viernes, mayo 3, 2024

Malecón del Paseo

  • El delegado incómodo
  • Todos contra SAGARPA
  • Negocios de por medio

Luis Velázquez

EMBARCADERO: Si un delegado federal en Veracruz ha resultado incómodo al duartismo es el ingeniero Marco Antonio Torres Hernández, de la SAGARPA.

Por ejemplo, desde un principio de su nombramiento, que vino desde el altiplano hace un par de años, el gabinete legal del señor Javier Duarte lo ha rafagueado, con el único objetivo de descarrilar su trabajo político y social en el campo jarocho.

El último de los francotiradores es el diputado Edgar Díaz, ex presidente de la Liga de Comunidades Agrarias, quien incluso ha solicitado su renuncia a la SAGARPA, como si bastara su voz para proceder.

Desde luego, Édgar Díaz se mueve a partir de los intereses del diputado federal, Alberto Silva Ramos, trascendido como el séptimo presidente del CDE del PRI sexenal.

Es más, el diputado local azuza a los productores en contra del delegado, debido, además, a otra razón de peso:

Ahora cuando el llamado sexenio próspero tiene las arcas vacías hasta para ordeñar los recursos federales, caso de los alcaldes del PAN y PRD denunciados por los diputados Jorge Vera y Jesús Velázquez Yunes, y caso de la Universidad Veracruzana, a la que retuvieron 400 millones de pesos federales, el duartismo mira con una ambición fuera de control a la delegación de la SAGARPA para tenerla como una fuente más de ingresos frescos.

Y es que de los delegados federales ninguno irritó tanto al Jefe Máximo del Priismo como el de Torres Hernández, sobrino de la ex dirigente de la CNC Veracruz, Liga de Comunidades Agrarias, Bertha Hernández, a la que el señor Duarte ofreció un cargo público y lo rechazó.

Incluso, cuando Érick Lagos despachaba como secretario General de Gobierno solía enviar marchas de protestas a la SAGARPA para evidenciar el trabajo del delegado ante el gobierno federal.

24 meses después, el duartismo sigue apostando a descarrilar al funcionario federal.

ROMPEOLAS: Por ejemplo, en las últimas horas ha trascendido que por arte de magia, el duartismo, mejor dicho, la secretaría de Finanzas y Planeación desapareció unos 770 millones de pesos federales que el peñismo depositara al Fideicomiso Veracruzano para el Fomento Agropecuario, FIVERFAP.

Los recursos de tal fideicomiso se integran con una parte, la más sustanciosa, del gobierno federal, y otra parte, mínimo, del gobierno del estado.

De acuerdo con la nueva normatividad, la Federación, en este caso, la secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentos, SAGARPA, deposita su parte siempre y cuando el gobierno local haya depositado la suya en una cuenta bancaria que por lo regular es Interacciones.

En el caso, en efecto, y con los recursos de este año, la SEDARPA, a través de SEFIPLAN, depositó la suya que ascendía a 130 millones.

Entonces, el peñismo, a través de la SAGARPA, y desde la ciudad de México, depositó su parte restante, equivalente a 770 millones de pesos.

Pero, oh paradoja, como en la SEFIPLAN están acostumbrados a la llamada “Operación licuadora”, que consiste en desviar a otros programas y a otros municipios y a otros bolsillos el recurso federal, y quizá estatal, ocurrió que unos 15 días después de tal depósito la SEFIPLAN retiró su parte.

Y por tanto, en el Fideicomiso Veracruzano para el Fomento Agropecuario sólo quedaron con el recurso federal al que aplicaron a otros programas, a otras latitudes, a otros bolsillos.

Es decir, el depósito de los 130 millones sólo fue un anzuelo que tomó de sorpresa al gobierno federal y el que ha puesto la mira en el raro y extraño operativo.

Y es que desde que la Auditoría Superior de la Federación metió mano a los recursos federales asignados a Veracruz descubrieron que uno de los problemas del duartismo es que tienen grandes dificultades para demostrar con papelitos el destino de los recursos.

Y por eso mismo, todo indica que los 770 millones de pesos federales habrían volado en alguna región del mundo, quizá Estados Unidos, acaso España.

Y en tal enjuague, desde la SEFIPLAN buscan enlodar el nombre del delegado federal, cuando ni siquiera, vaya, baranda tocó, pues la SAGARPA en forma directa depositó la lana a la SEFIPLAN para entregarse al Fideicomiso para el Fomento Agropecuario.

Un brazo más del río turbulento y revuelto de la corrupción política a la que los senadores Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa se han referido.

ASTILLEROS: Por eso mismo, el duartismo necesita en la delegación federal de la SAGARPA a uno de los suyos para así manejar con discrecionalidad los recursos federales, sin que nadie les estorbe ni cuestione ni evidencie ni se les rebele.

Y más, porque el Jefe Máximo del Priismo ha deseado manejar a su antojo a los delegados federales, con cuyo destino, en algunos casos, ha jugado, como el caso de Gonzalo Morgado Huesca, ex del ISSSTE, y de Ranulfo Márquez Hernández, ex de SEDESOL.

Es más: como ahora los recursos federales a la delegación de la secretaría de Desarrollo Social, a cargo de Marcelo Montiel Montiel, están ultra contra súper etiquetados y llegan en forma directa a las cuentas bancarias de los beneficiados, el ex diputado federal y dos veces exalcalde de Coatzacoalcos, sopesa la renuncia porque sólo está mirando pasar el dinerito que en la mirada de Salvador Manzur Díaz significa “oro molido” para ganar elecciones.

Y como la única delegación federal que maneja recursos frescos es la SAGARPA, el duartismo sostiene y mantiene un operativo siniestro en contra para descarrilar a su titular.

Por cierto, meses anteriores, el delegado de la SAGARPA denunció que la SEFIPLAN está jineteando los recursos federales que le llegan para los productores en el mundo bursátil, pues de igual manera pretendían involucrarlo en el atraso de los pagos a los beneficiados.

El fuego amigo y enemigo en contra de Torres Hernández, a quien el Fidelismo y el duartismo deben que los Juegos Centroamericanos se hayan efectuado en Veracruz, pues él mismo los gestionó en Colombia cuando era diputado federal.

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