domingo, abril 27, 2025

Barandal

  • El madruguete
  • “Alerta temprana”
  • Reporteros en la SEGOB

Luis Velázquez

PASAMANOS: El día de muertos, el gobernador sostuvo la habitual rueda de prensa y apareció al lado del secretario de Gobierno y el Fiscal, y la secretaria presidenta de la cosita llamada Comisión de Atención y Protección a Periodistas.

Entonces, anunció que Veracruz se convertía en la primera entidad federativa en adoptar la “Alerta temprana” que el subsecretario de Gobernación, el exelbista Roberto Campa, anunciara horas antes como una nueva estrategia, oh sorpresa, para frenar, detener, abatir el asesinato y desaparición de trabajadores de la información, y en donde Veracruz, con el señor Javier Duarte, sigue ocupando el primer lugar nacional, por encima, incluso, de los represivos Roberto Borge, de Quintana Roo, su clon, y Rafael Moreno Valle, de Puebla.

Desde luego, se trató de un alarde oficial, pues tan solo en el transcurso de este año, han sido asesinados cinco reporteros, a saber, Moisés Sánchez Cerezo, 2 de enero; Armando Saldaña Morales, 4 de mayo; Juan Mendoza, 2 de julio; Rubén Espinoza, 31 de julio, y Juan Heriberto Santos, 13 de agosto.

Pero además, un par de activistas sociales, a saber, Nadia Vera, el 31 de julio en la colonia Narvarte de la ciudad de México, y el abogado Rodolfo Zapata, en Coatzacoalcos, y quien días antes solicitara la renuncia del secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita.

En fin, el duartismo echó “más crema a sus tacos”, creyendo, de paso, que el contribuyente y el ciudadano común y sencillo creen en su palabra y acuerdos a partir de que la prensa domesticada publica sus ocurrencias en portada a ocho columnas, en tanto oculta los crímenes de activistas sociales y periodistas.

No obstante, el anuncio de la llamada “Alerta temprana” significó un madruguete.

BALAUSTRADAS: El viernes 30 de octubre, en el primer vuelo del puerto jarocho a la ciudad de México, en el aeropuerto Heriberto Jara coincidieron varios reporteros.

Y, bueno, de entrada, se extrañaron y mientras unos se saludaron, digamos, de manera institucional, otros cruzaron algunas palabras y se despidieron, sorprendidos y atónitos de estar ahí.

Más sorprendidos quedaron cuando todos se miraron en asientos diferentes en el camión.

En la central de autobuses de la ciudad de México apenas y se dijeron adiós con un saludo y la mitad de una sonrisa y cada uno, sigiloso, se fue por su rumbo en un taxi.

Más, mucho más perplejos quedaron cuando unas dos horas después, luego de desayunar, todos se descubrieron en la secretaría de Gobernación, y oh paradoja, en la misma oficina, en el salón “Revolución”.

Y aun cuando allí se concitaron unos 25 reporteros del país, unos dos de cada tres eran de Veracruz.

Veracruz, pues, se imponía en aquel escenario.

Estaban ahí, con un solo objetivo: la evaluación de riesgo que con frecuencia la SEGOB federal aplica a los trabajadores de la información que han adoptado las medidas cautelares de precaución y protección ante las amenazas manifiestas y evidentes, bajo sospecha, de los políticos y funcionarios públicos en sus entidades federativas.

Tal cual, cobijados en la protección de la SEGOB federal, la procuraduría General de la Republica y la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Pero además, con un llamado Consejo Ciudadano que participa para dar seguimiento a la zozobra y la incertidumbre causada por cada gobernador en su estado en contra de los reporteros, fotógrafos y editores.

Uno a uno de aquellos reporteros, la inmensa mayoría de Veracruz, se fueron entrevistado con un representante de aquella Junta de Gobierno para contar, describir, narrar y detallar los últimos abusos y excesos de poder en sus entidades federativas.

Las audiencias iniciaron hacia las diez de la mañana y eran las 9 de la noche cuando entrevistaban al último reportero.

ESCALERAS: Dato indicativo y significativo: en el grupo de “la jarochada” existían reporteros cobijados en la protección de la SEGOB, la PGR y la CNDH desde hace tres, cuatro años, es decir, los que van del duartismo.

Tiempo aquel, incluso, como se recordará, cuando el primero de los 15 reporteros asesinados y tres desaparecidos iniciara con Noel López Olguín, de los periódicos “Horizonte” y “Noticias de Acayucan”, plagiado, ejecutado y sepultado en una fosa clandestina el primero de junio del año 2011.

En tales circunstancias, el duartismo compareció ante los medios el día de muertos para anunciar, entre otras cositas, la llamada “Alerta temprana” que Roberto Campa, subsecretario de Gobernación, ha anunciado para apoyar a la otra Comisión de Atención y Protección a Periodistas, manifestándose así que cuando en el país se busca un carpetazo a los graves pendientes sociales la solución mágica y salomónica es crear comisiones.

Así, el llamado sexenio próspero (próspero para la elite) pretende borrar la imagen estigmatizada en el país y en el extranjero de que aquí, en el Veracruz de Duarte, Arturo Bermúdez y Luis Ángel Bravo Contreras, garantizan la libertad de expresión de los reporteros, y por añadidura, de los 8 millones de habitantes, como el caso del litigante de Coatzacoalcos, Rodolfo Zapata, asesinado luego de pronunciarse en contra de la inseguridad tanto con declaraciones mediáticas como participando en marchas pacíficas.

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