viernes, mayo 3, 2024

Barandal

  •  Duelo psicológico en Veracruz
  • En un lado del ring, Javier Duarte
  • En el otro, los senadores priistas

Luis Velázquez

COSTAL DE MAÑAS EN EL JUEGO SUCESORIO

PASAMANOS: Hay un duelo político, pero más aún sicológico entre Javier Duarte y Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa.

El único objetivo del desafío es la candidatura priista a gobernador, y en el juego sucesorio, cada quien utiliza sus experiencias y costal de mañas, como también trafica influencias.

Se trata, simple y llanamente, de una sórdida pelea por el poder político, que también es social y económico, pues con frecuencia luego de una travesía en un cargo público el político suele resolver el problema económico familiar, como aquel ex alcalde de Boca del Río, quien gozoso alardeaba que había dejado de ser presidente municipal, pero también dejado de ser pobre.

El duelo psicológico, quizá siquiátrico, entre las partes lleva más de un año, quizá dos, acaso tres, si se considera como afirma el historiador Daniel Cosío Villegas, que un minuto después de tomar posesión un funcionario público se desata, implacable, furioso, el juego sucesorio.

Y más cuando dos segundos después de anunciarse el gabinete del político en turno se forman el primero, el segundo, el tercero, el cuarto, etcétera, círculo del poder.

Y cuando, además, por ahí aparecen súper ministros sin cartera y ni se diga constructores y novias favoritas y privilegiadas con las mieles del poder.

Por ahora, y según los expertos, políticos, digamos, cercanos a las partes, todavía nada hay para nadie.

En Los Pinos, donde despacha el gran tlatoani priista, Enrique Peña Nieto, la moneda está en el aire.

Pero considerando que el año entrante serán elegidos doce gobernadores, las partes mueven sus fichas para lograr la dispensa, la buena vibra, el karma positivo del presidente de la república.

Tal cual, todo se vale. Desde jabs visibles y manifiestos hasta el cabildeo conyugal, como fuera el caso de la sucesión del gobernador de Veracruz cuando Luis Echeverría Álvarez en que según el historiador, la señora Teresa Peñafiel de Hernández habló con la compañera Esther Zuno de Echeverría y ella a su vez habló con su esposo y así el santo dedazo presidencial favoreció a don Rafael Hernández Ochoa.

DESDE LA INTRIGA PALACIEGA HASTA EL MADRAZO MEDIÁTICO

BALAUSTRADAS: En el duelo sicológico las partes han recurrido a todo, desde la intriga palaciega hasta el madrazo mediático para, digamos, hacer creer a la familia priista y a la población electoral que uno y el otro son el amarrado, el favorecido por los dioses, y en donde dos palabras (“¡Felicidades, Héctor!”) han servido para la estampida de los búfalos, aunque al día siguiente existiera marcha atrás.

Las partes se han injuriado y pedido perdón. Se han regalado cañas de pescar y se han sentado a comer sapos. Se han alejado y se han acercado. Se han disparado cañonazos discursivos y han buscado padrinos para reconciliarse.

Estamos, pues, ante una guerra de nervios atroz, sórdida, inclemente y despiadada, donde ganará, digamos, quien tenga firmes los nervios para evitar su descarrilamiento, antes, mucho antes de sucumbir ante los cánticos de las sirenas y el susurro de los bufones y las buenaventuras de los mesiánicos.

Por desgracia, cada quien mira el color del cristal de una forma diferente, una parte, la del gobernador en turno, resume el poder ejecutivo, el poder legislativo, el poder judicial, el poder policiaco y el poder mediático de su lado, mientras la otra, los senadores, reman contra la corriente.

Pero a cambio, del lado de los senadores existiría más experiencia, más fogueo, más batallas en el frente y en la retaguardia política, más años de andar en las sórdidas cañerías de la política y “en el mar proceloso de la vida pública” como decía Juan Maldonado Pereda, QEPD.

SOÑAR CON MUNDOS IMPOSIBLES

ESCALERAS: En el duelo sicológico, mucho cuentan y/o han de contar los amigos, los asesores, los rodeólogos, los fans y los grupos, las hordas y las tribus partidistas.

¡Y ay si una de las partes cae en la trampa de los espejitos, porque cada parte, claro, lógico, obvio, busca su interés personal!

Y es que ante tales circunstancias hay un principio universal, tan sencillo como eficaz: la paz de afuera es la paz de adentro.

Es decir, la firmeza en los principios, los valores, las ideas, los ideales y las utopías de cada uno marcan el camino a seguir.

Dicho de otra manera, y en la expresión diazmironiana, para cruzar el pantano sin mancharse ni menos hundirse, el factor clave es lo que cada parte desea en la vida como objetivo inmediato y a largo plazo, sin que cuente el punto de vista y la influencia de los demás.

Se trata, pues, de la gran decisión en el momento estelar de cada uno, a solas, y a solas consigo mismo.

Y es ahí donde se abre una gran encrucijada, porque una vez tomada la decisión estelar, sólo la fortaleza interior permite soñar con mundos imposibles.

El duelo psicológico todavía durará el resto del año hasta quizá, acaso, los primeros días del mes de enero, el mes para cuando está contemplado el destape del candidato priista a la silla embrujada de palacio que el hermano de Emiliano Zapata, Eufemio, confundió con una silla de montar caballos, quizá, acaso, por lo brioso del animal.

Publicidad




Otras noticias

Bitácora Política

Bitácora Política

Bitácora Política

SENTIDO COMÚN