Caso cerrado
Luis Velázquez
ÁNGELES DE LA PUREZA EN EL DUARTISMO
Veracruz, como el programa de la doctora Polo, en Telemundo, está lleno de casos cerrados. Algunos, los siguientes:
Caso cerrado. La desaparición del arquitecto José Cristhian Morales Carreto, amigo entre los amigos de Érick Lagos Hernández, diputado federal.
Caso cerrado. Por ningún concepto la Secretaría de Finanzas y Planeación, SEFIPLAN, pagará los dos mil millones de pesos a la Universidad Veracruzana, así la rectora se incendie frente al palacio de gobierno.
Caso cerrado. Por más y más feminicidios documentados de norte a sur y de este a oeste de Veracruz quedó prohibida la Alerta de Género, aún quiera declararla el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Caso cerrado. Así existan madres encarando al gobernador por la desaparición de sus hijos, así se conciten marchas ciudadanas reclamando esclarecer los secuestros y los crímenes, el secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, lo será hasta el final del duartismo, a menos, claro, que el pueblo de Xalapa lo llame como legislador local.
Caso cerrado. La denuncia penal de la Auditoría Superior de la Federación ante la procuraduría General de Justicia en contra de 19 duartistas por irregularidades en los fondos federales ha sido archivada. Por tanto, impunidad absoluta a los funcionarios públicos bajo sospecha.
Caso cerrado. El par de mansiones en el fraccionamiento “Las ánimas”, y la plaza comercial y el edificio de cuatro pisos propiedad de Gabriel Deantes Ramos, secretario de Trabajo, fue adquirido por la vía lícita, con cargo a su ingreso obtenido en la más absoluta transparencia, y por tanto, está limpio de toda sospecha, pues ya lo dijo el Contralor, el cacique huasteco.
Es más, a tanta llega la pureza del tamaulipeco que será premiado con la candidatura a diputado local por el distrito de Zongolica para redimir a los indígenas de la montaña negra.
CASOS CERRADOS, PALABRA DE DIOS
Caso cerrado. Por más peces gordos que el senador Héctor Yunes Landa capture con su caña de pescar y por más pataleos del senador Pepe Yunes en contra del “desorden administrativo, el caos financiero y la corrupción política”, ningún duartista caerá al penal de Pacho Viejo.
El caso, pues, está cerrado, pues sea quien sea de los senadores priistas el candidato a gobernador habrá negociación de por medio, y el acuerdo girará alrededor de la más canija impunidad a todos los fidelistas que todavía andan vivos aquí en la entidad jarocha.
Caso cerrado. Si el mundo político ha olvidado los trastupijes denunciados en la Secretaría de Salud, por ejemplo, también olvidará el oscuro destino de los fondos estatales y federales, más, cuando haya candidato priista a gobernador.
Caso cerrado. El desafuero de Renato Tronco Gómez como diputado local para enfrentar el juicio por el asesinato de su regidor hace ocho años. Claro, nunca trascenderán las razones por las cuales la Fiscalía General resucitó el caso.
Caso cerrado. Jorge Alejandro Carvallo Delfín compró su jet con dinero lícito. Adolfo Mota, su departamento de lujo frente al Golfo de México, con dinero lícito. Arturo Bermúdez, sus negocios de seguridad, con dinero lícito. Harry Grappa, su exitoso holding turístico, con dinero lícito. Los Sánchez Macías, su cadena de periódicos, con dinero lícito. Gina Domínguez, sus estaciones de radio, con dinero lícito. Marcelo Montiel Montiel, sus ranchos, con dinero lícito.
Caso cerrado. Las barbies y reinis han recibido las mieles del poder porque se lo merecían con sus servicios prestados a la patria duartista. Por esos sus cargos públicos, tarjetas de crédito, casas y camionetas blindadas con escoltas.
Caso cerrado. El par de agentes de Tránsito secuestrados, desaparecidos cuatro días, asesinados y tirados en la vía pública en ningún momento eran escoltas del gobernador. Palabra de Dios.
TODOS SE HAN PORTADO BIEN
Caso cerrado. En Veracruz nunca, jamás, han existido mujeres desaparecidas. Todas huyeron con el amante en turno. Tampoco, hombres secuestrados. Todos están internados en una granja etílica.
Caso cerrado. Por más que una parte de la prensa publique crímenes, emboscados, fuego cruzado, significa que existe una conspiración en contra del duartismo. Acuérdense todos, en Veracruz sólo hay ladrones de Frutsis, Pingüinos y chicles.
Caso cerrado. Ningún reportero ni fotógrafo fue asesinado en Veracruz por su trabajo periodístico. Todos, los 18, tenían malas amistades. Amistades peligrosas. Y, por tanto, ninguno se portaba bien, a pesar, incluso, de que les fue advertido que “vendrían tiempos peores” en que del árbol de la vida “caerían las manzanas podridas”.
Caso cerrado. El duartismo ha sido el sexenio más auditado en la historia contemporánea de Veracruz. Y aun cuando el góber fogoso también aseguraba lo mismo y todos conocen el resultado, en el Veracruz de hoy es la puritita verdad. Transparencia absoluta en el manejo en el gasto público. Rendición de cuentas a prueba de bomba. Lo dijo Gabriel Deantes: “Yo, estoy limpio. Ya me lo dijo el Contralor Ricky Ricky Ricky García Guzmán”.
Caso cerrado. Si por ahí existiera algún pendiente de aclarar, en ningún momento ha sido por falta de voluntad, sino porque el Alzheimer anda fregando la vida.
Y, por tanto y con todo, declárase Caso cerrado, simple y llanamente, en reconocimiento a la doctora Polo, de Telemundo.
Cúmplase al pie de la letra.
