miércoles, mayo 8, 2024

Escenarios

  • Yunes Márquez vs Duarte
  • Lucha de 30 alcaldes azules
  • Les retuvieron dinero federal

Luis Velázquez

1

El Fiscal General de Veracruz fracasó en su intento de desafuero del alcalde de Boca del Río, el panista Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo del diputado federal, Miguel Ángel Yunes Linares, presidente, por cierto, de la Comisión de Seguridad y que significa revisar las políticas públicas en la materia en el país.

Y, a partir de ahora, Yunes Márquez encabeza un gran movimiento pacífico al lado de treinta alcaldes azules para exigir, reclamar, cabildear y demandar el pago de las participaciones federales al duartismo que de manera ilegal les han sido retenidas, no obstante que la secretaría de Hacienda y Crédito Público las entregara a la SEFIPLAN en tiempo y forma los primeros días del mes correspondiente.

Pero más aún: el boqueño ha anunciado que interpondrá una denuncia en la Suprema Corte de Justicia de la nación en contra de los abusos y excesos del poder del duartismo al retener el dinero federal.

La guerra política, pues, en su más alta dimensión.

Ya antes, protestaron los alcaldes del PRD con Rogelio Franco Castán y del PAN con el diputado local, Jorge Vera.

Incluso, y en el caso de los perredistas, plantados en la escalinata de la Catedral de Xalapa frente al palacio de gobierno para solicitar, en ningún momento mendigar, el pago.

Y, bueno, como según el sexto secretario de Finanzas y Planeación, Antonio Gómez Pelegrín, la dependencia está “sin un clavo”, la respuesta oficial fue el silencio.

Por eso, el alcalde boqueño se irá a la yugular duartista y por tanto al corazón federal. La demanda en la Suprema Corte de Justicia.

Claro, habría de recordar, por ejemplo, que la Auditoría Superior de la Federación interpuso una denuncia penal en la PGR, Procuraduría General de la República, en contra de 19 duartistas por irregularidades en los recursos federales, sobre todo, en las secretarías de Salud y Educación, y al momento, quizá, acaso, por tanta chamba (Tlatlaya y Ayotzinapa, etcétera), la denuncia reposa en el basurero de la historia.

2

Desde antes del intento de desafuero, Yunes Márquez insistía en la entrega de las participaciones federales con cero respuesta.

Tal cual, y luego de que el Fiscal General ha fracasado con otros desafueros (Medellín, Coatepec, Fortín y San Andrés Tlalnehuayocan, lo que manifiesta su mal desempeño como litigante, y lo que es peor, como el abogado duartista), el hijo de Yunes Linares procederá.

Se ha puesto, digamos, al frente de los 30 colegas, toda vez que la retención del erario federal ha significado el abandono de programas sociales en cada uno de los municipios.

Pero, además, obras anunciadas sin caminar, y por añadidura, un estrangulamiento de las finanzas.

Más aún, tratándose de fondos federales aplicados, en el mejor de los casos, a la llamada “Operación licuadora”, consistente en desviar el dinero a otros programas y a otras regiones.

De hecho y derecho estamos ya a fin de año y el mes de diciembre es de fiesta y nostalgia.

Y, por tanto, si en verdad interponen la demanda en la Suprema Corte en contra del duartismo, procederá en tiempo y forma hacia el mes de enero de 2016, cuando quizá, acaso, ya existan candidatos a la gubernatura.

Y, entonces, el duartismo se curará en salud diciendo que la denuncia de Yunes Márquez se debe al proceso electoral en puerta.

Quizá.

Pero al mismo tiempo, con un hermano, Fernando, de senador, y su padre, diputado federal, el primero presidente de la Comisión de Justicia en el Senado de la república, el alcalde boqueño tiene todo para armar un reality show tanto en el Congreso de la Unión como en el CEN del PAN y la prensa defeña.

3

Nunca, jamás, se conoció el resultado del plantón perredista con sus quince alcaldes demandando el pago de las participaciones federales ni tampoco el logro de los ediles panistas.

Digamos con optimismo que acaso habrían obtenido un abonito, pero de igual manera, una negociación en lo oscurito donde unos cuantos saldrían beneficiados.

El caso es que todos ellos callaron.

Hoy, sin embargo, se conoce: en el caso de los ediles panistas, a ninguno le pagaron.

Y por eso mismo, Yunes Márquez entra al quite, luego del fracaso del diputado Jorge Vera como gestor y cabildero, de quien, por ejemplo, se afirma es un político serio, pero sin resultados.

Raro y extraño, porque en el Congreso local hay, más o menos, una quincena de diputados panistas, y salvo Jorge Vera, en una sola ocasión, a ninguno ha importado que el duartismo retenga las participaciones federales a los presidentes municipales.

¡Triste papel y desempeño!

¡Quizá, acaso, porque los legisladores se benefician con su silencio!

4

Lo único importante en la travesía que para el día hoy anunciara Yunes Márquez es la insistencia en las puertas federales hasta que caiga la última gota de sangre en el fragor de la batalla política.

Si de igual manera como la rectora de la Universidad Veracruzana, doctora Sara Ladrón de Guevara, creyera en la buena fe del duartismo, también los treinta alcaldes panistas, entonces, de antemano quedarán fregados y “en el pecado llevarán la penitencia”.

En el caso, y como suscribe el adagio ranchero, “la beben o la derraman” hasta que el duartismo entregue, incluso con intereses, las participaciones federales retenidas.

Y más porque estaríamos ante un manifiesto caso de jineteo bursátil, de igual modo como aconteciera en el sexenio de Agustín Acosta Lagunes que en los primeros años especuló con el dinero en el mundo bursátil como lo denunciara el alcalde de Boca del Río, Sergio Flores Armida, y de pronto, zas, regresó el dinero completito, cierto, pero ya “sudado”.

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