares gana en las urnas, entonces, el gabinete legal quedaría de la siguiente manera:
Todos los puestos claves para yunistas probados en los días difíciles. El resto, para los perredistas que decida Rogelio Franco Castán, presidente del CDE del PRD. Y, quizá, Agustín Basave.
El manejo de la política clave (la política-política, finanzas, seguridad, obra pública) controlada por Miguel Ángel, a través de su equipo de ultra contra súper confianza.
La política social (SEDESOL, por ejemplo) para el PRD, que tanto sueña en la utopía socialista, un mundo feliz para todos.
Para los perredistas, justicia a secas. Pero también, cargos públicos, que tantos les gustan y por los que suelen refundirse en guerras intestinas. Y es que la vida de un perredista inicia y termina en el puesto administrativo. A partir de ahí, todo lo que caiga es ganancia. Yunes, conocedor de la naturaleza humana y de los genes políticos, los ha de tener medidos. Bastaría referir un solo dato: Franco Castán se conformó con la diputación local pluri para su esposita, quien, claro, tiene biografía política, pero otra cosita es condecorarla con una pluri. Yunes los midió.
Lo dijo el senador Roberto Gil Zuarth: el PRD será aniquilado en Veracruz durante la mini. El temperamento de Miguel Ángel es avasallante.
Objetivo del Yunes azul: encarcelar a Fidel Herrera y Javier Duarte en cuatro meses.
Objetivo del Yunes rojo: encarcelar a uno que otro duartista lo más pronto posible.
Y más, porque Enrique Peña Nieto ya lo puso claro: primero, encarceló a Elba Esther Gordillo. Ahora, al profe Humberto Moreira, exgóber de Coahuila, donde, oh paradoja, falsificara documentos de un préstamo millonario para fregarse la lana.
Jaime “El bronco” Rodríguez, gobernador de Nuevo León, se está tardando demasiado.
Claudia Pavlovich, gobernadora de Sonora, está que encarcela y encarcela a los panistas y nada.
3
La batalla electoral por la gubernatura solo se dará entre Héctor y Miguel Ángel Yunes.
Los otros, cierto, tienen posibilidades…pero, digamos, para el futuro inmediato.
El diputado federal, Cuitláhuac García, con MORENA, posicionaría al partido de AMLO en Veracruz, pero para la elección presidencial del 2018.
A Gerardo Buganza Salmerón ya se le pasó el tiempo.
Elías Miguel Moreno Brizuela solito la perdió desde que migró de Veracruz al Distrito Federal y quemó sus naves aquí, entre nosotros.
A Juan Bueno Torio le faltó crecer en el territorio jarocho, pues se concentró en la región de Córdoba.
4
Héctor y Miguel Ángel son primos hermanos.
Y sería lamentable que por la política se trencen en luchas intestinas, cuando la política va y viene, y el único patrimonio de un hombre es la familia.
Y más cuando ya se está en la séptima década, en que algunos familiares, unos amigos, unos compadres, unos vecinos, y hasta el perro, además de la vejez y la soledad, empiezan a morir y el ama se va arruinando sin darse cuenta, pues ni modo que toda la vida se conserve la frescura de Gatsby, el héroe de William Faulkner.
En el mes de diciembre, cuando el caso de los pensionados apaleados, ya tuvieron un atorón.
Más lo podrían tener en la campaña electoral, cada uno con estrategia diferente para ganar en las urnas.
En fin, de hecho y derecho, con el candidato del PRI y el candidato de la alianza electoral, el duartismo ha comenzado a morir.
Gracias a Jesús de Nazareth, la pesadilla sexenal se está yendo, aun cuando se extingue en medio del descrédito: los cinco jóvenes de Playa Vicente desaparecidos en Tierra Blanca por las fuerzas policiacas del secretario de Seguridad Pública.
Al momento, Héctor ni Miguel Ángel se han pronunciado.
Menos, el cuarteto de diputaditos federales, Jorge Carvallo, Érick Lagos, Adolfo Mota y Alberto Silva.