lunes, abril 28, 2025

Malecón del Paseo

  • Aspirante número 21 a gobernador
  • Se destapa Víctor Arredondo
  • El pitorreo de la sucesión

Luis Velázquez

UN ASPIRANTE MÁS A GOBERNADOR

EMBARCADERO: El aspirante número 21 como candidato a gobernador ha levantado la mano. Es el doctor Víctor Arredondo Álvarez, secretario de Educación con Fidel Herrera y rector de la Universidad Veracruzana durante ocho años.

Su destape ha sido mediático, a diferencia de los otros veinte que lo efectuaron a través de un mitin, una ceremonia, la cargada de un grupo político.

A primera vista se ignora el partido político que podría, digamos, nominarlo, pues, además, una candidatura se construye con tiempo suficiente para posicionarse en la percepción ciudadana.

Pero más aún, y como en el caso, el camino está demasiado andado y hay quienes se mantienen como punteros en la encuesta histórica (caso los tres Yunes, Pepe, Héctor y Miguel Ángel), en tanto otros, de plano, ya se retiraron (Jorge Carvallo Delfín y Adolfo Mota Hernández) y otros siguen como la gota a la roca (desde Gerardo Buganza Salmerón hasta Jorge Uscanga Escobar, por ejemplo).

Víctor Arredondo fue candidato de Javier Duarte a la rectoría de la UV; pero la doctora Sara Ladrón de Guevara obtuvo la mayoría de votos de la Junta de Gobierno, y ni modo, quedó con las ansias del mandato académico por tercera ocasión.

Ahora, su destape mediático resulta insólito, inexplicable vaya, pues estamos a unos dos meses del anuncio oficial de Los Pinos sobre el candidato, y por tanto, resultaría una sorpresa que la estuviera buscando por el lado priista.

Quizá, y de igual manera como Gerardo Buganza, Renato Tronco Gómez y Elías Miguel Moreno Brizuela, el ex rector de la UV estaría pensando en una candidatura independiente, una más, aun cuando también formaría parte de “los acelerados” como el caso de Tomás Ruiz González, Francisco Valencia y Francisco Garrido, que se anotaron en el carril para ver si obtuvieran un beneficio posterior.

LOS PARTIDOS ESTÁN SATURADOS

ROMPEOLAS: Arredondo Álvarez ya probó, y con exceso, las mieles del poder, desde el lado académico y el político.

Es doctor en Psicología, y como tal, profundo conocedor de la naturaleza humana, que ha de empezar por sí mismo.

Y, por tanto, si la víbora de la política ya le picó resultaría lógico entender los motivos de su lanzamiento mediático, pues todas las circunstancias indican que ninguna posibilidad tiene.

Ni siquiera, vaya, como candidato ciudadano, pues se expondría al ridículo, pues si alguna vez alcanzó un gran capital político como rector y secretario de Educación, ha dejado pasar cinco años en el limbo, y la milpita en el surco se ha secado.

Hay una rectora, por ejemplo, y vamos en la tercera secretaria de Educación.

Además, y el dicho popular lo reitera: “Santo que no es visto… no es adorado”.

Tal cual, y aun cuando el señor Javier Duarte lo considerara, la caballada en el carril tricolor, está saturada. Ni una aguja cabe.

En el PAN y el PRD construyen una alianza que si se ponen buzos habría de cuajar, pues desde el lado priista apuestan a tronarla.

Y en tal alianza todo indica que el candidato será Miguel Ángel Yunes Linares.

La izquierda que resta (MORENA y Movimiento Ciudadano, por ejemplo) ha dejado claro que irán solos cada uno. MORENA, con el diputado federal, Cuitláhuac García, y el MC, con el mismo Dante Delgado Rannauro y/o Armando Méndez de la Luz.

Y si ambos esperan abonar posibilidades para el año 2018 es otro cantar, pues de antemano ninguna posibilidad tienen de ganar en las urnas.

El PANAL, PVEM y el PES y el AVE priista irán con el candidato tricolor, sea quien sea.

El PT patalea diciendo que en Veracruz está vivo, y por tanto, tendría candidato, aun cuando terminará afiliado, digamos, a MORENA y/o MC, quizá a la alianza PRD y PAN.

Así, por ningún lado se mira encartado a Víctor Arredondo.

CAMPAÑA ELECTORAL PAGADA POR CARTELES

ASTILLEROS: Nadie pensaría que el ex rector busca notoriedad frívola, pues con Alberto Silva Ramos, Luis Ángel Bravo Contreras, Jorge Carvallo Delfín, Adolfo Mota y Érick Lagos ya tenemos suficiente vanidad mesiánica.

Quizá, digamos, buscara la línea ágata para su negocio sobre educación a distancia, y en todo, ubicarse en el imaginario colectivo para estar presente de cara al sucesor en el trono imperial y faraónico.

Y más porque un doctor en Psicología ha de medir los riesgos de una aventura, y más, mucho más, política, y más, como en el caso, cuando el ex rector adolece de un plus electoral, de un grupo político fuerte, y quisiera entenderse, de los dos mil millones de pesos que según Dante Delgado Rannauro cuesta una campaña electoral a gobernador: mil millones para pagos arriba de la mesa y mil millones para la cañería.

A menos, claro, como se visualiza en algunos aspirantes que en verdad pudieran lanzarse, que la campaña sea pagada por empresarios interesados en la obra pública exclusiva durante los dos años de la gubernatura, y/o en todo caso, y como la DEA lo registró con Tomás Yarrington y Eugenio Flores Hernández en Tamaulipas, la campaña sea pagada por los carteles.

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