domingo, mayo 11, 2025

Malecón del Paseo

  • Harry, el sucio
  • Enfermo de poder
  • Autoritarismo duartista

Luis Velázquez

UN MESIÁNICO LLAMADO HARRY GRAPPA

EMBARCADERO: El nombre de la fundación del tablajero Harry Grappa, secretario de Turismo, para buscar la candidatura a diputado local constituye una ofensa social y una bofetada política a la población.

Se llama “Hagamos + grande a Veracruz”, en la que integra la letra de su nombre y su primer apellido y que por todos lados significa una vacilada triunfalista y mesiánica de la generación en el poder sexenal.

Se monta así en el más elevado autoritarismo de quienes con el duartismo se creen dueños únicos y absolutos de los cargos públicos y de los recursos estatales y federales que ha llevado, entre otras cositas, a la Auditoría Superior de la Federación a interponer una denuncia penal en la procuraduría General de Justicia en contra de 19 duartistas.

Y es que si se miran los cinco años del llamado sexenio próspero, Harry Grappa, amigo del señor Javier Duarte, ha hecho y deshecho con el desarrollo económico de su holding turístico, con toda la impunidad del ORFIS, Órgano de Simulación Fiscal, y la Comisión de Vigilancia del Congreso.

Incluso, a él le atribuyen cuando iba a cobrar a la SEFIPLAN los pagos pendientes de su negocio floreciente y le argumentaban que las arcas estaban vacías amenazaba con llamar ahí mismo por el celular al Jefe Máximo del Priismo.

Y en automático le pagaban.

Y es que, bueno, si Ramón Poo Gil llegó a la presidencia municipal sin ningún trabajo priista anterior, sin méritos sociales, el tablajero ha de pensar que tiene más cualidades y atributos para aterrizar en palacio.

Por supuesto, en ningún momento, el funcionario estatal espera engrandecer el destino del puerto jarocho, sino el personal y el familiar, el suyo.

UN TABLAJERO ATRÁS DE LA CURUL Y LA ALCALDÍA

ROMPEOLAS: Grappa fue el primero de los 82 funcionarios que Duarte ha cesado en el transcurso del viaje sexenal.

Adolfo Mota, entonces secretario de Educación, el segundo.

Ocurrió cuando en Xalapa, Duarte y su esposa llegaron tarde a un concierto en el Teatro del Estado y el público le lanzó el primer abucheo que luego replicarían en el estadio Luis “Pirata” de la Fuente y en Córdoba.

Entonces, despidió a Grappa, en tanto el diputado federal, Emilio Gamboa Patrón, coordinador de la bancada priista en el Congreso de la Unión, habló por teléfono con Duarte para solicitar el perdón para Mota.

Y cuando Mota llegó al palacio para el perdón le dio las gracias de la siguiente manera:

“Señor gobernador, un menosprecio de usted es peor que el menosprecio de mi esposa”.

Tal cual después estrecharía la amistad, de tal forma que solía hablar unas veinte veces diarias con Duarte, según él mismo alardeaba.

En tanto, Harry Grappa anduvo por ahí en el negocio turístico con cargo a la SEFIPLAN hasta que de plano fue ungido secretario, creando, por tanto, un conflicto de intereses que por los demás le valió a la elite gobernante.

Ahora, cuando el poder político se está yendo, de pronto ha sentido la iluminación divina llamándolo a continuar “sirviéndose” de Veracruz y busca la candidatura a diputado local por el distrito de Veracruz urbano camino, como tantos otros, a la alcaldía.

Y más porque la silla edilicia del año 2018 permitirá la reelección durante veinte años consecutivos.

Ya se verá si en la rebatinga, Marlon Ramírez, también atrás de la curul local por Veracruz rural, y la priista Ana Guadalupe Ingram, que de igual manera sueña, se lo permitirán.

HARTAZGO CIUDADANO EN CONTRA DEL DUARTISMO

ASTILLEROS: Para entonces, Duarte andará en otras latitudes de la vida pues habrá dejado la gubernatura.

Pero por ahora el tiempo aún le alcanza para el santo dedazo, fast track, para lanzar a Harry Grappa de candidato a la curul en la LXIV Legislatura, aun cuando una cosita es que sea nominado y otra el triunfo en las urnas.

Incluso, está visto: ni con todo el autoritarismo duartista como aureola, ni con toda la lana oficial del mundo de por medio, el hecho de ser candidato priista garantiza la victoria.

Ahí están, entre otros, los casos de Ana Guadalupe Ingram derrotada por una panista desconocida que ni siquiera campaña electoral hizo, pues se le atravesó un embarazo.

Y de Carolina Gudiño Corro, quien tuvo como coordinador general de su campaña a Fidel Herrera Beltrán, cobijada además por los generales boqueños de cinco estrellas, entre ellos, Salvador Manzur Díaz, Ramón Ferrari Pardiño, Raúl Ramos Vicarte y Armando López Rosado.

Y de los tales Olivier Aguilar Yunes y Sergio Pazos junior, que llegaron tan mesiánicos que se creían paridos por los dioses, regañando, humillando y vejando a la militancia priista que le ayudaba como operadores.

Es el mismo perfil de Harry Grappa. Por eso, su posible candidatura únicamente alimentará el hartazgo ciudadano en contra de todo lo que huela a Duarte y al góber fogoso y en contra de él mismo que sólo alcanzó la Secretaría de Turismo por la amistad personal con el góber de la Complutense.

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