• Pepe Yunes mordió el cebo
• El fogoso le tendió una trampa
• Descarrilar a senadores priistas
  

Luis Velázquez

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Antes, apenas semanas y meses anteriores, Héctor Yunes Landa era apapachado por el aparato gubernamental del duartismo y hasta Érick Lagos, diputado federal y coordinador de la bancada priista en el Congreso de la Unión, se le tiró al piso para ponerse a sus órdenes.

Entonces, parecía que Héctor había logrado hectorizar al duartismo, como cuando, y por ejemplo, lo llevó ante 30 mil evangélicos en el estadio Luis “Pirata” de la Fuente de Boca del Río y lo bendijo y hasta le pasó el micrófono para la homilía.

En aquel tiempo, mientras Héctor era apapachado por el señor Javier Duarte, haciendo creer que era su candidato preferido a la sucesión, Pepe Yunes era satanizado como el hijo rebelde e insumiso de la familia priista de Veracruz.

Incluso, el presidente del CDE del PRI, Alfredo Ferrari Saavedra, tiró su espada en prenda y negó que existiera una ruptura entre las partes.

Luego, vino el episodio fílmico de “La caña amarga de pescar” ideado por el fogoso y operado por Érick Lagos, y Héctor fue expulsado del paraíso duartista delante de unos veinte mil campesinos y productores que aclamaban al líder de la Liga de Comunidades Agrarias, Juan Carlos Molina.

Ahora, sin embargo, los papeles se han volteado, y en tanto Héctor está satanizado, la fama pública registra que Pepe Yunes Zorrilla es el favorito.

Pero, cuidado, observa el politólogo Carlos Ronzón Verónica, se trata de una jugada orquestada por Fidel Herrera Beltrán, quien unge de honor y gloria su apodo de “La nauyaca”, y que soñando con el Maximato jarocho, tipo Plutarco Elías Calles, planea con sordidez el descarrilamiento de Pepe Yunes, de igual manera como sucedió con Héctor.

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El profe Ronzón mira su bolita de cristal limpia y transparente en estos días de sol y con su experiencia y conocimiento de la teoría y la práctica de la ciencia política registra los siguientes hechos que se han dado como bola de humo para seducir a Pepe Yunes:

Por ejemplo, al día siguiente de la aprobación fast track en la LXIII Legislatura del Impuesto del 3 por ciento a la Nómina, 22 diputados locales y uno federal, el priista Miguel Sedas, tuvieron una comelitona en el rancho San Julián, de Perote, propiedad de la familia Yunes Zorrilla, y que fue presidida por el senador.

Tal cual, dice el doctor en Ciencia Política y maestro en Sociología, fue un apapacho de los diputados locales ordenado por el señor Javier Duarte y Fidel Herrera para cortejarlo y hacerle creer que es la octava maravilla del mundo, de igual manera como en su oportunidad aconteciera con Yunes Landa.

En contraparte, en las redes sociales noquearon por completo a Pepe Yunes, diciendo que esa gente le causará mucho daño, pues, además, si tiene el respaldo y la confianza del pueblo, del ciudadano, del contribuyente, de la gente, en ningún momento necesita a tales políticos.

Pepe Yunes mordió el cebo del anzuelo y quedó atrapado por su propia culpa; pero más aún por su ausencia de malicia pues cree que todos son iguales de decentes que él.

Por eso mismo, y ante tal jugada magistral, al góber fogoso también le apodan “La nauyaca”, pues ahora ocupa su tiempo para la planeación siniestra de sus acciones para ver si en una de esas sigue usufructuando su Maximato jarocho.

Dice Ronzón: con esas jugadas, ahora Héctor es Pepe y Pepe es Héctor.

Pero al ratito también le regalarán su caña de pescar.

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Otro ejemplo: el lunes 12 de octubre, en la noche, Pepe Yunes compareció en el noticiero estelar de Telever con el señor Rogerio Pano, donde todo fue de miel.

Y Pepe sólo pudo llegar a Telever, dice Ronzón, con el permiso previo del señor Javier Duarte.

Así, el senador peroteño sigue cayendo en la trampa sin darse cuenta que le están tendiendo una celada política.

Bastaría, pues, mirarse, en el espejo de Héctor Yunes, quien, y por cierto, ahorita está mejor, porque si toma como campaña sin dar marcha atrás el caso del Impuesto del 3 por ciento a la nómina que ha abanderado con los empresarios y levanta y aglutina la gran expectativa con la iniciativa privada de norte a sur y de este a oeste de Veracruz, entonces lograría un reposicionamiento de su candidatura.

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El fidelismo apuesta contaminar la imagen de Pepe Yunes de igual manera como ya fue contagiada del virus la imagen de Héctor Yunes.

Y es que el fogoso está jugando a fregar tanto a uno como a otro senador para forzar las circunstancias a que aparezca un caballo negro de candidato priista y que sea elegido entre los suyos.

Por eso mismo, la llegada súbita de Alberto Silva Ramos al CDE del PRI, quien era candidato favorito de Duarte a la gubernatura, para abrir el camino a Érick Lagos como posible nominado del tricolor.

Descarrilado Héctor y también Pepe, con el expediente mediático que les están integrando en base a sus declaraciones para demostrar en el CEN del PRI y Los Pinos la broncomanía que lastima a la familia tricolor, la dupla Fidel Herrera y Duarte puede salirse con la suya dice Ronzón.

Allá los senadores priistas si se atontan…