- Guerra sucia del PRI
- Denuestan a senadores
- Calumnia que algo queda…
Luis Velázquez
PASAMANOS: El martes 28 de octubre, el duartismo operó en dos carriles más en contra de los senadores Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, creyéndose dueños del PRI y, lo que es peor, sin darse cuenta de la realidad.
En el caso de Héctor Yunes, por ejemplo, unas horas después de que estuvo con los alumnos y académicos de la Escuela Secundaria y de Bachilleres de Orizaba, ESBO, la Secretaría de Educación de Xóchitl Adela Osorio y Vicente Benítez les enviaron una auditoría a todo y contra todos.
Todo porque en la ESBO abrieron la puerta a Yunes Landa, precandidato a la gubernatura de Veracruz.
Así, y como el mismo senador expresó en un boletín, intimidan y presionan a sus fans.
Pero, además, el senador amplió en el comunicado el acoso en contra de quienes simpatizan con su nominación, entre ellos, presidentes municipales, funcionarios públicos y notarios.
Lo peor del asunto es que el duartismo utiliza el poder político, el poder social, el poder económico, el poder policiaco y el poder mediático para la intriga y la inquina como también para la intimidación y el acoso.
Una guerra, pues, a muerte, de la generación fidelista en el poder sexenal con tal de imponer el Maximato jarocho que consiste en seguir mangoneando el presupuesto anual de cien mil millones de pesos, además del tráfico de influencias.
“No se acerquen a Héctor Yunes” dicen los enviados del señor Javier Duarte a quienes están hectorizados.
Y, bueno, como en el mundillo priista, el Jefe Máximo suele imponer su ley bajo la advertencia de excomulgar del paraíso a quienes se sublevan y rebelan, y como la mayoría siente que fuera del duartismo está la muerte política, entonces, muchos se doblan.
La lucha política por la sucesión en Veracruz se ha vuelto desventajosa, pues Duarte es dueño del erario para hacer y deshacer, como el caso del operativo del CDE del PRI para afiliar a los ediles del PAN y PRD.
BALAUSTRADAS: El martes 28 de octubre circuló un panfleto donde informan que en la casa de Mario Zepahua Zepahua, el hombre fuerte del PRI en la sierra de Zongolica, dueño de 110 autobuses de pasajeros conocidos como “Las adelitas”, festejaron su cumpleaños el presidente del CDE y el secretario de Trabajo, Gabriel Deantes Ramos, quien, por cierto, con la bendición de Duarte, se promueve, háganos favor, como candidato a diputado local por la montaña negra.
Ahí, y ante la diputada federal, Lilian Zepahua, hija de Mario, habrían puesto en la mesa la expulsión del PRI del senador Pepe Yunes Zorrilla.
Desde luego, se trata de un rumor, ponzoña, mal fario, mala leche, se ignora si del presidente del CDE del PRI y el millonario Gabriel Deantes, destinado a provocar sinsabores; pero también, acalambrar a sus fans, como -de igual manera- denostar y evidenciar al senador originario de Perote.
De entrada porque Mario Zepahua sostiene una antigua amistad con Pepe Yunes, desde que ambos fueron diputados federales.
Incluso, es la misma relación amical, llena de respeto y cariño, dominante entre Zepahua, Yunes Zorrilla, el doctor Pablo Anaya Rivera y el ingeniero Marco Antonio Torres Hernández, a la sazón, delegado federal de la SAGARPA.
Y, por tanto, ni modo que Zepahua Valencia permitiría que en su domicilio particular en Zongolica el asunto fuera expuesto.
Tal cual más bien se entiende como otro acelere de Alberto Silva al mejor estilo de la lista de “los aviadores” que soltara para su publicación y que ahora se le ha revirado porque “se le fueron las patas”.
Por la siguiente razón:
Una cosita es el PRI de Alberto Silva, Regina Vázquez Saut y Javier Duarte, y otra cosita, años luz de distancia, el PRI de Pepe y Héctor Yunes y el PRI de Manlio Fabio Beltrones.
En todo caso, el PRI de la militancia tricolor.
Y más cuando Pepe Yunes ha reiterado ene número de veces que su partido es el tricolor y que nunca, jamás, se arrepentirá de su activismo.
ESCALERAS: Estamos, pues, en una guerra sucia del gobierno de Veracruz en contra de los disidentes.
Al mejor estilo, digamos, de cuando Miguel Ángel Yunes Linares era secretario General de Gobierno de Patricio Chirinos Calero.
Pero también, a la altura, digamos, de los gobernadores de Puebla, Rafael Moreno Valle, y de Quintana Roo, Roberto Borge, con tantos disidentes políticos encarcelados en sus mazmorras penitenciarias.
Más aún si se considera lo denunciado por el líder estatal del PRD, Rogelio Franco Castán, de que el priismo duartista está amenazando con auditorías y retención de las participaciones federales a presidentes municipales de su partido (y también del PAN) para renunciar a su instituto político y afiliarse al tricolor.
Más todavía si se recuerda que una constante duartista ha sido denigrar por las redes sociales chuleteras a los reporteros que han cometido el pecado mortal de contar las historias de cada día sin maquillaje.
Y más si se recuerda que el periódico “El buen tono” de Córdoba se tiró al piso del duartismo para vejar a Fernanda Rubí Salcedo, la chica de Orizaba secuestrada en septiembre del año 2012, diciendo que era novia de un jefe zeta de la plaza regional.
La moneda priista para la candidatura a gobernador todavía está en el aire.
El humo blanco de Los Pinos ni siquiera ha comenzado a humear.
Y mientras Manlio Fabio Beltrones ha convocado a la inclusión, la unidad y la cohesión (en ese orden), aquí, en Veracruz, el duartismo, dueños que se creen del PRI y sus militantes, rafaguean a tiro por viaje al par de senadores, punteros únicos para ganar la gubernatura en las urnas.
Cien mil millones de pesos de presupuesto anual, más el tráfico de influencias para los negocios lícitos e ilícitos, están de por medio.