domingo, junio 29, 2025

Expediente 2015

Veracruz, incendiado

Luis Velázquez

“A TODOS NOS HAN AMENAZADO”

A unos días del quinto informe del señor Javier Duarte siguen padeciéndose días sórdidos y revueltos.

Por ejemplo, resulta inverosímil el asesinato en Coatzacoalcos del litigante Rodolfo Zapata Carrillo, horas después de exigir en rueda de prensa la renuncia del secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita.

Y días después de participar en una marcha pacífica por la seguridad de norte a sur y de este a oeste de la tierra jarocha.

Grave también el atentado en contra del líder transportista jarocho, Alfonso Rodríguez, “El Pollo”, quien salió herido; pero murieron cuatro personas.

Y, bueno, el raro y extraño incendio del restaurante “El amate” donde, oh paradoja, el senador Héctor Yunes Landa solía efectuar sus reuniones con sus seguidores y fans camino a la candidatura priista a gobernador.

Días sórdidos, pues.

Y más porque cada caso tiene un significado que alerta y pone los pelos de punta como ha sido, en la última semana, lo siguiente: las llamadas telefónicas para extorsionar, chantajear y amenazar de muerte se han recrudecido.

Y más, cuando en el caso llegan a la vida de amigos, conocidos y familiares.

Por ejemplo, a mitad de semana sonó el teléfono celular de una señora en el pueblo de Soledad de Doblado notificándole que tenían secuestrada a su hija.

Por aquí la señora, de unos 70 años, recibió la llamada, tiró el celular y salió corriendo a la casa de su hija casada, angustiada, en medio del temor, el terror, la zozobra y la incertidumbre, sintiendo que el alma se le deshacía en cachitos en cada paso que daba.

Llegó a la casa y para su fortuna descubrió a su hija limpiando la casa.

Cierto, y como decía Miguel Alemán Velasco, “a todos nos han amenazado”, pero al mismo tiempo, se vive y padece un tiempo sórdido que nunca antes se daba, ni siquiera, en el fidelato, a quien la prensa española ha ligado con los malosos.

“TE VAMOS A MATAR”

Una vecina también contestó el celular y una voz sórdida le informaba que tenía secuestrado a su hijo.

Incluso, hasta le pusieron a un chico quien, al parecer, confinado en un cuarto, simple y llanamente, dijo: “¡Mamá, mamá”!

Fue el jueves anterior hacia el mediodía. La madre buscó a su hijo en su celular y nunca contestó. Habló a su casa y tampoco. Habló a la nuera y tampoco. Así, pasaron varias horas en la angustia absoluta hasta que tres, cuatro, cinco horas después lo pudo ubicar.

A principio de semana, Héctor Fuentes Valdés, de oficio profesor, recibió una llamada telefónica con una amenaza. “Te vamos a matar”, le dijeron. Y desde entonces, ha vivido entre la espada y la espada, pendiente de un ruido en su casa en la noche y de los ruidos de la calle en el día y la noche.

Es el Veracruz de Arturo Bermúdez y del Fiscal Luis Ángel Bravo Contreras, de cara al V informe del gobernador.

Algún día se escribirá la historia de Veracruz en el llamado sexenio próspero y las grandes categorías temáticas serán las siguientes:

Fuego cruzado, muertos, secuestrados, desaparecidos, fosas clandestinas, cadáveres flotando en los ríos Blanco y Coatzacoalcos, pozos artesanales de agua dados de baja y convertidos en cementerio de los malosos.

De igual manera, robos a casas habitación, asaltos a negocios y restaurantes, extorsiones telefónicas, amenazas de muerte por celular, tolete, macana, garrote, gases lacrimógenos, toques eléctricos, perros amaestrados, represión, intimidación y acoso.

Es decir, el Veracruz sórdido del secretario de Seguridad Pública y del Fiscal.

Un saldo trágico, si se considera la estadística del Coneval: seis de cada diez habitantes de Veracruz se ubican en la pobreza y la miseria.

Peor tantito: de los ocho millones de habitantes de Veracruz, un millón y medio solo aplica una o dos comidas al día, y mal comidas, debido al desempleo, el subempleo y los salarios de hambre.

MANIFIESTA INCAPACIDAD DE BERMUDEZ Y BRAVO

Y es que si el litigante Rodolfo Zapata, de Coatzacoalcos, fue asesinado por exigir la renuncia de Arturo Bermúdez.

Y si el restaurante “El amate” fue incendiado como un aviso siniestro por servir de centro político del senador Héctor Yunes.

Y si “El pollo” sufrió, digamos, un atentado de lo que hablan los cuatro escoltas muertos…, entonces, caray, pésima antecedente en la víspera del V informe.

Pero además, la incapacidad manifiesta del gabinete de seguridad y de justicia para garantizar la vida de la población como lo establece el Estado de Derecho.

Y la guerra sucia en contra de los disidentes y de quienes se han atrevido, digamos, a pensar diferente al duartismo y a los que se reprime y hasta asesina como única salida para acallar la protesta social.

unca antes, y por desgracia, el aire social y político que se respira en Veracruz ha estado lleno de miedo y pánico con signos ominosos para el futuro que viene de aquí a la elección de gobernador y diputados locales el año entrante, en que los vientos desfavorables se multiplicarán, pues la lucha por el poder se recrudecerá.

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