miércoles, mayo 1, 2024

Diario de un reportero

Por: Luis Velázquez

•Fundamentalismo duartista

•Atropello a derechos humanos

•Tiempo oscuro para la libertad

DOMINGO

Fundamentalismo duartista

El fundamentalismo duartista (“Estás conmigo o estás contra mí” ha nombrado a Namiko Matsumoto presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, CEDHM, con lo que se ratifica el peor tiempo aciago para el ejercicio de la libertad y la dignidad humana en Veracruz.

Y si con el defensor del sacerdote pornográfico y pedófilo, el llamado “Lobo estepario”, Fernando Perera Escamilla, se vivió la peor pesadilla, en los próximos 5 años se anuncian tiempos apestosos.

La peor carnicería human en puerta.

Así, queda manifiesto el rostro atroz y que faltaba del duartismo.

El ejercicio del poder absoluto que como afirmaba el clásico corrompe de manera absoluta.

Y si alguna duda existiera bastaría referir la hoja de servicio de la Namiko: con todo y su calidad de investigadora de la UV, 16 reporteros y fotógrafos asesinados, más cuatro desaparecidos, más tres exiliados.

Y, en contraparte, el silencio. Mejor dicho, la complicidad. En todo caso, una empleada burocrática más del gobernador.

Y más si se considera que su paso de la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas a la CEDH se debe, como en el primer caso, a que es tía política del diputado federal, Érick Lagos Hernández, ex subsecretario y secretario de Gobierno, ex presidente del CDE del PRI y ex diputado local.

Lagos Hernández perdió la candidatura priista a gobernador, que ninguna posibilidad tenía, más que del dedazo, que se le fue.

Pero en cambio, ganó la presidencia de Derechos Humanos.

LUNES

“La confianza se ha perdido”

De los 50 diputados locales, 35 sufragaran por la Namiko.

La diputada local, Mónica Robles Barajas, fue congruente con ella misma y votó en contra. “La confianza se ha perdido”, dijo.

El diputado Cuauhtémoc Pola Estrada fue descriptivo: “Es un caso de trampolín político”.

El diputado Juan Nicolás Callejas Arroyo, dueño de la sección 32 del SNTE desde hace 33 años, cinco veces diputado local y federal, y siempre pluri, con su hijito, Callejitas, y su sobrina, listos para la curul local, alcanzó la peor servidumbre política.

“Namiko es la que más sabe de derechos humanos”.

En todo caso, en ningún momento se trata de que ella sepa más que los otros, digamos, de la teoría de los derechos humanos, sino de la autoridad moral y social, la voluntad política para dignificar los derechos constitucionales en el terreno de los hechos.

Su pasado en la Comisión de Protección a Periodistas la condena por completo.

Javier Duarte blindándose de cara al futuro inmediato.

MARTES

Todos, al servicio de Duarte

Cierto, Javier Duarte blindándose de cara al futuro inmediato.

Uno: Cinco años de la Namiko en Derechos Humanos para seguir aplastando y humillando la dignidad humana.

Desaparecidos, secuestrados, levantados, asesinados, sepultados en fosas clandestinas, arrojados en la vía pública, tirados en los ríos Bravo y Coatzacoalcos, dispersos los cadáveres en los cañaverales, refundidos en los pozos artesianos de agua dados de baja.

Y nunca, jamás, como en el caso de Fernando Perera, levantar la voz.

Caso dramático, excepcional: la Comisión Nacional de Derechos Humanos extendió rigurosa observación a la secretaría de Seguridad Pública de Arturo Bermúdez Zurita (el amigo de la Namiko) por la desaparición forzada del cantante de “La Voz México”, Gibrán, cometido por elementos policiacos estatales, todo porque le bajó la novia a uno de sus hijos en un antro.

Peor tantito: el silencio del Fiscal General que lo será durante nueve años: los dos del duartismo, los dos del próximo gobernador y 5 del gobernador del año 2018 en adelante.

Tantito peor: el Orfis, Organo de Fiscalización Superior, al servicio de Duarte.

Peor tantito: la Comisión de Vigilancia del Congreso y la mayoría legislativa, al servicio de Duarte.

Tantito peor: tanto la Contraloría como la secretaría de Finanzas y Planeación, al servicio de Duarte.

Peor tantito. “Yo di la orden”… de apalear a los pensionados por insurrectos que dijera el secretario General de Gobierno.

Todo el aparato gubernamental, pues, al servicio de un solo hombre. Javier Duarte.

Y, por añadidura, la Namiko.

Sólo porque es tía política de Érick Lagos.

El poder absoluto corrompe de manera absoluta decía el clásico.

MIÉRCOLES

¡Vaya desencanto político!

Ahora mismo, un nuevo caso de derechos humanos. El secuestro de cinco jóvenes originarios de Playa Vicente, tierra sórdida en los límites con Oaxaca, efectuado en Tierra Blanca, todo indica, por elementos policiacos.

Dijo el padre de uno de ellos:

“Esto es el infierno”.

Dijo el secretario técnico del Consejo Estatal de Seguridad Pública, el impoluto Juan Antonio Nemi Dib:

De ser cierto, en todo caso, “fueron 4 policías (los plagiarios) de un total de 20 mil policías”.

Ajá.

Dijo el legislador Juan René Chiunti, aquel que anunció un bloque de diputados locales contra la inseguridad luego de que su hermano fue secuestrado, asesinado y sepultado en fosa clandestina y, de pronto se le olvidó:

“Se trata de un ajuste de cuentas entre bandas delincuenciales”.

Dijo el diputado priista, José Ramón Gutiérrez, “El Peperra” y/o “El Joseratón”:

“No puede defender lo indefendible”, luego de que durante muchos meses como legislador se tiraba al piso del secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez.

Tal cual, puntos encontrados entre Nemi, Chiunti y Gutiérrez de Velasco, cada uno defendiendo su postura, llegando, incluso, al ridículo, y por añadidura, a la servidumbre a Javier Duarte.

Y los derechos humanos, como trapo de cocina.

Todavía es presidente de la CEDH, pues la Namiko tomará posesión el día 31 de enero, y Fernando Perera, ni una palabra sobre los derechos humanos de los cinco jóvenes de Playa Vicente levantados en Tierra Blanca.

Bueno, un solo lenguaje. El silencio. El silencio atroz peor que cualquier palabra.

¡Vaya tipejo! ¡Vaya decepción política! ¡Vaya desencanto!

JUEVES

Validar el abuso del poder

Está claro: la Namiko tiene el desahogo económico como investigadora de la UV. Le hace falta el poder político. Mejor dicho, más poder político. La ambición desmedida del poder. De espaldas a la realidad social a la que se debe.

En la Comisión de Periodistas fue absorbente. Era la secretaria general y despachaba como la presidenta. En tiempo de Rocío Ojeda Callado. En tiempo de Benita González.

En el año 2011 soñó con Derechos Humanos. El cura pedófilo, con su padrinito, el arzobispo Hipólito Reyes Larios, se le atravesó y la premiaron con la Comisión de Periodistas. Ahora, la ungieron.

Y, bueno, si 45 de los 50 diputados locales aprobaron en el mes de diciembre, 2014, la mini/gubernatura de dos años y la reelección de alcaldes y diputados locales y el préstamo millonario al gobierno de Veracruz, ahora 35 diputados votaron a su favor, lo que manifiesta el cabildeo de Callejitas Arroyo, dispuesto a todo para perpetuar su cacicazgo sindical y político.

La gran familia priista como le llama la secretaria General del CDE del PRI, Regina Vázquez Saut.

La libertad, la dignidad humana, el respeto a los derechos humanos, la libertad de reunirse y transitar, la libertad de expresarse en la vía pública en una protesta social, el derecho a disentir y pensar diferente, sometidos por la macana y el tolete (la ley Ampudia, la ley Bermúdez, la ley Flavino Ríos) y con un organismo, Derechos Humanos de la Namiko, para validar cualquier abuso y exceso del poder.

VIERNES

Un pueblo sometido

Lo peor en la vida civil es cuando el político impone el terror y el miedo, la incertidumbre y la zozobra a través del aparato gubernamental y cada ciudadano queda intimidado y deja de expresarse y deja de protestar y abandona el grito callejero y se recluye.

Tal cual ha buscado Javier Duarte en los últimos cinco años, con un mes  y 16 días en el mandato, digamos, constitucional.

Un pueblo sometido. Una sociedad recluida. Unos ciudadanos a la deriva.

El duartismo ha creído que el mundo son ellos cuando en Veracruz, como en cualquier pueblo, hay muchos Veracruz. Muchos Méxicos.

Y como el coraje social se ha desbordado, entonces, necesita a las Namikos para justificarse, y al mismo tiempo, seguir acometiendo ultrajes.

El tiempo del menosprecio y el desprecio público en la tierra jarocha.

Caray, Fidel Herrera, te pedimos perdón. Creíamos que eras el peor…

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