- Rudeza innecesaria del IPE a la UV
- IPE miró el árbol, olvidó el bosque
- La SEFIPLAN debe a UV. UV debe al IPE
Luis Velázquez
NADIE DUDA DE ARMANDO ADRIANO; PERO…
EMBARCADERO: Nadie dudaría de la palabra del director del Instituto de Pensiones, IPE, el notario público y académico de la Universidad Veracruzana, UV, Armando Adriano Fabre.
Nadie cuestionaría que está diciendo la verdad cuando dice, por ejemplo, que desde el año 2002 la máxima casa de estudios ha acumulado una deuda de dos mil 65 millones de pesos al IPE por su aportación como patrón.
Y más cuando documenta que si en el año 2002, hace trece años, la UV tenía mil 251 pensionados, ahora llegan a 3 mil 131.
Y, como él mismo ha asegurado en otras comparecencias ante los medios, de que las más altas pensiones están en los trabajadores retirados de la UV y Enseñanza Media, como es el caso, por ejemplo, de Alberto Uscanga Escobar, que rebasa los más de cien mil pesos mensuales, como alguna vez lo filtró, quizá por envidia, el líder estatal del FESAPAUV, Enrique Levet Gorozpe.
Nadie dudaría tampoco que en tales circunstancias la aportación de la UV al IPE es insuficiente.
Y que, por tanto, el generoso y solidario y benefactor gobierno del estado de Veracruz ha cubierto el déficit de la UV.
Incluso, y luego de sus declaraciones, sólo restaría que la rectora de la UV, doctora Sara Ladrón de Guevara, con toda la comunidad académica, solicitara perdón al gobernador por los agravios cometidos hasta por Twitter, donde la rectora exigió y reclamó el pago de los dos mil millones de pesos, 1,600 millones de subsidio estatal y 400 millones de pesos federales que han chingado a la UV de manera ruda y autoritaria.
Nadie, pues, evidenciaría la palabra de Armando Adriano.
Pero…
Pero el director del IPE miró el árbol y olvidó que hay un bosque interminable e incesante de árboles más allá del primer plano.
AQUELLOS POLVOS DEL FIDELATO
ROMPEOLAS: Por ejemplo: el mismo director del IPE lo ha expresado en otras ocasiones: un problema del instituto para solventar el pago mensual de las pensiones es que muchos profes con influencias políticas, tanto de la SEV como de la UV, se han jubilado con una pensión elevada, debido, entre otras cositas, a que el cuarto para las doce para jubilarse recibieron una categoría más alta.
Por eso, incluso, la reforma a la ley del IPE, aprobada por la LXIII Legislatura, para establecer un tope.
Y de tal medida, en ningún momento la UV es culpable, pues el sistema político ha permitido que muchos académicos lo sean con una plaza de Tiempo Completo al mismo tiempo que dobletean como funcionarios del gabinete legal del gobierno del estado en turno.
Por ejemplo: si el director del IPE habla de que desde el año 2002, la UV ha arrastrado un déficit en el pago de su aportación como patrón, incluye los dos últimos años del sexenio de Miguel Alemán Velazco, quien, como se recuerda, iniciara el despapaye del “desorden administrativo, el caos financiero y la corrupción política” con la deuda pública.
Pero, además, durante los seis años de Fidel Herrera Beltrán siempre “ordeñó la vaca” de la UV, desviando cada año más de doscientos millones de pesos del subsidio oficial, aprobado por el Congreso de Veracruz, para la UV.
Y no obstante que una y otra y otra y otra y otra ocasión, el siempre digno ex rector, Raúl Arias Lovillo, uno de los ex rectores más íntegros y honestos, machacó al góber fogoso para frenar tantos trastupijes, “en la plenitud del pinche poder”, el cónsul de Barcelona hizo y deshizo, valiéndole un soberano cacahuate la UV, el Orfis, Organo de Simulación Fiscal y la Comisión de Vigilancia del Congreso.
Por eso, cuando Fidel Herrera entregó la gubernatura a Javier Duarte, la deuda de la SEFIPLAN, secretaría de Finanzas y Planeación, a la UV, ascendía a 800 millones de pesos, y que ahora ha llegado a dos mil millones de pesos.
UN ARPÓN PARA CAZAR TIBURONES
ASTILLEROS: Y en tales circunstancias resulta inverosímil que la UV aporte en tiempo y forma su cuota como patrón al IPE.
Pero más aún resulta paradójico que mientras se habla de que el duartismo ha acumulado un pendiente de pago de dos millones de pesos a la UV, el IPE revire de manera ruda e innecesaria que la UV le adeuda dos mil 65 millones de pesos.
Se entiende, el IPE es una dependencia más del gobierno de Veracruz, como por ejemplo, el PRI, la CNOP y el Congreso local.
Y ante las presiones de la rectora y los vicerrectores de Poza Rica, Veracruz-Boca del Río y Coatzacoalcos, que han levantado la voz reclamando a Javier Duarte, en víspera del V informe, ahora, Armando Adriano, con toda su autoridad moral y ética, social y académica, y política, rafaguea a la máxima casa de estudios.
Y más porque desde que iniciara el intercambio de barajitas entre el gobernador y la rectora ha llovido demasiado en la milpa para que de pronto aparezca un Niño Pípila, un Juan Mendoza, el Juan Mendoza del duartismo.
Lo peor del asunto es que la SEFIPLAN se chingó los 400 millones de pesos federales de la UV se ignora si canalizado a otros programas, a otras regiones, a otros bolsillos y/o al jineteo bursátil.
Pero lo peor también es “la corrupción política” en el gobierno de Veracruz denunciada por los senadores Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa y la fama pública de enriquecimiento inexplicable de varios duartistas, para lo cual Yunes Landa ha comprado más cañas de pescar, mejor dicho, arpones para pescar tiburones, pues la cañita que le regalaron el día de su cumpleaños se troncharía en automático.