Seguidores en la capital de Noruega fueron testigos de las malas mañas del astro del pop, pues poco tiempo después de comenzar a cantar, se enojó y abandonó el escenario.
Todo se debió a que una jovencita emocionada por Bieber derramó agua sobre el escenario; el joven se acercó para limpiarlo, por lo que sus fans se abalanzaron sobre él para tocarlo.
Esto no le pareció divertido a Justin, por lo que tras tirar su sudadera, decidió acabar con el espectáculo por el que los boletos tenían un costo de más de 2 mil pesos mexicanos.