- Hartazgo contra el PRI
- El país, dinamitado
- Desencanto en Veracruz
Luis Velázquez
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Hay en el país y en Veracruz un creciente hartazgo ciudadano en contra del PRI.
La dinamita que ha estallado al tricolor proviene, entre otras cositas, de lo siguiente:
Ayotzinapa, Tlatlaya, Apatzingán, Ostula y Calera, donde ocurrieron desapariciones forzadas que mantienen la indignación crónica en la república y el extranjero.
La Casita Blanca de la esposa del presidente Enrique Peña Nieto, y de paso, la Casita Blanca del secretario de Hacienda y Crédito Público en Malinalco.
Y la mansión de Gabino Cué Monteagudo, el gobernador de Oaxaca.
La terrible y espantosa desigualdad social de norte a sur y de este a oeste de la nación que llevará en los próximos diez años a que el uno por ciento de la población posea el 56 por ciento de la riqueza nacional.
La fama pública del enriquecimiento inexplicable de varios ex gobernadores, entre ellos, el último, Rodrigo Medina, de Nuevo León, y los penúltimos, Tomas Yarrington y Eugenio Flores Hernández, de Tamaulipas, a quienes la DEA, agencia antinarcóticos de Estados Unidos, les ha girado órdenes de aprehensión por sus amistades y negocios con los carteles.
El desafuero de los gobernadores priistas de Michoacán, Fausto Trejo, y de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, por sus relaciones peligrosas con los carteles en el primer caso y la masacre de Ayotzinapa en el segundo.
El desempleo que se multiplica en la nación y que ha llevado a miles de campesinos a los campos agrícolas del norte, el Valle de San Quintín, de Baja California, como epicentro, donde los tratan peor que en haciendas porfiristas.
Pero, además, a la creciente migración a Estados Unidos, arriesgando todo debido, entre otras cosas, a que 19 de los 50 estados de la nación norteamericana tienen leyes xenófobas y racistas.
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El hartazgo ciudadano en contra del PRI en Veracruz nace de las siguientes razones, entre otras:
Cinco años de un duartismo donde el Jefe Máximo del Priismo se ha peleado con casi todos los actores sociales, económicos y políticos y productores.
Cinco años con la fama pública del enriquecimiento ilícito de una parte del gabinete duartista.
Cinco años de valemadrismo sobre los graves pendientes sociales que llevaran al CONEVAL a declarar a Veracruz en segundo lugar nacional en pobreza y miseria, a tal grado que un millón y medio de habitantes únicamente aplica una o dos comidas al día, y mal comidas, dada la jodiez miserable en que viven, y en donde las ciudades de Veracruz, Xalapa y Banderilla ocupan los tres primeros lugares.
Cinco años de inseguridad, y lo peor, de impunidad, y peor, el pitorreo de Seguridad Pública y la Fiscalía burlándose de las víctimas a quienes humillan con sus declaraciones y actitudes.
Un sólo dato contundente:
650 mil personas de 14 años de edad en adelante analfabetas.
Un millón de personas con la educación primaria inconclusa.
Otro millón con la educación secundaria incompleta.
Y 600 mil personas con el bachillerato a medias, sin que a ningún duartista del ramo educativo, tampoco al Jefe Máximo del Priismo le interese, ocupe ni preocupe.
Simple y llanamente, les vale a todos.
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Existe hartazgo contra el PRI en Veracruz por el creciente desempleo, en tanto el secretario de Desarrollo Económico alardea de creación de fuentes de trabajo.
Un dato: las remesas de los migrantes se han convertido con los changarros en el sostén número uno de la economía de norte a sur y de este a oeste.
Otro dato: en el proyecto Etileno Siglo XX, de Nanchital, a cargo de la brasileña Odebrecht, también beneficiada con la concesión del SAS por 30 años, han despedido a ocho mil trabajadores, cuyo destino a nadie ha importado, menos, mucho menos al fino y exquisito Érik Porres Blesa.
Otro dato: Veracruz ha derivado en el primer lugar nacional en producción y exportación de trabajadoras sexuales al resto del país, pues las mujeres suelen vender su cuerpo como un negocio seguro para obtener recursos para la familia.
Otro dato: la pésima calidad educativa en todo el sistema que sólo se glorifica con uno que otro campeonato nacional en bailable regional con El tilingo lingo.
Otro dato: el pésimo estado de la salud pública donde los médicos se han plantado en la calle, además para exigir el pago de la quincena, materia prima para el trabajo en los hospitales donde atienden a los menesterosos.
Por eso, simple y llanamente por eso, existe hartazgo creciente y multiplicado en contra del PRI.
Sólo falta un gran líder social, un “Bronco” que abandere el hartazgo para expulsar al PRI del palacio principal de gobierno en Xalapa.