Camarón de Tejeda, Ver.
Agencias
Un vigilante que custodiaba los vagones de un ferrocarril en movimiento, perdió el equilibrio y cayó entre las vías, siendo partido en dos por el pesado convoy.
Los hechos se presentaron la mañana del ayer sobre el crucero Paso del Macho-Camarón de Tejeda, a 90 minutos del puerto de Veracruz, cuando el vigilante Eduardo Muñoz Romero, de 24 años, realizaba un recorrido en la parte superior del tren.
Estos vigilantes fueron contratados por las empresas ferrocarriles, para evitar que migrantes trepen al tren y pongan en riesgo su vida.
El custodio estaba en la parte más alta de un vagón, cuando de pronto, pese a que iba a baja velocidad, perdió el equilibrio y cayó en la división entre vagones, pese a que intentó sujetarse, no lo logró y quedó en medio de los rieles.
El tren pasó con sus ruedas de metal sobre su cuerpo, y le separó en dos.
Las extremidades inferiores quedaron por un lado, y el tronco, por el otro, por lo que las labores para levantar sus restos se hicieron complicadas.
Ni si quiera fue necesaria la presencia de la Cruz Roja, pues el vigilante murió instantáneamente y de manera brutal, aplastado por las ruedas de metal y partido en dos.
La víctima tenía poco tiempo de haber ingresado a trabajar a la empresa «CES» para el ferrocarril, y era originario de Tierra Blanca, a donde fueron trasladados sus restos para que les den sepultura.